Llega la temporada de higos: la receta más dulce para tener éxito en tus quedadas de verano

El higo es un fruto que ha formado parte de la dieta cotidiana de diversas culturas desde antaño. Por ejemplo, en Egipto, concretamente en la pirámide de Gizeh (año 4.000- 5.000 a.C.) se han encontrado dibujos representativos de su recolección. No sólo en la cultura gastronómica, también se cultivan las higueras comunes, originarias del Mediterráneo, como adorno en los jardines y en los patios internos.

Siempre fue un alimento esencial para los griegos, ya que las higueras se consagraban a Dionisios, el dios de la renovación. Cuando se fundaba una ciudad, se plantaba una higuera entre el ágora y el foro para señalar el lugar donde se reunirían los ancianos. Al ser el manjar predilecto de Platón se le conoce como la fruta de los filósofos. Galeno recomendaba su consumo a los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos.

Sabor y aporte nutricional

Hace siglos que los higos son considerados un maná en la mesa, tanto por su delicado sabor como por sus increíbles propiedades. El único inconveniente, como en todas las frutas, era la estacionalidad. Dependiendo de su uso, se pueden dividir en dos grupos: frescos o desecados. Los higos para consumo como fruta fresca tienen la piel tierna, pocas semillas y tienen una maduración larga. Los higos de secar tienen una piel más tenaz y entera, y suelen madurar más rápido.

El higo es una fruta muy sensible que tiene que ser manipulada con especial atención. Si se compran verdes, se pueden dejar madurar a temperatura ambiente. Si los compramos maduros (la piel presenta arrugas y aberturas), se pueden guardar en la zona menos fría de la nevera no más de 3 días. Debido a su mayor contenido en azúcares, los higos tienen un aporte calórico mayor al de la media de las frutas, alto contenido en fibra y potasio.

Tarta de higos y almendras

Si quieres incluir este fruto en la cocina dulce y preparar un postre para chuparse los dedos deberás reunir un molde desmontable, papel vegetal, cuencos, varillas eléctricas y una espátula.

• 100 g mantequilla
• 100 g azúcar
• 2 huevos
• 125 g almendras molidas
• 50 g harina
• 0,5 cucharaditas de gasificante
• 125 g yogur griego
• 6 higos frescos (entre 6-8)

En primer lugar deberemos precalentar el horno a 180 °C y preparar el molde desmontable, soltar el anillo, colocar una hoja de papel vegetal en la base, cerrar el anillo y untar los bordes y base con mantequilla o aceite. En tercer lugar, deberemos tener la mantequilla a temperatura ambiente al menos 20 minutos para que esté blanda al momento de batir. Y después, partir los higos en cuartos hasta tener unas 12-14 porciones.

Por otro lado, para la preparación del bizcocho colocaremos la mantequilla y el azúcar en un cuenco grande y comenzar a batir con varillas eléctricas hasta que la mezcla esté aireada y blanquecina unos cinco minutos. Los siguientes pasos son añadir los huevos uno a uno, mezclando bien y añadiendo las almendras molidas, la harina y la levadura. Por último, deberemos agregar a la preparación el yogur griego, mezclando bien con espátula hasta que esté integrado a la mezcla.

El siguiente paso es verter la preparación en el molde y alisar con espátula, colocar los higos partidos en cuartos sobre la mezcla hasta cubrir toda la superficie y hornear durante 60 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.

El último paso será retirar el molde del horno y dejar enfriar 10’ antes de desmoldar y dejar enfriar por completo.

El ingrediente estrella en las mermeladas

Para elaborar una rica mermelada de higos, cuya receta básica ocupa un lugar importante en nuestro recetario, necesitaremos 1 kg de higos, 500 gramos de azúcar, 300 ml de agua y jugo de medio limón.

1. Lava y pela los higos con mucho cuidado para evitar que se rompan si están demasiado tiernos.
2. Una vez estén bien pelados, introduce los higos en una olla o cazo y echa agua hasta llegar a cubrir, por lo menos, la mitad de los higos. Coloca la olla en el fuego, deja que se cocinen durante unos 15 minutos aproximadamente y ve removiendo con una cuchara de vez en cuando.
3. Añade el azúcar por encima de los higos y vierte también el jugo de medio limón, que previamente deberás haber extraído. Asegúrate de que el zumo de limón quede bien distribuido e impregne toda la fruta de manera uniforme.
4. Cocinar a temperatura media-baja durante unos 20 o 30 minutos, hasta obtener la consistencia y textura deseada. Remueve la mezcla varias veces para evitar que la mermelada se queme.