ALIMENTACIÓN

Ni enteras ni machacadas: así es como se consumen las semillas de chía correctamente

Aunque este alimento se haya puesto de moda, debes aprender a consumirlo de manera apropiada

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Descubre por qué es bueno para tu salud tomar semillas de chía con frecuencia

Descubre por qué es bueno para tu salud tomar semillas de chía con frecuencia / Pexels

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Originarias de una planta de Centroamérica y tras haberse investigado bastante recientemente, el uso de las semillas de chía se ha extendido porque cuenta con grandes propiedades.

Favorecen una mejor digestión y tránsito intestinal, son antiinflamatorias (ideales para atenuar dolores menstruales y para prevenir enfermedades cardíacas), disminuyen los niveles de azúcar en el organismo, suponen una buena fuente de calcio, bajan el colesterol, tienen un bajo índice calórico y sacian, lo que contribuye al control del peso. Contienen antioxidantes, minerales, vitaminas, calcio, fibra y aminoácidos.

No obstante, cabe advertir que cualquier alimento por sí solo no supone un "milagro". Si tienes cualquier enfermedad o alguna cuestión que deseas tratar para mejorar tu salud, consulta con un médico o con un especialista.

Cómo tomar semillas de chía: preparación, cantidad y recetas

Las semillas de chía deben estar hidratadas para su consumo, ya que cuando están secas no se liberan del mismo modo los nutrientes que contiene en su interior. Para ello, deberás sumergir la cantidad deseada en un líquido como agua o zumo. En 10 o 15 minutos lo habrán absorbido y habrán aumentado considerablemente su tamaño. Si, aun así, quisieras tomarlas secas, deberías triturarlas previamente para alcanzar y aprovechar estos nutrientes y para que, además, el organismo las absorba mejor.

La cantidad recomendada de semillas de chía es un máximo de 15 gramos al día, lo que equivale a dos cucharadas soperas.

Para incluir las semillas de chía en tu dieta, puedes emplearlas para aderezar ensaladas y yogures con frutas o frutos secos. Otra opción es mezclarlo con otros ingredientes en tus batidos caseros. También es posible espolvorear estos pequeños granos sobre una tostada, por ejemplo, con mermelada o con aguacate y queso fresco.