Opinión | EDITORIAL

El cáncer en la España pandémica

Durante la pandemia “el cáncer no espera”

Durante la pandemia “el cáncer no espera” / Cancer patients receiving chemotherapy treatment in a hospital.

Este viernes se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa promovida por la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones médicas internacionales con la finalidad de concienciar a la población sobre los factores de riesgo y los hábitos saludables. Al mismo tiempo, este día permite visualizar los enormes avances científicos y las distintas problemáticas que los enfermos y sus familias han de superar.

En España se calcula que se diagnostican más de 200.000 casos al año, y deben lamentarse cerca de 100.000 defunciones, con un coste económico de unos 19.300 millones de euros, el 45% de los cuales son asumidos por los pacientes. Y las estadísticas anuncian que una de cada tres personas contraerá la enfermedad a lo largo de su vida, si bien sigue aumentado el porcentaje de supervivencia (cerca de un 60%) y la posibilidad de cronificación.

Ese sería el guion de cualquiera de los días dedicados a esta enfermedad de la última década. Pero como en tantos otros aspectos, la pandemia del coronavirus ha hecho desandar mucho camino. La enorme presión sobre el sistema hospitalario, especialmente durante el ejercicio de 2020, ha supuesto un menor índice de diagnóstico precoz de casos (en la primera ola bajó en un 21%) y un déficit en el tratamiento que, en 2021, se recuperó solo lentamente.

En el conjunto de Europa, las autoridades calculan que durante la pandemia ha habido un millón de casos no diagnosticados, que una de cada dos personas con posibles síntomas no accedieron a un diagnóstico con urgencia y que uno de cada cinco pacientes no recibieron los cuidados adecuados.

En el apartado de datos positivos, debe tenerse en cuenta la intensificación de la investigación. Entre los avances, la llamada medicina de precisión, que permite la secuenciación del código genético de los tumores para precisar así la diana farmacológica específica, o el hallazgo de biomarcadores del agresivo cáncer de páncreas a través de un análisis de sangre.

Iniciativas, toda ellas, puestas en marcha en nuestro país, como el fármaco que permite frenar el cáncer de mama, o el tratamiento de inmunoterapia CAR-T pensado para enfermedades hematológicas. Avances de todo tipo que no deben hacer olvidar la necesidad de mejora de los hábitos cotidianos y la identificación y eliminación de posibles factores ambientales que desencadenen la enfermedad.

Los recursos sanitarios extraordinarios desplegados ante esta crisis sanitaria no pueden ser desmovilizados en cuanto se supere su último pico: serán necesarios de momento para recuperar el tiempo perdido tanto en tratamientos como en diagnósticos. En este punto, y siguiendo el lema que preconiza este Día Mundial (Por unos cuidados más justos), conviene estar atentos asimismo a una realidad que muchas veces pasa desapercibida.

En España, incluso con un sistema de atención sanitaria universal a años luz de aquellos que convierten la salud en una mercancía que no todos se pueden permitir y no en un derecho, casi 30.000 personas con cáncer no han podido asumir los gastos derivados de la enfermedad por su situación de vulnerabilidad. Y aquí entran también dificultades sobrevenidas en el entorno familiar: pérdida del trabajo o de subsidios, discapacidades laborales, desplazamientos para efectuar la terapia, problemas de conciliación en el hogar o efectos psicológicos sobre los cuidadores.