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Cómo aprovechar todos los beneficios la vitamina C en nuestra rutina facial

Sus grandes propiedades hacen de ella uno de los ingredientes más usados en cosmética

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Skincare / Pexels

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La vitamina C es uno de los grandes activos para la salud de nuestra piel. Sus propiedades antioxidantes y su actuación sobre la producción de colágeno la convierten en uno de los nutrientes esenciales.

Nuestro cuerpo es incapaz de producirla, lo que ha hecho que se establezca como uno de las vitaminas más recurrentes en cosmética en los productos que buscan prevenir el envejecimiento prematuro.

Podemos encontrarla en multitud de alimentos, pero aplicarla directamente sobre el rostro potencia sus beneficios sobre la piel de esta zona.

¿Cuáles son sus beneficios?

La vitamina C nos ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a mantenerla radiante y saludable.

Entre ellos se encuentra que neutraliza el estrés oxidativo o envejecimiento prematuro del rostro. También mejora la producción de colágeno, que aporta elasticidad a la piel y retrasa la aparición de los signos de edad.

Aporta luminosidad gracias a que suprime la síntesis de la melanina, pigmento encargado de dar color a la piel. Además, mantiene bajo control su producción ante la exposición al sol.

Puede regular el exceso de sebo en ciertas zonas de la cara, como nariz, frente y mentón. Por último, ayuda a eliminar rojeces y a unificar el tono.

Cómo aplicarla correctamente

Puedes hacerlo de forma diaria y en cualquier época del año, con un sérum de día que contenga este nutriente.

Se recomienda limpiar y secar el rostro con toques ligeros antes de aplicarla e incidir en aquellas zonas del rostro con marcas o manchas. Otra gran opción es incluir unas gotas del sérum en tus productos de cuidado diario de la piel, como la crema hidratante facial.

Recuerda realizar pequeños masajes circulares mientras la aplicas para que penetre mejor en la piel.

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