Alarga la vida de tu coche con la regla del minuto

Un buen mantenimiento del vehículo es fundamental para evitar más visitas al taller de las estrictamente necesarias, ya que disminuye considerablemente el riesgo de sufrir averías.

Con el objetivo de prevenir incidentes en carretera y garantizar la máxima seguridad vial, es importante revisar ciertos elementos del vehículo en función de su desgaste, kilometraje y años del automóvil.

Y es que hacer un correcto mantenimiento del coche no solo influye en la confianza y seguridad, sino que también es la mejor forma de alargar la vida útil del vehículo y evitarnos gastos innecesarios en costosas reparaciones.

Un minuto, mucha más vida útil

En este sentido, existe un truco conocido como 'la regla del minuto' que nos va a permitir prolongar el buen funcionamiento y rendimiento de nuestro motor. Además, se trata de un consejo muy sencillo de llevar a cabo.

Cuando arrancamos el coche, los lubricantes comienzan a repartirse por todos los rincones y las piezas del mismo. Por ello, lo mejor que podemos hacer es esperar un minuto con el coche al ralentí para dejar tiempo a que los líquidos se repartan efectivamente por todos los componentes y evitar así averías por obligar al motor a trabajar en frío.

Y lo mismo al terminar el viaje: lo ideal es no apagar el motor nada más parar. El motivo es similar al caso anterior: de la misma manera que los aceites en el arranque tardan en acondicionarse para lubricar, también dejan de circular al parar el motor. Entonces se estancan y el propio calor residual los quema, produciendo la famosa carbonilla que posteriormente aparece en cuerpo motor, cilindros, turbinas, catalizadores e inyectores, y que a la larga producen averías muy serias.