LA VIDA CONTIGO

Besos que duran más de un nanosegundo en el metaverso, cuentas atrás y mensajes de Whatsapp: 2022 nos deja un año de rupturas excéntricas

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa han sido los últimos en sumarse a la lista de finales amorosos

Las supuestas infidelidades y ataques de celos habrían sido el motivo de varias crisis

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, y Risto Mejide y Laura Escanes, han sido dos de las rupturas más sonadas.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, y Risto Mejide y Laura Escanes, han sido dos de las rupturas más sonadas. / EPE

María G. San Narciso

María G. San Narciso

Si algo nos ha dejado este 2022 son rupturas. Muchas rupturas. O, por lo menos, muy sonadas, ya sean por los personajes en sí o por lo que han dicho o hecho para llevarlas a cabo.

La última de todas ellas ha caído en la jet set: Isabel Preysler y el premio Nobel Mario Vargas Llosa acaban de unirse a la lista de rupturas tras ocho años de relación. Según la revista Hola, que ha dado la exclusiva, el escritor peruano se habría marchado de la casa de la socialité tras una escena “de celos infundados” (a sus 86 años), para instalarse en su piso en el centro de Madrid.

Los detalles que van saliendo de esta ruptura hacen que el país se olvide de un poco del que ha sido el verdadero culebrón del año: el de Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler, con el joven empresario Íñigo Onieva. La también hija de Carlos Falcó desoyó los numerosos rumores de infidelidad de su entonces novio. Lo defendió en su reality de Netflix, 'Tamara Falcó: La Marquesa', ante las cámaras de televisión, ante todos sus amigos y ante su todopoderosa 'mami'.

Pero con el anuncio de su compromiso, el 22 de septiembre, la credibilidad del empresario cayó por los suelos. Ese fin de semana, y después de acudir a una boda juntos, la marquesa de Griñón veía cómo se filtraban unos vídeos de su novio besándose con otra en la última edición de Burning Man, un macroevento musical que se celebró en el desierto de Nevada (Estados Unidos) solo tres semanas antes. Le creyó un día, pero al siguiente tenía las suficientes pruebas como para dejarlo. "Que sepas que me da igual que hayan sido seis segundos o un nanosegundo en el metaverso, como esto sea verdad, esto acaba", le dijo. Lo era. Se fue a casa de su madre. Ella borró la publicación de Instagram en la que aparecía su anillo de compromiso de oro blanco y tres diamantes de 0,30 quilates cada uno. Sus amigas procedieron a hacer lo mismo con sus mensajes de felicitación. También entró en directo por llamada en 'Sálvame' para agradecerle al programa que le hubiera abierto los ojos. Como dice Sandra Barneda en 'La Isla de las Tentaciones', había más imágenes para ella.

Mientras tanto, él pidió perdón y juró y perjuró que era la mujer de su vida. Lo último que sabemos del culebrón es que ella podría estar ahora viéndose con Hugo Arévalo, ex amigo de Onieva. "Sucia rata, eres un trepa, te has saltado todos los códigos de la amistad", le espetaba el ex prometido de la marquesa en un grupo de WhatsApp que comparten con más amigos. Suponemos que uno de los dos se habrá salido ya de ahí.

Cuenta atrás

Otra de las últimas parejas que nos hicieron partícipes de su ruptura fueron Aitana Ocaña y Miguel Bernardeau. No por su indiscrección ni por filtraciones, sino porque tuvieron que disimular cuanto pudieron en la presentación de la serie de Disney Plus que ambos protagonizan. La gracia estaba, precisamente, en que eran pareja en la vida real. Así que, como tal, se pasaron por platós, salas de prensa, estudios de radio y alfombras rojas, donde tuvieron que responder a preguntas como dónde se conocieron, cómo fue trabajar juntos o qué trato tenían en la grabación. Solo cuando salió a la luz la noticia, muchos supieron descifrar los gestos y mensajes que dejaron en sus entrevistas y que dejaban claro que aquel amor estaba muerto.

En 2022 también nos despedimos del hashtag #Toelrrato creado por Risto Mejide para su relación con Laura Escanes. La pareja, que había estrenado un podcast este año en el que hablan sobre ellos como marido y mujer y padres, anunciaban en una publicación en hora punta de Instagram (es decir, un domingo por la tarde) que rompían. Lo más llamativo de todo esto es que el presentador hizo una cuenta atrás en stories. Cuando llegó la hora, aquello se llenó de confeti.

Ruptura de Risto Mejide y Laura Escanes en las RRSS

Ruptura de Risto Mejide y Laura Escanes en las RRSS / EPE

Como no podía ser de otra manera, la ruptura llevó también su hashtag propio (#casiToelrrato).

Antes de eso, Twitter se llenó de bromas a raíz del fin de otra pareja con diferencia de edad: la de Leonardo Di Caprio y su novia Camila Morrone solo tres meses después de que esta cumpliese los 25 años. De esta forma se cumplía el patrón que publicó un usuario de Reddit, donde analizaba la línea temporal y sentimental que establece con cada una de sus parejas. No falla.

Romper por Whatsapp

Las cosas como son, no es fácil romper con tu pareja cuando no ha ocurrido nada grave, como nos aseguraba la psicóloga Ángeles Sanz Yaque, pero a muchos nos ha llamado la atención que un hombre de 64 años pudiera cortar con su prometida con solo dos líneas de WhatsApp. Lo hizo el juez Santiago Pedraz con la ex marquesa de Griñón, Esther Doña, y su famoso párrafo: “Nuestra relación es imposible, hablamos algún día, cuídate y besos". Ella explicó después a la prensa que había intentado ponerse en contacto con él después de leerlo, pero no lo consiguió.

El juez Pedraz dejó por WhatsApp a Esther Doña con un mensaje que decía: "Nuestra relación es imposible, hablamos algún día, cuídate y besos"

"Entonces decidí hablar con su hermano y comentarle el mensaje que recibí. Lo único que recibí [por parte de Santiago Pedraz] es otro mensaje que me decía que cómo se me ocurría hablar con su hermano cuando él no le había contado nada a nadie entonces no sé, no entiendo nada", revelaba a la agencia Europa Press. No era la primera vez que el magistrado de la Audiencia Nacional tiraba de móvil para no dar la cara: un año antes había dejado a su novia por mensaje, la abogada Sylvia Córdoba, justo después de pedirla la mano a su madre.

“Cosas que pasan”

También supimos de la crisis de Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina cuando el 19 de enero la revista Lecturas publicaba en portada una fotografía del ex duque de Palma paseando acaramelado con Ainhoa Armentia, compañera en el despacho Imaz Asociados de Vitoria, por una playa del País Vasco francés. 

La 'pillada' ocurrió solo unos días después de la que familia pasase junta la Navidad en Vitoria, donde Iñaki Urdangarín se estableció tras obtener el tercer grado penitenciario. Preguntado por los periodistas, su hijo Pablo quiso quitarle hierro al asunto, asegurando que “son cosas que pasan”. "Estamos bien, todos estamos tranquilos, nos vamos a querer igual y no hace falta nada más", respondía a la prensa el jugador de balonmano. 

Es posible que, como ha ocurrido con la relación de Shakira y Piqué -otra de las rupturas más sonadas de este 2022 por la supuesta infidelidad de él y por lo difícil que ha sido el proceso de divorcio- lo suyo ha caído víctima de la monotonía.