Estas son las cascadas más impresionantes de España y que probablemente no conocías

Si hay algo que destaca del territorio de España, eso es su diversa orografía. Se trata del segunda país más montañosos de Europa, esta particularidad hace que en su interior se encuentren una variedad de pliegues, valles y otros elementos naturales. Dentro de estos asombrosos paísajes, se encuentran las cascadas, espectaculares caídas de agua que ofrecen una visión sin igual. Las más bellas, dentro del territorio peninsular, se encuentran en el Pirineo Aragonés.

Si te gusta "La Bella y la Bestia" tienes que visitar este pequeño pueblo

1. Cascada de Aso

Ubicada en la zona interior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, este elemento de la naturaleza se encuentra cerca de la histórica Ermita de San Úrbez, en el impresionante Cañón de Añisclo. Su caída es de 30 metros de alto y a su alredor se levanta un entorno rodeado de frondosos bosques y formaciones rocosas que no dejan indiferente a nadie.

Para llegar hasta ella, hay que atravesar a pie un sendero que cruza paisajes escarpados y ofrece vistas panorámicas del cañón. Se trata de un terreno inlcinado y compuesto de rampas, tras el cual la vista que ofrece es espectacular.

2. Cascada de Espigantosa

Perteneciente al Valle de Eriste, esta cascada está considerada uno de los tesoros ocultos del Pirineo aragonés. Su caída es de 20 metros y el paísaje a su alrededor lo conforman bosques ribereños y abetales. Además de disfrutar de la cascada, los visitantes pueden explorar los senderos y el valle.

3. Cascada de Gorgol

Con una caida de 15 metros, la Cascada de Gorgol se encuentra en un barranco del mismo nombre cuyo atractivo resulta irresistible para escaladores y barranquistas. Conformada por un entorno rocoso, se trata de un espectáculo visual impresionante y un punto de referencia en el mapa de la naturaleza aragonesa.

4. Cascada de Orós Bajo

Cerca del pueblo de Orós Bajo, esta cascada que recibe el mismo nombre se esconde tras un barranco en el Valle del Tena. Siendo uno de los puntos con mayor afluencia de turístas, es un lugar ideal para refrescarse durante los meses de verano, ofreciendo aguas cristalinas y un entorno natural que invita a sumergirse y disfrutar del frescor.

5. Cascada del Sorrosal

Se trata de un destino imprescindible para quienes visitan Huesca. Situada en el Valle de Ordesa, esta cascada posee un encanto único que la convierte en una de las favoritas de la región. El acceso comienza desde Broto, un corto sendero de unos 300 metros, que lleva directamente a la cascada. Durante su recorrido, se puede ver un arroyo rodeado de frondosa vegetación. La historia de esta cascada es curiosa, ya que tiene su origen en la acción de un glaciar y está rodeada de fósiles acuáticos que añaden un toque de misterio a la experiencia.

Ya sea que busques la emoción de la aventura o la tranquilidad de un entorno natural, las cascadas del Pirineo aragonés son una buena opción para desconectar y quedar maravillado ante un paisaje sin igual.