MASCOTAS

De esta forma le puedes hacer más fácil a tu perro sus últimos años de vida

Como cuando son cachorros, los perros ancianos necesitan unos cuidados específicos para vivir su vejez de la mejor manera

Un perro posa las patas sobre las manos de su dueña

Un perro posa las patas sobre las manos de su dueña / A. D.

S. C.

Cuando nuestro perro cumple los 10 años ya se puede considerar que ha entrado en la etapa anciana y, al igual que cuando es cachorro, necesita unos cuidados específicos por nuestra parte. Tenemos que hacer todo lo posible por facilitarle a nuestro fiel compañero los últimos años de su vida. Para ello te contamos en este artículo cómo saber si tu perro es anciano, qué síntomas puede tener y qué debes hacer y no hacer para cuidarle lo mejor posible.

¿Mi perro ya es anciano?

Dependiendo de la raza y de su tamaño, un perro puede tener una esperanza de vida más corta o más larga. Los perros pequeños y cruzados viven, en general, más años que los grandes y de pura raza. Es decir, un cruce de podenco con bodeguero tiende a vivir casi el doble de años que un danés de pedigrí. Pero, en cualquier caso, un perro bien cuidado siempre sufre menos dolencias en la vejez.

Para saber si nuestro perro ya ha llegado a su etapa más anciana debemos observar ciertas características físicas. Su pelo tiene a cambiar de color, y a ser más duro y áspero. Es algo así como si le salieran canas. Comienza a perder tono muscular, sobre todo en las patas, y la piel está menos tersa. También suelen tener los ojos más turbios o con bolsas. Es como un envejecimiento humano.

Y esto, implica también algunos cambios en su carácter y su comportamiento a los que se debe atender. Como su metabolismo y sus músculos ya no son tan fuertes, el perro perderá energía y ya no querrá correr o dar paseos tan largos, sino que buscará ratos de tranquilidad en el sillón cerca de ti. Esto hará que pierda el apetito y coma menos. Debido a esto, es posible que se altere su tránsito intestinal y tenga diarrea o estreñimiento.

Sus sentidos dejarán de ser lo que eran. Es posible que pierda vista y olfato. Lo notarás porque ya no olfatea tanto el suelo o porque le cuesta escucharte cuando le llamas. Eso hará que se desoriente un poco y le cueste llegar a las estancias de la casa, e incluso que le resulte más difícil reconocer a familiares. Todos estos síntomas pueden indicar que tu perro se hace mayor.

¿Cómo debo tratarlo?

Adaptar la dieta

El primer error con un perro anciano es seguir dándole la misma alimentación que en su etapa adulta. Como su metabolismo se ralentiza, habrá algunos nutrientes que se deban aumentar y otros que se deban reducir. Lo mejor es cuidar su alimentación más que nunca y darle un pienso específico para perros de su tamaño y su edad. Pero, en caso de dudas, siempre se debe consultar con el veterinario.

Tranquilidad

A medida que el perro sea más mayor, empezará a estresarse más con las situaciones de bullicio, los ruidos fuertes o cuando hay muchas personas en un mismo lugar. En este momento, es mejor que aprovechemos para llevarlo a lugares tranquilos, agradables y cerca de la naturaleza de los que pueda disfrutar.

Paseos más tranquilos

Cuando sus huesos y sus músculos se empiezan a resentir, debemos empezar a pensar en realizar actividades más tranquilas con nuestro compañero. Sobre todo si sufren patologías tan comunes como artritis o displasia de cadera, es mejor que ya no lo llevemos a correr grandes distancias o a hacer ejercicio.

En consonancia, los paseos deben ser más relajados. No quiere decir que les saquemos menos, hay que seguir haciéndolo, al menos tres veces al día, pero pueden ser paseos más lentos, más relajados o, incluso, más cortos.

Contacto con otros perros

En esos paseos, notarás que tu perro ya no se relaciona tanto con otras mascotas. Esto no significa que se haya vuelto más arisco, simplemente que busca más tranquilidad, ya no quiere jugar de forma tan intensa. Puedes notarlo sobre todo con los perros más jóvenes, seguramente tu mascota los rechace porque sean demasiado enérgicos y ellos le rechacen por parecerles débil.

Viajar poco y cómodo

Como las personas cuando se hacen ancianas, el perro se sentirá cada vez más incómodo fuera de su entorno. Buscará acurrucarse en su cama de siempre, con su manta de siempre y, a ser posible a tu lado. Se deben evitar los cambios de entornos bruscos, como dejarlo con personas desconocidas o en otras casas.

Es posible que, entonces, pienses en viajar con tu perro, pero debes tener en cuenta algunas consideraciones: hay que buscar el medio de transporte que más comodidades brinde a tu perro anciano y, si viaja en transportín que sea lo más amplio y confortable posible.

Juguetes

Aunque no se debe cambiar demasiado su entorno, sí que debemos ir cambiando progresivamente sus juguetes. Hay que sustituir los juguetes más duros por otros más blancos que no hagan daño a sus dientes y encías. Además, una buena opción es utilizar juguetes de estimulación mental, esos en los que deben olfatear, buscar y encontrar premios, para evitar el envejecimiento cognitivo.

Visitar periódicas al veterinario

Cuanto más avanza la vida de tu perro, más veces acabará visitando a su veterinario. Su supervisión y sus revisiones deberán espaciarse menos en el tiempo para garantizar su cuidado. Además, al llegar a cierta edad, es posible que el veterinario pida hacer análisis periódicos a tu perro para observar su salud.