Opinión | ANÁLISIS
Sin luz, sin Twitter
Los expertos aseguran que un país como España, con mar y reservas de gas para 40 días, es muy difícil que se vea colapsado por un gran apagón
Cinco, diez, hasta quince días sin electricidad. La posibilidad suena a broma. A imposible. A guion de una nueva serie. Pero basta ver la campaña del Gobierno austríaco para que la contingencia cobre aire de verosimilitud. Después de meses de confinamiento, de un virus que ha puesto en jaque el planeta, de una recesión inesperada y de una cadena de calamidades naturales, ya todo parece posible. De repente, parecemos instalados en una sala de cine de los años 70. En pleno auge del género catastrofista: 'El coloso en llamas', 'Terremoto', 'Aeropuerto', 'La aventura del Poseidón'… ¡Aquello sí era ecoansiedad!
Dos semanas sin electricidad. Los expertos aseguran que un país como España, con mar y reservas de gas para 40 días, es muy difícil que se vea colapsado por un gran apagón. Así que olvidémonos del camping gas. Nada de velas ni linternas. Respiremos, el móvil no se quedará sin batería. ¡Y las redes sociales permanecerán! Con los exhibicionismos de este o aquella. Con los insultos a granel, los vómitos de sectarismo y el torrente interminable de 'fake news'. ¿Quince días sin periodistas ni políticos retroalimentándose en Twitter? Imposible, dicen los expertos. Respiremos tranquilos. ¿Tranquilos?
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