Opinión | EL TRIÁNGULO

Agredir por agredir

Un hombre arrastró a una mujer a través del coso taurino de una plaza de toros en España por el hecho de que ella saltara al ruedo para denunciar el maltrato animal

Corrida de toros

Corrida de toros

Hay lecciones que aprendemos casi al instante y otras sin embargo no las aprendemos nunca, quizá porque no nos interesaron o porque entendimos ese asunto como un asunto superado o quizá un asunto que no fuera de nuestra incumbencia. Cada vez creo más en la educación y cada vez creo más en la mala educación, esa que nos hace personas severas y capaces de juzgarlo todo y todo castigarlo si en nuestro catálogo individual consideramos que esa acción debe ser castigada, tal y como le sucedió al tipo que hace un par de días, y de una forma irracional y violenta, con saña, arrastró a una mujer a través del coso taurino de una plaza de toros en España por el hecho de que ella saltara al ruedo para denunciar el maltrato animal. El tipo hizo que la mujer cayera al suelo, la tomó de la mano y la arrastró duramente durante unos cuantos metros hasta que llegaron a un burladero por el cual intentó sacarla del coso, haciendo que su cabeza se golpeara una y otra vez contra la esquina del burladero, momento en el que apareció la guardia civil que ayudó a la mujer para socorrerla y salvarla de las garras de aquel tipo tan violento como mal educado.

Hay varias cuestiones en esta historia que nos hablan claramente de lo desacertado y salvaje de la condición humana y que básicamente se ciñen a dos preguntas: ¿Quién es ese tipo para agredir de esa forma a una persona que expresa su critica de una forma pacífica? Nadie, solo un tipo que consideró que aquella mujer tenía que ser castigada por interrumpir una corrida de toros y denunciar el maltrato animal en lo que el tipo entendió como un ataque directo a su identidad, sus convicciones, su religión y su yo qué sé. Y la segunda: ¿Acaso un tipo que actúa de esa forma puede ir de número dos en una lista electoral a un ayuntamiento, puesto que se presupone alguien ocupa para ayudar a sus conciudadano sean cuales sean sus convicciones, su ideología o su religión? Claramente no, porque el tipo demostró no respetar y lo peor es que lo hizo usando la violencia de forma casi despiadada, otorgándose todos los valores y derechos que su ley le conceden.

Tenemos muchas cosas que aprender y quizá una de las más importantes sea que los partidos políticos, en este caso el PP, empiecen a denunciar este tipo de actitudes, aunque sea uno de los suyos el que las protagoniza, porque si ellos no lo hacen todo acabara en un duelo entre la educación y la mala educación llena de prejuicios, odios y violencia.