Opinión | ENCUESTA VOTO

Feijóo vitamina al PP y genera expectativas

El PP, con nuevo líder político, saca rédito demoscópico a la coyuntura en un momento duro para el Gobierno de coalición e incertidumbre económica

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la comparecencia ante los medios de comunicación posterior a su primera reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como líder de la oposición.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la comparecencia ante los medios de comunicación posterior a su primera reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como líder de la oposición. / Alberto Ortega / Europa Press

El Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos (UP) ha vivido en las últimas semanas su peor momento desde que se formó en enero de 2020. El malestar social por la incontrolable subida de los precios, la huelga de transportistas, las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania y el giro de la política exterior sobre el conflicto del Sáhara son las expresiones más destacadas de la pérdida de credibilidad del Ejecutivo. Pero además, esta situación de desconcierto y paralización ha coincidido con la renovación del liderazgo en el PP, con el relevo de Pablo Casado, representante de una política errática y de oposición sin tregua, por Alberto Núñez Feijóo, con etiqueta de moderado y de supuestamente abierto a los pactos de Estado con Pedro Sánchez.

Esta nueva situación política tiene su reflejo en la encuesta del GESOP para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA y el grupo Prensa Ibérica que publicamos este lunes y que constituye una seria advertencia al Gobierno. La llegada de Feijóo ha dado un vuelco total al tablero político, que se observa en todos los aspectos que aborda el sondeo: el todavía presidente gallego ganaría las elecciones si se celebraran ahora; desplaza a Yolanda Díaz y Sánchez convitiéndose en el líder mejor valorado y se erige como el preferido para ocupar La Moncloa y frenar el ascenso de Vox - partido al que, no obstante, necesitaría para gobernar-, y muerde en todos los electorados.

El sondeo fue elaborado en plena euforia del PP y de Feijóo, nada más concluir el congreso del partido en el que se produjo el relevo de Casado, un dato que explicaría también la magnitud del vuelco. Pero los datos son abrumadores como para que el Ejecutivo de coalición no tome nota y trate de mejorar: el PP ganaría 33 escaños desde la encuesta de febrero; obtendría entre 118 y 121 diputados y aventajaría en 11 al PSOE, que bajaría de 120 a 107-110. El presidente gallego es, de hecho, el único dirigente que aprueba en valoración, con 5,2, un punto más que Sánchez, y es el preferido para ser presidente, con un 23,3%, siete puntos más que Díaz y Sánchez. También hay vuelco en las expectativas: el 40,2% de los españoles creen que las próximas elecciones generales las ganará el Patido Popular, cuando en febrero el favorito era el PSOE, con 3,5 puntos más que los populares.

La encuesta del GESOP deja varios avisos muy serios a un Gobierno de coalición obligado a gestionar mejor la crisis.

Feijóo consigue penetrar, pues, en todo tipo de electorados, ya que, además de una alta valoración en el del PP (7,5), le aprueban los votantes de Ciudadanos y de Vox (6) y consigue un aprobado (5) hasta entre votantes socialistas. Además de reforzar la fidelidad de voto del PP (7 de cada 10 volverían a votarlo), se llevaría un 45% de los votantes de Cs, que desaparecería del Congreso, y un 20% de los de Vox, que perdería una docena de diputados desde febrero (hasta 54-56). Con esta situación, la única forma de gobernar sería un pacto del PP con Vox, que Feijóo no ha descartado, pero es muy posible que se planteara de nuevo la gran coalición PSOE-PP si perdura la guerra de Ucrania y sus consecuencias económicas.

El dirigente gallego suma votos en distintas áreas ideológicas y podría llegar a La Moncloa, pero con Vox

De todos los frentes abiertos que tiene el Gobierno, solo aprueba en la respuesta política a la guerra, pero lo suspenden 8 de cada 10 en el plan económico ante las consecuencias del conflicto (incluidos dos tercios del PSOE y de UP) y en la manera de afrontar el paro de los transportistas (54,2% en contra). En el giro sobre el Sáhara, el presidente del Gobierno, que tomó una iniciativa personal en una cuestión que merecía el acuerdo con la oposición, el suspenso es del 56,5% de los consultados y solo lo avala el 10%.

El pesimismo, de todas formas, es generalizado en la sociedad española porque dos de cada tres encuestados piensan que un Gabinete del PP lo haría igual o peor.