Opinión | FRANCIA

Serio correctivo a Macron

El resultado de la primera vuelta de las legislativas francesas augura que el presidente tendrá difícil revalidar la amplia mayoría parlamentaria actual

El presidente de Francia, Emmanuel Macron.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron. / Ludovic Marin/ Pool via REUTERS

La primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, que fijan la mayoría parlamentaria con la que podrá gobernar el presidente, han dejado a un Emmanuel Macron que ve amenazada la amplia mayoría de la que disponía hasta ahora en la Asamblea Nacional. Si en las presidenciales de abril el rival a batir era la extrema derecha de Marine Le Pen, ahora su adversario es Jean-Luc Mélenchon, el líder de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), alianza de circunstancias de la izquierda radical con socialistas, ecologistas y comunistas.

Un dato clave a retener de la jornada electoral del pasado domingo es el nuevo récord de abstención (52,49%), la mayor en unas parlamentarias en la historia de la V República. Este "desastre democrático", en expresión de ‘Le Monde’, refleja la crisis sistémica del modelo político francés y tiene consecuencias prácticas el próximo domingo. Como pasan a la final los dos primeros candidatos en cada distrito electoral y los que hayan obtenido más del 12,5% de los votos, con una abstención superior al 50%, la barrera para disputar la segunda vuelta se sitúa por encima del 25% de los votos escrutados.

Empate técnico de Macron y Mélenchon en la primera vuelta de las legislativas en Francia

/ Agencia ATLAS | Foto: EFE

En consecuencia, el cara a cara electoral en cada una de las 577 circunscripciones será la norma, frente a las llamadas ecuaciones triangulares en las que compiten tres candidatos en liza. La primera vuelta se ha saldado con un empate técnico entre la coalición del presidente (Ensemble!) y la unión de las izquierdas. El tercer bloque es el Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen con el 18,68% de los votos. La extrema derecha aspira solo a tener grupo parlamentario (15 diputados). Los sondeos dan a la mayoría presidencial entre 255 y 295 diputados, muy por debajo de los 351 actuales y, por lo tanto, el principal reto de Macron es mantener una cómoda mayoría y no depender de Los Republicanos (LR) –los restos de la derecha posgaullista– que con el 11,31% de votos aspiran a obtener entre 50 y 80 escaños.

Es difícil que la nueva alianza de izquierdas pueda ganar la tercera vuelta, como insiste Mélenchon, dadas las pocas reservas de voto de que dispone. La unión en la primera vuelta le ha permitido desbancar a la extrema derecha, a diferencia de lo sucedido en la primera vuelta de las presidenciales, pero una vez ya amortizada le deja escasas expectativas para la segunda. Mélenchon plantea una especie de referéndum anti-Macron, como intentó sin éxito Marine Le Pen en las presidenciales. 

En todo caso, el presidente no ha sabido rentabilizar su victoria de abril y puede verse forzado a gobernar con una mayoría relativa en la Asamblea Nacional y a realizar una remodelación gubernamental porque 2 de los 15 ministros que concurren a las legislativas pueden quedarse sin escaño. En resumen, la vieja política se hundió hace cinco años en Francia, pero la nueva política de Macron tampoco logra afianzarse.

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