REDES SOCIALES

BeReal, la app de moda entre los jóvenes: así fue mi experiencia durante un mes

La aplicación, fundada por un veinteañero español, aboga por la naturalidad y obliga a sacar una foto diaria con las cámaras frontal y delantera activas a la vez

En el centro, David Aliagas, el español que es uno de los fundadores de la app BeReal.

En el centro, David Aliagas, el español que es uno de los fundadores de la app BeReal.

Elena M. Chorén

Ser real es un rollo. Al menos, de la forma que plantea BeReal, la nueva aplicación de moda entre los jóvenes. A una hora “random” (aleatoria, en la jerga de generación Z) debes publicar una foto en el acto que captura al mismo tiempo lo que ve la cámara frontal y trasera del móvil. El objetivo es rebajar el nivel de postureo en redes sociales, pero el recorrido de esta red parece limitado, a juicio de los expertos, por sus carencias a nivel empresarial. Sin embargo, BeReal no deja de crecer (un 315% desde su lanzamiento y acumula cerca de 8 millones de descargas) y es muy popular entre los adolescentes y veinteañeros. En La Nueva España, del grupo Prensa Ibérica, la han probado durante un mes y estas son sus conclusiones.

A las ocho de la tarde del día de año nuevo saltó la primera notificación: hora de ser real. Lo de estar en pijama es lo de menos; lo realmente difícil es enfocar la escena y hacerse un selfie a la vez con un encuadre aceptable; sin papada y esas cosas. Si lo intentas muchas veces, la app se lo hace saber a tus seguidores. Así que para ser real de verdad vale todo. A lo largo de un mes he visto fotos de gente en el baño (al parecer, formaba parte de un reto viral), mesas repletas de cervezas desenfocadas y muchos chavales en clase. ¿Cuál es el sentido de todo esto? Los expertos apuntan a que la idea es crear un hábito, el de compartir sin descanso. El 88% de los usuarios de BeReal abre la aplicación a diario. En mi caso, cumplí con la foto 28 de los 31 días que tiene enero.

Algunos ejemplos de lo que se puede ver en BeReal.

Algunos ejemplos de lo que se puede ver en BeReal. /

“Lo que creo que hace diferencia a BeReal del resto de de redes sociales, cuyo modelo de negocio es que pasemos mucho tiempo en ellas, en BeReal lo que se busca es crear un hábito diario porque, cada día, debemos hacer una foto y solo así podemos ver qué están haciendo el resto de amigos en ese preciso momento. Con este concepto consigue alinearse con lo que se considera un uso sano de las redes”, explica Pablo F. Iglesias, CEO de CyberBrainers, un servicio de ciberseguridad y asesoramiento digital.

A partir del tercer día, es cierto: uno ya tiene el hábito de compartir y espera la notificación. Es en ese momento, superadas la primeras fotos, cuando te preguntas: ¿dónde está la gente? Los amigos se buscan entre los contactos de la agenda y los millennials (entre los 30 y los 40 años) nos encontramos con que la gente de al quinta no tienen instalada la app. También se pueden buscar perfiles concretos. Intenté hacerme amiga de Rosalía para inspirarme (que ya se sabe que convierte en oro todo lo que toca) pero fue imposible. Salta una notificación que informa de que tiene demasiados amigos. Al cabo de los días, el funcionamiento de la aplicación se volvió una rutina infructuosa que no me aportaba ningún contenido de interés, como el que encuentras en otras redes sociales con tutoriales o información sobre algún asunto. La parte buena: te sientes más libre; está permitido, incluso bien visto, salir con el moño despeinado en el gimnasio o los ojos semicerrados de tanto sonreír a la cámara selfie.

"Es un revulsivo a los contenidos edulcorantes de otras redes sociales, porque se contrapone a las imágenes hiperelaboradas y muy poco fieles a la realidad que llenan las plataformas como Instagram", explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. "La perfección ajena nos genera sentimientos negativos: envidia, frustración y, llevado al extremo, incluso depresión. Acabamos convencidos de que todo el mundo tiene una vida fantástica, menos nosotros. En este sentido, unas dosis de realismo resultan, sin duda, bastante reconfortantes", afirma Lalueza. Sin embargo, con eso no basta. Los expertos apuntan a que la plataforma tendrá que ir incorporando novedades para mantener el interés de los usuarios. 

¿NATURALIDAD O RENTABILIDAD?

Todas las redes sociales aportan beneficios -monetarios o de imagen de marca- menos estaTikTok

A BeReal le falta un modelo de negocio, pero aún está a tiempo de implementarlo. "Las opciones pueden ser: cobrar a los usuarios por servicios premium, comercializar los contenidos difundidos en la plataforma, introducir retos patrocinados o bien desdecirse y, previa autorización más o menos explícita de los usuarios, acabar monetizando sus datos personales con fines publicitarios (a día de hoy se compromete a no hacerlo)", añade el investigador Lalueza. Hasta el momento ha vivido de la generosa financiación de sus inversores.

SU FUNDADOR, ASIDUO A 'FIRST DATES'

contactar con él a través de cualquiera de sus redes sociales es imposibleoda al postureo

El rostro del joven no sólo es conocido en redes sociales, sino que ha participado en dos ocasiones en el programa de Cuatro 'First Dates'. La primera vez que acudió a buscar el amor, no le gustó el perfil de su cita, una esteticista de pueblo que él consideró que no tenía nada que ver con su perfil. En el segundo intento dieron en el clavo con Amalia, una chica rubia con la que tenía tantas cosas en común que “hasta me da miedo”, confesó el joven. En sus últimas fotos de Instagram, su diario de vida, aparece solo y en lugares como Islandia, Miami, Barcelona o México. 

Al fundador viajero de BeReal le toca darle una vuelta a la aplicación si quiere que su red prospere y no se quede en una moda pasajera. Debe demostrar que ser real no es un rollo