RADARES DGT

Los radares cascada de la DGT: no te sirve frenar justo unos metros antes para evitar la multa

Tráfico cuenta con un sistema para 'cazar' a los conductores que frenan antes de los radares

Un radar.

Un radar. / EFE

H.G.

El exceso de velocidad es una de las principales causas de la siniestralidad vial. A la vista de las aciagas cifras de siniestralidad en las carreteras españolas en 2022, que ha cerrado con  1.145 fallecidos, lo que supone un incremento del 14% respecto a 2021 (1.004 personas), la Dirección General de Tráfico (DGT) está endureciendo sus sistemas y protocolos de control del exceso de velocidad.

La DGT ya cuenta con una amplia red de radares de velocidad para que los conductores cumplan con los límites establecidos. Concretamente, el organismo cuenta con 780 radares fijos y 545 móviles. Asimismo, está incorporando nuevas herramientas y sistemas de disuasión para tratar de evitar las infracciones y, en caso de que se produzcan, castigar a los responsables.

Y es que, a pesar del amplio despliegue de radares y controles en las carreteras españolas, hecha la ley, hecha la trampa. Los radares fijos están identificados y su ubicación es pública; mientras que la de los controles móviles suele conocerse gracias a las comunidades de conductores que van publicando la posición de estos cinemómetros conforme se los van encontrando. 

Nuevo sistema antitramposos

De esta forma, muchos conductores pueden correr al volante y evitar las multas frenando justo antes de llegar al radar, para después volver a acelerar. No obstante, la DGT es consciente de esta práctica habitual y dispone de una nueva herramienta que le permite cazar a quienes las llevan a cabo: los radares cascada.

Se trata de un sistema que combina un radar fijo con uno móvil. Antes o después de la posición de un radar fijo se coloca uno móvil, detectando así cuando el conductor frena o acelera y registrando la velocidad real de circulación