Opinión | CORONAVIRUS Y SOCIEDAD

Lo que la pandemia se llevó

El covid-19 ha cambiado el mundo tal y como lo conocíamos, es decir, se perdió de forma brusca todo aquello que teníamos y que infinidad de veces no habíamos valorado hasta que dejamos de tenerlo, algo tan importante como el valor de las pequeñas cosas.

Gente con mascarillas en un mercado por la pandemia de covid

Gente con mascarillas en un mercado por la pandemia de covid / MANU MITRU

A principios del año 2020, se detectaba un nuevo coronavirus que inició su propagación desde Asia y que fue expandiéndose, exponencialmente, por todo el mundo. En marzo de ese mismo año fue declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta situación puso en jaque a toda la sociedad y se hizo patente la fragilidad a nivel físico, social y económico. El inicio de la pandemia se ha ido sucediendo a tal velocidad que no permitió pensar, en un primer momento, el alcance de la misma, pero ¿qué se llevó la pandemia de la sociedad?

Toda la sociedad de una forma u otra ha salido afectada por esta situación, en el mejor de los casos llevó al mundo a estar encerrado en casa y en el peor la pérdida de algún ser querido.

Y no solo esto, si no que el covid-19 ha cambiado el mundo tal y como lo conocíamos, es decir, se perdió de forma brusca todo aquello que teníamos y que infinidad de veces no habíamos valorado hasta que dejamos de tenerlo, algo tan importante como el valor de las pequeñas cosas.

Quién podía plantearse cuando cambiamos de año que en pocos meses dejaríamos de abrazar o besar a nuestros seres queridos, poder compartir con amigos y familiares una comida en un restaurante, hacer compras en compañía, viajar, ir a la playa, hacer ejercicio al aire libre, todo aquello que era cotidiano, de un día a otro, pasó a formar parte de nuestro pasado.

Ante tal situación no hubo más remedio que implantar medidas drásticas como el distanciamiento social, esta circunstancia hizo plantearse a la sociedad la importancia y necesidad de las relaciones sociales y familiares, dejando de lado el contacto directo y convirtiendo la comunicación a través de plataformas como algo esencial para sustituir las conversaciones cara a cara.

A pesar de que las nuevas tecnologías han permitido la interacción entre diferentes personas, lo que ha demostrado la pandemia es la necesidad, a pesar de todo, de tener un contacto físico con el entorno más cercano. Tras producirse el encierro y la vuelta a reencontrarse con seres queridos y amigos todos nos preguntábamos ¿doy la mano, un beso, me quedo a un metro de distancia?, incluso hoy en día todavía la sociedad se lo sigue planteando.

Pero ¿podemos considerar la pandemia del coronavirus como un hecho social? Algunas teorías sociológicas permiten entender la situación que vivimos con el covid-19. Ulrich Beck conceptualizó la sociedad de riesgo para aplicarse a la realidad que estamos viviendo en la actualidad, ya que esta propone, por un lado, que las sociedades modernas donde prima la tecnología, esta puede ser un arma de doble filo, pues permite la difusión de información que, en ocasiones, no tiene toda la veracidad deseada, pero también a través de las redes sociales, que ha permitido una forma en que las autoridades oficiales publicaban información de interés para la sociedad en general.

Para enmarcar la magnitud de la pandemia debemos tener presentes los sistemas de expertos, como los datos, estadísticas, etc., propuestos por Giddens, ya que sin éstos hubiera sido difícil comprender el alcance de la pandemia que hemos y estamos viviendo en la actualidad. No debemos olvidar que el coronavirus, sin darnos cuenta se ha convertido en un agente de cambio social.

Desde el punto de vista sociológico esta pandemia ha puesto en relieve y ha permitido visibilizar aspectos importantes de la vida social que, en el día a día, pueden pasar desapercibidos como las desigualdades sociales y las diferencias de clase, y no solo teniendo presentes las desigualdades en salud, si no mucho más allá, en tanto que las medidas implantadas por los gobiernos han sido diferentes en cada región del mundo.

La situación que conocimos a principios del año 2020 provocada por el coronavirus nada tiene que ver con la que vivimos actualmente, hemos pasado por seis olas diferentes, cada una con sus características, desde las primeras donde el número de contagios y muertes nos parecía desorbitado hasta la actual en el que a pesar de que los casos son mucho mayores por la denominada variante ómicron, la sociedad ha normalizado los datos porque la gravedad, gracias a las vacunas, es mucho menor y el número de muertes ha disminuido drásticamente.

Los hospitales no se encuentran en una situación de colapso extremo como en otras ocasiones y la sociedad en general, a pesar de los contagios, reclama la necesidad de volver a la situación del año 2019. La duda que se plantea es ¿volveremos a ser la misma sociedad que éramos antes de la pandemia?