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¿Por qué tomar sopa durante un constipado? Sí, la ciencia lo respalda

Alimentos como la cebolla y el ajo son antigripales naturales, así como la manzanilla y las frutas y verduras de temporada

No, la miel no ayuda a aliviar el dolor de garganta

La sopa eleva la temperatura corporal, ayuda a hidratarse, contribuye a eliminar la mucosidad y estimula los cilios de la nariz, que actúan como barrera de entrada de virus y bacterias en el organismo.

La sopa eleva la temperatura corporal, ayuda a hidratarse, contribuye a eliminar la mucosidad y estimula los cilios de la nariz, que actúan como barrera de entrada de virus y bacterias en el organismo.

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

A mucha gente le pasa: cuando se está resfriado, el cuerpo quiere sopa. Y está respaldado por la ciencia: es un alimento efectivo para luchar contra un proceso gripal, un catarro o un simple resfriado. "La naturaleza es sabia, el cuerpo pide sopa porque necesita hidratarse y además ayuda a mantener la temperatura corporal". Lo explica la doctora Guadalupe Blay, responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Pero realmente, ¿hay alimentos más recomendados que otros cuando estamos resfriados? La doctora Blay asiente. El cuerpo, explica, necesita hidratarse, mantener la temperatura corporal y reforzar el sistema inmunológico. "Hay alimentos que nos ayudan a estar mejor porque refuerzan el sistema inmunológico también mientras se tiene una enfermedad", asegura.

¿Qué alimentos son los ideales para el resfriado? La experta en Nutrición recomienda siempre la fruta y verdura de temporada. Y entre ellas, principalmente, las que son ricas en betacarotenos, que son unos pigmentos responsables de los colores naranjas o rojos presentes en muchos alimentos (la zanahoria, la calabaza o la granada, por citar algunos ejemplos). Los betacarotenos son, además, antioxidantes, esto es, ayudan al sistema inmunológico a protegerse de enfermedades. Y un elemento fundamental para producir vitamina A. "La granada, por ejemplo, es muy rica en vitamina C y en ácido fólico: una granada cubre las necesidades diarias", afirma.

La granada es rica en betacarotenos, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico y es rica en vitamina C y ácido fólico.

La granada es rica en betacarotenos, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico y es rica en vitamina C y ácido fólico. /

Uno de los lugares comunes en relación al contenido de vitamina en la fruta es considerar a la naranja (y por extensión, los cítricos) como la reina de la vitamina C. ¿Y por qué es importante esta vitamina cuando se atraviesa un proceso gripal o catarral? Porque se almacena en el cuerpo y fortalece el sistema inmunológico.

Es una vitamina fundamental para luchar contra los virus de gripes y catarros, pero la naranja no es la fruta con mayor aporte de vitamina C. Las fresas y, sobre todo, el kiwi, aportan mayor cantidad de esta vitamina. "El kiwi aporta el doble que una naranja", explica Blay. "Además, la vitamina C estimula la absorción del hierro. Esto contribuye a una mayor cantidad de oxígeno y a estimular el sistema inmunitario para prevenir infecciones respiratorias".

Todo lo que cabe en una sopa

La doctora Blay menciona otros alimentos como ideales para combatir una infección respiratoria: el huevo, el ajo y la cebolla, "porque mejoran la respuesta del organismo ante virus y bacterias". La cebolla, además, ayuda a aliviar la inflamación de la garganta. La sopa es, pues, el plato estrella, fundamentalmente, de verduras. Y para los niños igual que para los adultos.

Un estudio del centro médico de la Universidad de Nebraska dirigido por el doctor Stephen Rennard, especialista en Neumología, indagó sobre los beneficios en procesos de infección respiratoria de la sopa de pollo. La investigación sugería que la sopa de pollo puede contener varias sustancias con actividad medicinal beneficiosa, por un efecto antiinflamatorio leve que podría resultar en la mitigación de infecciones sintomáticas del tracto respiratorio superior. No es un estudio concluyente, porque sólo pudo llevarse a cabo en un laboratorio (no tuvo fase de experimentación en pacientes), pero es indicativo.

La doctora Blay explica que, además de ayudar a mantener la temperatura corporal y ser hidratante, dos elementos fundamentales en la lucha contra procesos gripales, la sopa ayuda a combatir la mucosidad. "Ayuda a limpiar los senos nasales. Y luego, piensa que en la nariz tenemos unos cilios (que son diminutos cabellos) que actúan como barrera para impedir la entrada de bacterias, virus y otros organismos extraños, y estos cilios se ven muy estimulados con el calor del caldo, con lo que ayudan en una mayor protección".

¿Y qué hay de cierto en que el picante en la sopa también ayuda a disminuir la mucosidad? "Bueno, no hay estudios específicos sobre esto", aclara Blay, "pero sí que hay en el sentido de que estimula el metabolismo, y por lo tanto, aumenta la temperatura corporal y esto contribuye en la curación".

Grandes mitos que olvidar

Si la sopa es el gran clásico de la alimentación durante una infección respiratoria contrastada por la ciencia, hay otros mitos que, sin embargo, debemos descartar. Por ejemplo, que la miel suavice la inflamación de garganta. "En estudios recientes se ha demostrado que tienen el mismo efecto que un tratamiento con placebo", explica. Pero matiza: "Quizás suaviza un poco la garganta en el momento de la ingesta, eso sí".

Tampoco se puede afirmar, explica la doctora, que la fitoterapia -hierbas medicinales- como la equinácea, que suele utilizarse en infusiones en infecciones respiratorias, sean realmente efectivas. "No hay consenso científico en que ayude mucho a prevenir o ayudar en la recuperación", apunta.

Pero, sobre todo, la doctora Blay insiste en el principal mito en torno a las infecciones respiratorias: abrigarse no sirve para evitar la infección ni para sudar el virus. "Es importante el reposo, pero lo de abrigarse no sirve para nada. Como tampoco sirve poner una cebolla en la mesilla para la tos", dice entre risas. "Si tienes dolor de garganta, lo que sí sirve es infusionar una cebolla, y beber el caldo con un chorrito de mil y limón. Adiós al dolor de garganta y a la afonía".