Opinión | ELECCIONES

Medios y fines

Si no parecen estar fallando los medios ­­-los jóvenes siguen considerando a las elecciones como la mejor forma de hacer llegar sus demandas a los gobernantes- ¿son los fines en aquello en lo que no se está de acuerdo?

Elecciones en Andalucía

Elecciones en Andalucía / EFE

El pasado 19 de junio se celebraron tres importantes elecciones en diferentes países. En España, las autonómicas en Andalucía, que arrojaron un resultado histórico: el Partido Popular lograba su primera mayoría absoluta en la región. En Francia, el partido de Macron perdió la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional en la segunda vuelta de las elecciones legislativas: se vuelve a la cohabitación, con un presidente de la República y un primer ministro pertenecientes a partidos diferentes. En este caso, no es algo novedoso: ya ha ocurrido tres veces en la V República. Por último, en las elecciones presidenciales en Colombia se impuso Gustavo Petro, líder del Pacto Histórico: su victoria lleva al poder a la izquierda por primera vez en la historia del país.

Pero no es, o no exactamente, en los resultados más o menos históricos de estos comicios en dónde quiero poner el acento. Sino en la participación. O en la abstención, según se vea. Y, más concretamente en la participación de los jóvenes.

ANDALUCÍA

Empecemos por España. En las elecciones andaluzas votó el 58.4% del electorado, la tercera participación más baja desde los primeros comicios celebrados en 1982. O, en otros términos, la tercera abstención más elevada desde que se celebran elecciones autonómicas. Según los datos de la mayoría de los estudios preelectorales (y a la espera de que se publique algún postelectoral) la abstención ha vuelto a ser más elevada entre los jóvenes que entre las personas mayores.

El preelectoral del CIS, por ejemplo, arrojaba una diferencia de 20 puntos entre la segura predisposición a acudir a votar entre los menores de 25 años (60%) y la de los mayores de 65 años (80%). Andalucía es, no lo olvidemos, la comunidad más grande de España en términos de población (no digo que no lo sea también en otros aspectos) y que cuenta con cuatro provincias en el ranking de las diez más jóvenes: Almería (la provincia “más joven” de todo el país, con una edad media de 40.7 años), Sevilla Huelva y Cádiz.

Pero la región casi monopoliza las diez posiciones de otro ranking más preocupante: de los diez municipios con más paro juvenil en España, ocho pertenecen a Andalucía. Y dos de los tres primeros están en la provincia de Cádiz. Fue, precisamente, en esta última provincia y en esos concretos municipios, en los que el porcentaje de abstención fue más elevado en comparación con el resto en las elecciones del pasado 19J. En la provincia de Cádiz votó el 53.5%, en la localidad de Barbate, votó el 43% y en La Línea solo el 40% del Censo.

FRANCIA

En Francia, la abstención en la segunda vuelta de las elecciones legislativas se situó en el 53.7%, la segunda más alta en este tipo de comicios, en la historia de Francia. La abstención entre los menores de 25 años fue, sin embargo, muy superior: el 71% prefirió quedarse en casa, según un interesante análisis del perfil de los abstencionistas llevado a cabo por Ipsos. La abstención entre los más jóvenes duplicó, así, a la de los más mayores: “solo” un tercio de los franceses mayores de 70 años no acudió a votar.

¿Qué sucede para que este alejamiento de las urnas parezca ser un hecho crónico? Con motivo del Año Europeo de la Juventud la Comisión Europea publica hace unos meses los datos del Eurobarómetro Flash: un estudio llevado a cabo entre jóvenes europeos de entre 15 y 30 años. Entre otras cuestiones, se les preguntaba cuáles consideraban que eran las tres acciones más eficaces para conseguir que los responsables políticos escuchen la voz de la gente joven. La respuesta más mencionada por el conjunto de los jóvenes europeos: votar en las elecciones locales, nacionales o europeas (39%). También era la primera respuesta entre los jóvenes españoles (42%) y entre los jóvenes franceses (45%). 

COLOMBIA

En Colombia, según el estudio What worries de the world de Ipsos, los tres principales problemas que más preocupan a los ciudadanos son desempleo (43%), corrupción política (41%) y pobreza y desigualdad (38%). Recordemos que en la última legislatura se produjeron varias protestas sociales en protesta de algunas decisiones gubernamentales, entre ellas, un paro nacional universitario en 2018. En los comicios del pasado 19J votó el 54.9% de los colombianos: la participación más alta de los últimos 20 años. Según los primeros análisis de las elecciones, el triunfo de Gustavo Petro se produjo, no solo, pero si en gran parte, por la movilización de los jóvenes. El candidato de la izquierda, de 62 años, se convirtió durante las protestas de hace cuatro años en uno de los mayores apoyos a las reclamaciones de los jóvenes que mostraron su indignación en las calles.

La pregunta es: si no parecen estar fallando los medios ­­-los jóvenes siguen considerando a las elecciones como la mejor forma de hacer llegar sus demandas a los gobernantes- ¿son los fines en aquello en lo que no se está de acuerdo?