Opinión | FORO ECONÓMICO

Ambiente sombrío en Davos

El Foro Económico Mundial se celebra entre signos de un declive de la globalización, el temor a una recesión y el reto del cambio climático

El proyecto artístico "Realidades artificiales: Coral' del artista Refik Anadol se refleja en una cristalera del Centro de Congresos con el logo del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza).

El proyecto artístico "Realidades artificiales: Coral' del artista Refik Anadol se refleja en una cristalera del Centro de Congresos con el logo del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza). / LAURENT GILLIERON / EFE

El foro de Davos se está celebrando en esa pequeña y lujosa localidad suiza en un ambiente sombrío. Aunque se han alejado discretamente los temores de un nuevo aumento de la inflación y de un declive brusco del crecimiento, es imposible ocultar que la coyuntura no es buena, que la globalización se descompone y que las fuerzas disgregadoras se han vuelto preponderantes mientras la guerra de Ucrania desatada por la invasión rusa ahonda la crisis geopolítica general. De ahí que el Foro Económico Mundial esté dedicado este año a la ‘Cooperación en un mundo fragmentado’.

La estabilidad del planeta ya había quedado deteriorada por las dudas que plantea el papel de Rusia y China en el concierto de las naciones. Además, dos tercios de los principales economistas consultados por el foro piensan que no es descartable una recesión. El objetivo de Davos sería precisamente evitar ese escenario, según ha reconocido el director del evento, Klaus Schwab.

Otro de los retos a los que el foro económico deberá hacer frente es del cambio climático. Estados Unidos, que ha aprobado un nuevo paquete de subvenciones a la energía verde en la llamada Ley para la Reducción de la Inflación, se topa con las reticencias de Bruselas. La Comisión Europea valora positivamente el compromiso de Joe Biden con la transición energética, pero teme que unas ayudas que se elevan a los 430.000 millones de dólares e incluyen numerosas exenciones fiscales perjudiquen la competitividad de la industria europea. Por eso, la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha aprovechado la reunión para presentar los pilares sobre los que Bruselas quiere edificar un plan de apoyo a la inversión en industrias limpias capaz de competir con los incentivos de EEUU.

Bruselas impulsa un plan de ayudas a la industria europea para hacer frente a las subvenciones de EEUU

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado partidario de que la UE reforme las ayudas de Estado y ha confiado en que se pueda llegar a un acuerdo con Washington para evitar una guerra comercial. "Por parte de la Unión Europea, tenemos que aprender y que reformar algunos aspectos internos de nuestras políticas industriales, como reforzar las ayudas estatales, reducir la burocracia y tratar de enviar un mensaje a la industria de todo el mundo que informe de que Europa, y por supuesto España, es un buen lugar para establecerse y desarrollarse", ha dicho.

En Davos no solo se proyecta el futuro de los países más desarrollados sino también sus flaquezas. Entre ellas, el desorbitado crecimiento de la desigualdad. En el caso de España, el foro de Davos sitúa a nuestro país a la cabeza europea en demandas de empleo clave sin cubrir. En el estudio ‘Empleos del mañana: Sociales y Verdes para construir economías inclusivas y sostenibles’ se detalla que España necesita 2,5 millones más de empleos en 24 profesiones necesarias para un capitalismo moderno, inclusivo y que luche contra el cambio climático: personal sanitario, educativo y gestor de servicios profesionales, además de agricultores e ingenieros.

No bastan los recursos para levantar el país. Será también preciso reformar, formar e investigar para que el mundo acelere el paso hacia el porvenir.