Opinión | COALICIÓN DE GOBIERNO

¿"Podemización" de Calviño?

Si algo ha sido notorio en estos tres primeros años de la legislatura ha sido la tensión constante entre PSOE y UP

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño (i), el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (d), asisten a la reunión de la Mesa de Dialogo Social de la Agenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño (i), el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi (d), asisten a la reunión de la Mesa de Dialogo Social de la Agenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. / EFE/ Mariscal

He leído con asombro una crítica desaforada a Nadia Calviño, escrita por el director de un medio digital, por señalar hace unos días "que el hecho de que varios banqueros españoles cobren más de un millón de euros al año deja «claro» que es «preciso» establecer un impuesto sobre los beneficios extraordinarios a la banca". A juicio del periodista, tales declaraciones desmienten a quienes consideraban a la ministra de Economía "la tecnócrata tranquila venida de Bruselas que no se iba a dejar llevar por la ideología e impondría cierta mesura en un Ejecutivo contaminado de origen por la presencia de Pablo Iglesias".

Si algo ha sido notorio en estos tres primeros años de la legislatura ha sido la tensión constante entre PSOE y UP. Quiere decirse que los dos sectores del consejo de ministros se han afanado todo el tiempo buscando equilibrios entre la moderación socialdemócrata de los socialistas y la radicalidad mayor de los podemitas, aliados con una débil IU. Casi siempre, el punto de encuentro ha estado determinado por la posición europea, que marcaba pautas y no podía ni sobrepasarse ni transgredirse. Posición que Calviño conoce al dedillo, en muchos casos porque ella contribuyó en su día o está contribuyendo ahora directamente a formarla, dado su ascendiente en Bruselas.

Esta izquierda ha sido la que se ha preocupado por redimir a quienes, con la crisis de 2008 o con la crisis sanitaria, han sufrido el mordisco de la pobreza"

El autor del trabajo critica que Calviño "se haya dejado llevar por la ideología", y no se ve a qué se debe la sorpresa por ello. Quien llamó a Calviño a dirigir la política económica de este país es un socialdemócrata, Sánchez, que cree en el estado de bienestar, que piensa que ese estado de bienestar ha de ser financiado con impuestos y que confía en la idea de redistribución, que se plasma en unos buenos servicios públicos universales y gratuitos. Asimismo, esta izquierda ha sido la que se ha preocupado por redimir a quienes, con la crisis de 2008 o con la crisis sanitaria, han sufrido el mordisco de la pobreza, designio que, en esta ocasión y al contrario de lo que sucedió en la crisis anterior gestionada por Rajoy, ha sido también impulsado por Bruselas, que ahora ha sustituido las apelaciones a la austeridad por los fondos Next Generation. Si esto es lo que sorprende a los analistas conservadores, deberían apresurarse a recuperar ,antes de continuar con lo suyo, su sentido de la orientación.