AUTÓNOMOS

Tras 15 años embargado, perdonan una deuda de 3,7 millones de euros a un trabajador

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Gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, este trabajador por cuenta propia ha conseguido librarse de este dinero

Hombre trabajando

Hombre trabajando / Pexels

EPE

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Muchos trabajadores autónomos se ven ahogados por no poder hacer frente a sus deudas. Este es el caso de un autónomo que, después 15 años de embargos, ha conseguido una sentencia donde se le perdona devolver su deuda de 3,7 millones de euros.  Esto tiene una razón y es la Ley de Segunda Oportunidad, en la que este hombre por cuenta propia ha conseguido librarse de este dinero, gracias a una sentencia del Juzgado de lo Mercantil n.º 3 de Madrid, como informan desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento. 

¿Cómo acumuló la deuda?

El problema principal de este hombre es cómo cayó en la acumulación de esa deuda. La pesadilla de este trabajador empezó en 2006 cuando formaba parte de una cooperativa de promociones inmobiliarias en la que estaba su padre. En estos momentos, pide una serie de préstamos y se convierte en avalista de esto, pero en 2008, se ve obligado a cerrar la cooperativa por el impago de los clientes.

A partir de ese momento, todo se le puso en contra y no pudo hacer frente al pago correspondiente que le solicitaban varias entidades. Esta situación le afecto a su estado de salud, aunque no fue excusa para dejar de negociar esos pagos. Lo que hizo para remediarlo fue entregar a la Sareb una casa con el objetivo de reducir su deuda, pero esta seguía aumentando a medida que pasaban el tiempo.

A partir de 2019 se puso en contacto con la asociación de Sareb y mediante la Ley de Segunda Oportunidad pudo hacer frente a su deuda. Siguiendo la ley, ya que el autónomo no tenía delitos acumulados de índole económica, tenía la consideración de ‘deudor de buena fe’, lo que explica su derecho a solicitar la exoneración del 100 % de la deuda en el juzgado. En definitiva, sus abogados presentaron la demanda y posteriormente fue acatada por el Juzgado de lo Mercantil.