Un ayuntamiento inglés impone la comida vegana: solo alimentos y bebida vegetales

El Ayuntamiento de Nottingham, gobernado por los laboristas, ha prohibido la carne y los lácteos en las reuniones de concejales y/o de empleados. La medida fue tomada el pasado 9 de septiembre y entrará en vigor a finales de este mes, el día 30. A partir de entonces, solo se servirán comida y bebida de origen vegetal.

Se ha tratado de una decisión adoptada por una motivación ecologista que busca la reducción del consumo de productos de origen animal. Por el momento, la alcaldía permite que aquellos trabajadores que no deseen seguir esta norma, sí puedan llevar sus propios alimentos de casa.

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La concejala Sam Lux, que se encarga de la competencia de disminuir las emisiones de carbono en el municipio -aparte de tener la responsabilidad en más áreas, como ocio y cultura-, ha explicado que la disposición responde al "alto impacto en carbono de la carne y los productos lácteos". Y ha matizado: "Solo tendremos catering interno basado en plantas".

Pero la acción por el beneficio del planeta no se limita a esa orden. Además, el Consistorio liderado por la alcaldesa Wendy Smith promocionará de manera expresa la alimentación vegana: "También planificaremos una semana de promoción de alternativas a la leche láctea en octubre para que el personal pruebe la leche vegetal en sus bebidas de la cafetería, sustituyendo todas las bebidas a menos que se solicite específicamente lo contrario".

Por otro lado, la oposición ha señalado que la resolución se ha tomado "apresuradamente" y han indicado su inconformidad: "No he visto ningún documento de consulta al respecto ni se ha votado en el pleno", ha resaltado concejal independiente Andrew Rule. También un sindicato de agricultores se ha pronunciado en contra de la medida. En cambio, las autoridades de Nottingham defienden que los gobiernos de otros municipios ya han aplicado esta misma pauta u otras similares, como el condado de  Oxfordshire, el ayuntamiento de Exeter y el ayuntamiento de Cambridge.

Según señala el diario inglés The Daily Telegraph, el origen de esta inquietud en el Ayuntamiento fue la presión de los activistas climáticos, que han insistido mediante sus protestas públicas en la importancia de proteger el medio ambiente y han puesto como objetivo que Nottingham logre ser neutra en emisiones de carbono para el año 2028, un propósito con el que el Consistorio se ha mostrado alineado.