Hasta los rincones más difíciles: como limpiar los raíles de las ventanas con este sencillo truco

Limpiar los rincones más inaccesibles de una casa es siempre un dolor de cabeza: juntas de azulejos, campana en la cocina y, como no, los raíles de las ventanas, que seguro que tenemos unas cuantas. Muchos optan por ignorarlo deliberadamente, y otros se rompen la cabeza intentando limpiarlo. Pero tirando de ingenio siempre podemos conseguir hacer tareas así rápido y sencillo. Te contamos el truco.

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Cómo limpiar los raíles de la ventana sin esfuerzo

Para este truco solo vas a necesitar un secador de pelo y una bolsa. Es tan fácil como desenroscar la parte de atrás del secado de pelo, colocar la bolsa de plástico y volver a enroscarla. Así podremos atrapar las motas que se resiste en el fondo de estos rincones.

Otro método casero adicional muy popular para el que tan solo se necesitan dos productos muy utilizados en la limpieza: el bicarbonato y el vinagre blanco. Ambos productos mezclados y aplicados sobre los raíles provocarán una reacción efervescente que levantará la suciedad y hará mucho más sencilla su eliminación.

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Recuerda que de forma periódica en nuestra sección de Decoración vas a encontrar todo tipo de trucos que pretendemos que te ayuden a mejorar la limpieza de tu casa. Los expertos en hogar aseguran que no es tanto lo que limpies como lo que no ensucies. Esto es: se puede ahorrar tiempo e incluso dinero siendo ordenado.

Además los productos de limpieza hoy en día están al alcance de casi cualquier persona. De hecho en nuestra sección de Vida y Estilo te contamos en muchas ocasiones productos que están a buen precio y que puedes conseguir en tu supermercado de confianza. Se trata de elementos que te van a hacer la vida más fácil.

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A la hora de limpiar tampoco conviene agobiarse con la necesidad de hacerlo todo en un mismo día. De hecho muchos cogen malas costumbres en las tareas del hogar por la “manía” de dejarlo todo para un solo día. Los expertos en este tipo de labores aseguran que es mejor repartirlas entre varios días de la semana para hacer más llevaderas las tareas. No pasa nada por perder una hora al día si a final de mes eso hace que el trabajo sea más asequible.