Las mejores actividades para fomentar la creatividad

La creatividad es una facultad humana a la que, por lo general, se le suele prestar mucha atención durante el desarrollo infantil, pero que a menudo tiende a verse descuidada cuando la rutina y los ritmos fijos de la vida adulta toman cierto protagonismo en nuestras vidas.

Como tal, llevar a cabo ejercicios que potencien y fomenten la creatividad es útil y deseable en todos los rangos de edad, ya que resultan muy beneficiosos en términos de realización, alegría o inspiración, y pueden ayudar a encontrar desahogo emocional y psicológico en adultos, además de resultar obviamente provechosos para los niños a la hora de dotarles de herramientas que usarán para obtener mejoras a nivel cognitivo, físico, mental y social.

Algunos de los ejercicios más recomendables son comunes a todas las edades, como pueden ser el dibujo y la pintura o el baile. En cambio, hay otros que se aplican de forma específica según si están dirigidos a niños o a adultos, como el uso de la plastilina en el primer caso o la jardinería en el segundo.

Los estudios científicos concluyen que los niños poseen más procesos de pensamiento creativo que los adultos, lo que hace patente que conforme crecemos vamos encauzando de cierta manera nuestros trenes de pensamiento, de forma que siempre terminamos solucionando los problemas que se nos presentan de la misma manera, por lo general debido a que nos ha funcionado bien en el pasado. Sin embargo, otros trabajos sugieren que la creatividad es un importante impulsor del éxito profesional, ya que está ligada a aspectos como el diseño o el aumento de la productividad.

¿Cómo trabajar entonces para potenciar nuestra capacidad creativa?

A la hora de trabajar con niños, estas son ocho actividades que servirán para estimular su creatividad:

• Dibujo y pintura: una de las formas más básicas y conocidas de aliviar los estímulos creativos tanto en edad infantil como en adultos. Es importante dar a los niños libertad para que se expresen como quieran, lo que además será útil para descubrir cosas sobre su personalidad y su forma de ver el mundo.
• Jugar con plastilina: esta sencilla aproximación a la escultura facilita la comprensión y traslación de los diseños en tres dimensiones, lo que permite variar entre diversos enfoques y puntos de vista además de desarrollar la psicomotricidad fina y tener efectos relajantes.
• Resolver puzzles: los rompecabezas permiten aplicar tanto el análisis y la coordinación óculo-manual como el método de ensayo y error. También son una actividad ideal para hacer en familia, ayudando al crecimiento social, y permiten alcanzar un éxito claro, lo que redunda en sentimientos de realización y alegría.
• Manualidades: baratas, sencillas y con un potencial casi infinito. ¿Qué materiales utilizar? ¿Cómo combinarlos? Además de las elecciones que tendrán que hacer, las manualidades permiten a menudo introducir modificaciones e ir cambiando el proyecto inicial sobre la marcha, mejorando el diseño y trabajando aspectos como la paciencia, la concentración y la psicomotricidad.
• Baile, música y expresión corporal: cantar y bailar son de las actividades que más les suelen gustar a los niños. Antes de adquirir la vergüenza que les impedirá en muchos casos hacer lo que realmente quieren hacer cuando crezcan un poco, escuchar música, cantar y mover el cuerpo al ritmo de las canciones son acciones que potencian la autoestima y proporcionan una alegría genuina y casi instantánea.

• Acudir a museos o exposiciones: las visitas a espacios culturales permiten a los niños adquirir conocimientos y descubrir enfoques, técnicas y resultados diferentes a los que han aprendido anteriormente. Como extra, encontrarse en un entorno de ese tipo, al que seguramente no estén habituados, también les fuerza a desenvolverse de forma diferente y relacionarse con su alrededor de maneras nuevas.
• Leer y escuchar cuentos y relatos: es una actividad que les descubre mundos y experiencias, y además pueden formar parte de la vivencia explicando cómo se imaginan lo que están escuchando, y una vez tienen edad suficiente como para leer ellos mismos, tendrán que darle forma en su cabeza a las palabras que aparecen en el texto.
• Juegos de palabras: hay un buen motivo por el que juegos como el 'Veo-veo' o el 'Ahorcado' son populares desde hace décadas. A los niños les encantan, ayudan a ampliar su vocabulario, su ortografía y su capacidad de expresión, y tienen la ventaja de que se pueden jugar en cualquier momento.

En cambio, para trabajar la creatividad con adultos, además de las ya mencionadas como la pintura, el baile, la lectura, las manualidades o la música, estas son otras actividades que ofrecerán buenos resultados:

• Escritura creativa: ideal para explorar nuevas ideas y descubrir formas de plasmarlas. Aunque leer es una de las acciones creativas más poderosas, encontrar un puñado de palabras que planteen situaciones novedosas o diferentes a las habituales es un ejercicio sencillo y que puede llevarse a cabo dedicando apenas unos minutos al día.
• Artesanía: el bricolaje y el 'do it yourself' plantean un abanico de posibilidades casi infinito y que nos permite crear en muchísimas direcciones distintas. Sea como decoración, como solución a un problema concreto en casa o por el puro placer de hacer, plantearnos un objetivo y diseñar una forma de hacerlo realidad interactúa directamente con nuestra faceta creativa. Internet hace además tremendamente accesibles los métodos e ideas para acercarnos a lo que queramos fabricar: velas, zonas de almacenaje, dioramas...