Opinión | ANÁLISIS INTERNACIONAL

Putin y los sátrapas

Las dictaduras del Próximo Oriente están jugando sucio y echando indirectamente una mano a Moscú

Vladimir Putin

Vladimir Putin / EUROPA PRESS

Según el analista Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, Rusia está “en camino de convertirse en el estado paria mejor financiado de la historia”. Antes de la invasión de Ucrania, Rusia producía alrededor de 10,8 millones de barriles diarios, de los que exportaba 8 millones. Y aunque la caída de la actividad actual en Rusia deja un nuevo margen de petróleo disponible mientras sus antiguos clientes diversifican ahora las compras, en 2023-2024 las exportaciones podrían alcanzar todavía los seis millones diarios de barriles..., a precios que dependerán del comportamiento de los demás grandes productores. También hay que contar con que si los precios bajan mucho, India y China incrementarán sus compras a Moscú… si Occidente no juega sus cartas.

Es evidente, en fin, que la OPEP, que es el oligopolio que produce el 41% de la oferta de hidrocarburos y dispone de más del 80% de las reservas conocidas, tiene un control casi total sobre los precios, y estaría en condiciones de sustituir a Rusia en los mercados occidentales y de mantener precios internacionales razonables. Pero las dictaduras del Próximo Oriente están jugando sucio y echando indirectamente una mano a Moscú, con lo que contribuyen al encarecimiento global de la energía.

Conviene recordar que los fundadores de la OPEP fueron Araba Saudita, Irán , Irak, Kuwait y Venezuela. Más tarde ingresaron otros países, entre ellos los Emiratos Árabes. Los grandes productores del cartel, por orden de mayor a menor, son Arabia Saudí, Irak, Emiratos y Kuwait. Es decir, grandes satrapías autoritarias, que mantienen a sus pueblos en condiciones éticas medievales y cuya opulencia sonroja a cualquier mentalidad democrática. La disponibilidad del petróleo y el peso de las inmensas fortunas gestionadas por estos países les han concedido un trato inexplicablemente tolerante y afable por parte de USA y la UE. Quizá convendría reconsiderar esta galantería diplomática porque si estos regímenes feudales se alinean con Putin, en poco se diferenciarán de Corea del Norte, por lo que merecerán el ostracismo que corresponde a los violadores sistemáticos de los derechos humanos.