Jota y sus palabras libres y limpias

Vox parece entender cada día menos cosas y sigue anclado en una foto fija del año 36 que llevó a este país a una cruel guerra civil y a una posterior dictadura que deshizo todo lo que era libertad, compromiso, avance, cultura, igualdad, tolerancia y solidaridad.

Que la voz de Vox sea fundamentalmente la del vicepresidente de Castilla y León es desasosegante y muy inquietante, ya que en cada una de sus declaraciones se supera siendo insoportablemente machista, neciamente ocurrente y su oratoria transita en el recuerdo de esas noches de hielo pobladas de odio y desencuentros.

Los elementos de su discurso son cada día menos comprensibles para la mayor parte de la sociedad española que quiere vivir en paz, sin desenterrar viejos monstruos y así, y conjuntamente, avanzar lejos de esas consignas que, quienes no creyendo en la igualdad y no respetando a las mujeres, lanzan tanto desde los ventanales de un colegio mayor para chicos, como desde su cómodo escaño en un parlamento.

Pero dejémoslos en sus tristes desacuerdos y en su combate partidista de no querer aceptar que aquí todos somos necesarios, mientras entendamos que todos es todas y todes y que como dijo Jota, de ¡Ixo Rai!, hace tan solo unos días cuando con su grupo fue nombrado hijo Predilecto de la ciudad de Zaragoza, "gente corriente o gente especial como la que regala canciones a la vuelta de la esquina, como la que llena de colores y acentos sus calles o la que se compromete con su barrio para hacer de este mundo algo un poquico mejor. Por eso este título que hoy recibimos es de todos los que hoy habitan la vieja Cesaraugusta, la gente de aquí y de allá, la gente de arriba y de abajo, de la izquierda y de la derecha, de fuera y de dentro. La gente corriente, la gente especial…"

¡Qué forma tan hermosa de cantarle a la vida!, la que nos mece y con la que descubrimos que los tiranos siempre agreden e insultan a los mismos: los desfavorecidos, las mujeres, los diferentes… La gente corriente, en definitiva, esa gente que tiene un desvelo en su alma cuando la injusticia se instaura y campa a sus anchas disfrazada en ocasiones de república, en otras de democracia y persigue a la gente corriente, sean mujeres o inmigrantes, sean negros o paquistaníes, sean todo lo que no son ellos que son los renglones oscuros de nuestra historia.