Froilán, un "golfo de primera" de sangre azul

Habrán notado que los nombres kilométricos como Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón dan -además de dinero, propiedades, influencia, etcétera- poderes sobrenaturales por herencia. En el caso del sobrino mayor del Rey es el de estar en todos los fregados y salir -sorpresa- ileso. Froilán se ha convertido en el meme definitivo de una familia salpicada por los escándalos. El sobrino mayor del Rey, de 24 años, pasó ya hace tiempo de ser el niño de las trastadas –recuerden la patada que le dio a su prima Victoria López-Quesada en la boda de FelipeVI y Letizia– al infante terrible. Ah, y Froilán también es el niño que caminando por la calle con su abuela, la reina Sofía, hizo una peineta a la prensa. 

Esta semana, El Confidencial informaba de su implicación en una pelea de madrugrada en las inmediaciones de una céntrica discoteca de Madrid en la que un amigo suyo resultó herido. La reyerta, con navajas de por medio, ocurrió el 25 de noviembre, pero él, mediante un comunicado, afirmó que tan solo pasaba por ahí. "Yo, si soy algo, soy una víctima. Y ni eso. Soy un testigo de lo que ha pasado", decía su escrito. La noche y las discotecas son terreno pantanoso para el nieto del Rey emérito. En otro episodio nocturno reciente que aporta el citado medio, el cuarto en la línea sucesoria al trono español habría recibido un puñetazo en un bar después de que intentara saltarse la cola para entrar al baño. El joven que le reciminó la actitud le golpeó después de que Froilán le dijera que no sabía con quién estaba hablando. Él se ha defendido diciendo que algunas de las informaciones sobre sus aventuras son "bulos". 

Así, el sobrino de Felipe VI, que durante la pandemia fue pillado incumpliendo normativas anti-covid, se ha convertido por méritos propios en uno de los personajes más jugosos de la prensa rosa. También lo es su hermana pequeña, la influencer (de sangre, azul, claro) Victoria Federica. Ambos son hijos de la infanta Elena y su exmarido, Jaime de Marichalar, quienes siempre han descargado de responsabilidad a sus inocentes retoños. 

Después de este último episodio de Froilán, el periodista Jaime Peñafiel, experto en los pasillos de Zarzuela, no ha dudado en calificarle de "golfo de primera" y de "el más rebelde". Peñafiel dijo que los dos hermanos perjudican a la monarquía, pues no cumplen con su única razón de ser, la de ser «un ejemplo». La Casa Real, preguntada por El Periódico por las últimos capítulos nocturnos de Froilán, ha declinado hacer comentarios objetando que no forma parte de la familia real.