HOGAR

Los colores, una cuestión clave en casa: ¿cuáles influyen positivamente en nuestro bienestar?

Descubre las mejores tonalidades para tu dormitorio, salón, comedor, baño o cocina

¿Sabías que hace más calor dentro de tu casa por el color de tus paredes? Cámbialas a este color

Los colores cálidos suscitan reacciones positivas por su calidez y energía

Los colores cálidos suscitan reacciones positivas por su calidez y energía / Agencias

Madrid

Los colores forman parte de nuestro entorno, y de manera inconsciente, producen estímulos visuales que influeyen en el estado de ánimo. La relación entre el bienestar y los colores no es simplemente un capricho estético, la ciencia respalda esta idea y existe toda una rama de la psicología que estudia este fenómeno.

Hasta ahora, la simbología del color se emplea en todo tipo de disciplinas  como la moda, el diseño, el arte, la arquitectura o la publicidad. De hecho, es muy común que las empresas diseñen sus logos con el objetivo de enviar un mensaje u otro al consumidor. Además, los diferentes colores pueden modificar algunos aspectos de nuestra casa, como por ejemplo en la temperatura. Los colores fuertes y oscuros generan más calor que si tuvieras las paredes pintadas de colores claros, en cambio estos, absorben mucho menos calor y reflejan más eficientemente la luz natural. Por eso, es importante entender cómo puede afectar la selección de tonalidades para tu hogar.

Las tonalidades perfectas para cada habitación

Principalmente, distinguimos entre dos tipos de tonalidades: los cálidos y los fríos. Los colores cálidos, como el rojo, amarillo o naranja, generalmente suscitan reacciones positivas por su calidez y energía, pero también pueden generar un poco de hostilidad o enfado. Mientras que si pensamos en colores fríos, como el azul, morado o verde vemos un ambiente más triste, aunque también pueden provocar tranquilidad y calma. Y aunque, tendemos a usar los mismo tonos de color para la casa, los expertos recomiendan ajustarlos a las distintas estancias.

Para las habitaciones como el salón, ya que queremos crear una estancia acogedora y hospitalaria, unos colores neutros como el beige -más cálido- o el gris -tono frío- pueden funcionar muy bien para transmitir tranquilidad. Combinar estos colores de pared con muebles terracota o marrones, ayudan a añadir un toque de color y generar un ambiente confortable.  Los colores cálidos, rojizos y anaranjados estimulan el apetito y fomentan la sociabilidad, por lo que son el maridaje perfecto para el comedor.

Para fomentar el descanso, los expertos recomiendan usar tonos suaves en el dormitorio como el azul o los verdes claros. También en la cocina, para incrementar la sensación de limpieza, son recomendables las tonalidades frías. Y en el baño, donde el uso del blanco crea mucha frescura. A pesar de las recomendaciones de los psicólogos, la clave del interiorismo está en crear combinaciones armoniosas y la iluminación de cada habitación.