Opinión | GUERRA EN UCRANIA

Objetivos europeos en Ucrania

Kiev, para sobrevivir con éxito a la invasión rusa, necesita una elevada ayuda financiera mensual para mantener a flote Ucrania y el envío masivo y urgente de armamento pesado para poder detener el avance de las tropas rusas

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en rueda de prensa.

Dos meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, la Unión Europea (UE) y la OTAN siguen sin definir claramente cuáles son los objetivos militares y políticos que desean alcanzar en el país y van reaccionando a remolque de los acontecimientos. Primero, fue la sorprendente táctica inicial de la OTAN y la UE de repetir públicamente que no defenderían militarmente a Ucrania si se producía la invasión que Estados Unidos anunciaba desde noviembre de 2021, lo que equivalió a dar garantías al Kremlin de que los riesgos militares de la invasión eran limitados. Al mimos tiempo, se descartó la posibilidad de un compromiso con Rusia sobre un estatuto de estado neutral para Ucrania, que hubiera podido evitar la invasión y que ahora aparece como la piedra angular de un eventual acuerdo para poner fin a la guerra en las negociaciones mantenidas por Kiev y Moscú.

Las guerras se deciden sobre el terreno y el tipo y volumen de armamento enviado por Europa para ayudar a Kiev es insuficiente para detener las tropas rusas. Las sanciones económicas por duras que sean tardan meses en dejarse sentir en el campo de batalla y su coste puede llegar a fragilizar a los propios países sancionadores. El diplomático norteamericano Richard N. Haas ya señaló en 1998 en un informe para la Brookings Institution que se infravalora el impacto económico negativo de las sanciones en los países sancionadores y sus consecuencias indeseables a nivel global.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, prometió el 20 de abril en Kiev que la UE hará “todo lo posible” para que Ucrania venza. Pero ni la UE, ni la OTAN han definido qué es una victoria ucraniana. ¿El objetivo de la UE y la OTAN es que las fuerzas ucranianas desalojen a las tropas rusas de todo el país? ¿De todo el territorio ucraniano excepto Crimea y las zonas del Donbas controladas previamente por los separatistas? ¿El objetivo es lograr cuanto antes un acuerdo de paz que ponga fin a la muerte y destrucción en Ucrania y limite las conquistas territoriales rusas?

Un Vietnam ruso

Washington parece apostar por atrapar al Kremlin en una larga guerra de desgaste en Ucrania, un Vietnam ruso, que debilite económica, militar y políticamente a Rusia y que facilite un eventual cambio en el poder en Moscú. Pero una guerra prolongada sería muy perjudicial para Europa, la economía global y los países en desarrollo. El impacto económico y el disparo de los precios energéticos y de los alimentos básicos a causa de la guerra acrecienta el riesgo de hambre e inestabilidad en amplias zonas del mundo y a la larga también debilitará la cohesión europea y occidental frente a Rusia. Una guerra prolongada de meses o años podría jugar a favor de Moscú, indican los historiadores expertos en seguridad internacional Liana Fix y Michael Kimmage. Una guerra prolongada daría tiempo a Rusia a reforzar su Éjército con nuevas tropas de reemplazo entrenadas, mientras que el colapso de la economía ucraniana fragilizará a Kiev, añaden ambos.

Si el objetivo de la UE y la OTAN es que las fuerzas ucranianas puedan detener el avance ruso para evitar más pérdidas territoriales e incluso forzar a las tropas rusas a replegarse, es indispensable el envío rápido y masivo de armamento a Kiev con mayor capacidad ofensiva que hasta ahora, que incluya artillería, tanques, drones de ataque, aviones de combate y sistemas de defensa antimisiles, entre otros. Europa va muy por detrás de EEUU en el apoyo militar a Kiev. Si el objetivo es poner fin a la guerra cuanto antes, hay que emprender una ofensiva diplomática para lograr un acuerdo de paz aceptable.

Si la UE decide ampliar las sanciones con el veto al petróleo y gas rusos, antes debe contar con un plan económico de choque para amortiguar la consiguiente recesión. La subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) por el disparo adicional de los precios energéticos y la inflación causados por ese veto debilitará la economía, aumentará el coste de la deuda pública y restringirá la capacidad de gasto de los estados.

Ante el hundimiento del 45% de la economía ucraniana este año, los miembros de la UE y la OTAN deben movilizar a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial una ayuda financiera suficiente para sostener a su población y mantener el funcionamiento del país, así como para amortiguar el impacto global de la guerra en los países en desarrollo. El FMI estima que Ucrania necesita una ayuda mensual inmediata mínima de 5.000 millones de dólares (4.600 millones de euros).