LA VIDA CONTIGO

¿Quieres leer más de cuatro libros al año? Apunta estos consejos para conseguirlo

Compartir la afición con familiares y amigos, planificar un horario o no obcecarnos con textos densos, estrategias para aumentar el número de lecturas

Libros en una librería

Libros en una librería / Alba Vigaray

J.M.C.

Para muchos, un placer. Para otros, un hábito perdido. En papel o en digital, la lectura ha sido uno de los pasatiempos favoritos desde hace años, además de una excelente manera de mantener activo nuestro cerebro. Los hay que devoran libros y son capaces de acabarse varios al mes, mientras otras muchas personas se quedan enganchadas en las primeras páginas de cada novela, relegando sus volúmenes a simples decoradores de estanterías.

Mejorar el vocabulario, mantener la mente despierta, trabajar la imaginación... Son múltiples los beneficios que tiene en nosotros dedicar parte de nuestro tiempo a la lectura, si bien no siempre es fácil sacar tiempo para hacerlo. ¿Lees menos libros de lo que te gustaría? No te preocupes, aquí dejamos una serie de consejos para coger hábito y mejorar el número de lecturas anuales.

Comparte tu afición

Es difícil asumir un hábito cuando tienes que dedicarle tu tiempo en soledad. La lectura, como cualquier otro hobbie, es más divertida si la hacemos con compañía. No quiere decir que leamos a cuatro ojos, sino comentar después nuestra experiencia y debatir acerca del texto. No dudes en charlar acerca de los libros que estés leyendo con amigos y familiares, así como intercambiar volúmenes con ellos. Déjate aconsejar por lectores expertos y sugiéreles otros libros según tus gustos.

Además, los clubes de lectura también son una gran decisión a la hora de empezar a leer. Escoged un texto entre varias personas, animaos a poner una fecha límite e id haciendo quedadas para comentar lo que os sugiere el texto. Leer es contagioso: cuanto más veamos hacerlo, más nos va a apetecer.

¿Libros gratis y recomendados? Sí, por favor

¿No estás seguro de qué libro leer? ¿No quieres gastarte dinero en un texto que ni siquiera estás seguro de que te vaya a gustar? Existe un lugar en el que solucionar estos problemas: las bibliotecas. El préstamo de toda clase de volúmenes y recomendaciones de sus experimentados trabajadores son solo algunos de los beneficios que encontrarás por apuntarte a uno de estos espacios, que suelen ser públicos y de uso gratuito. También puedes descubrir las últimas novedades literarias o compartir la afición con otros usuarios a través de los clubes de lectura que suelen montarse.

Si los encuentros físicos no son para ti o no tienes tiempo de acudir presencialmente a una biblioteca, también tienes clásicos digitalizados de descarga gratuita en la web, para leer desde un e-book o la propia pantalla del ordenador. Para las recomendaciones, encontramos reseñas de editoriales, críticas literarias en periódicos o revistas especializadas e, incluso, booktubers que utilizan las redes sociales para mostrar sus lecturas favoritas.

Mejor relatos fáciles que densos ensayos

Los libros, como las películas y las series, tienen diversas temáticas. Existen infinidad y para todos los gustos. Misterio, ficción, costumbrismo, comedia, infantil... Escoge siempre de manera inteligente, siguiendo tus gustos e intereses propios, o pide consejo a personas que te conozcan bien. Y, sobre todo, no te emperres: si un texto no consigue convencerte en las primeras cien páginas y te es un suplicio avanzar cada vez que coges el libros, déjalo. Nada desmotiva más que tener que leer por obligación.

De igual manera, las lecturas pueden ser más divertidas, con un lenguaje más llano, o más sesudas, con textos de difícil comprensión para usuarios poco avezados. Si eres una persona poco acostumbrada, recomendamos comenzar por relatos cortos y fáciles. Mejor dejar las novelas difíciles y los densos ensayos para más adelante, cuando tengamos hecho el hábito. Importante el tema del lenguaje, que sea sencillo es primordial.

Dejamos por aquí una serie de clásicos que pueden servirte de inspiración si no sabes por dónde empezar (algunos son para niveles más avanzados, pero todos deberían ser leídos al menos una vez en la vida).

Planifica tu tiempo

¿Nada más despertarte o justo antes de irte a dormir? ¿De camino al trabajo o en el descanso de mediodía? Como con cualquier otra actividad, lo mejor es planificar un momento al día para leer. No te engañes: si eres de los que deja la lectura para "cuando tenga un rato", sabemos lo que ocurre al final... que terminas por no hacerlo.

Para crear costumbre hay que repetir y repetir. No tiene por qué ser mucho tiempo seguido ni siempre a la misma hora exacta. Si no estás suficientemente concentrado, lo mejor es dejarlo ese día. De la misma forma, si estás enganchado a la lectura, aprovecha y échale un ratito más. Inicialmente, con unos 20 o 30 minutos diarios será suficiente: la clave está en cumplirlo hasta generar el hábito. Y cuando ya lo hayamos asumido y nos parezca tiempo insuficiente, podemos ir aumentándolo poco a poco.

Si tener una buena organización y reservar un pequeño espacio de tiempo es importante, acertar con el momento adecuado es vital. ¿Antes de desayunar, después de comer o cuando te vas a acostar? Cada persona es un mundo, pero recomendamos leer de noche. Más tranquilidad, sin el estrés del trabajo y te permite alargarlo el tiempo necesario. Además, ayuda a conciliar el sueño. ¡Aunque cuidado! Si nos enganchamos demasiado, acabaremos por reducir el tiempo de sueño, que también es importante.

Mejora la concentración

Antes era la televisión, ahora el teléfono móvil. Las pérdidas tontas de tiempo son el mayor rival para coger el hábito de lectura. ¿Cuántas veces nos sorprendemos pasando fotos o vídeos en Instagram o TikTok sin realmente prestarles ni un ápice de atención? Para evitar esto, existen aplicaciones que limitan el tiempo en el uso diario de las redes sociales. Gestionar de forma correcta esas distracciones nos puede hacer ganar unos valiosos minutos al día, que podemos dedicar a los libros.

Separarnos del móvil (silenciarlo incluso), alejarnos el mando de la televisión, colocarnos bajo una buena luz y mantener una postura cómoda. Cuatro simples pasos para una buena lectura. La concentración aumentará y, con ella, seguro que mejoraremos nuestra ratio de libros leídos a final de año.

Aprovecha los tiempos muertos

Si bien leer en la tranquilidad de casa es lo mejor para coger un buen hábito, también podemos aprovechar cualquier pequeño momento que tengamos para engancharnos a un buen libro. En el autobús camino al trabajo, mientras esperas en la peluquería o antes de entrar al dentista, la oportunidad para leer también está en esos pequeños momentos. Por eso, cuando sepas que puedes tener un rato libre, lleva siempre contigo una buena lectura. Si el libro es demasiado pesado para ir cargándolo por todos lados, piensa en pasarte a un e-book: ¡en una pequeña tableta puedes tener cientos de miles de páginas disponibles!