LA VIDA CONTIGO

¿Eres jefe? Pues mejor que sepas de salud mental y dejes los prejuicios a un lado (por el bien de todos)

Investigadores desarrollan una herramienta para mejorar el bienestar psicológico de sus empleados

Se prevé que las enfermedades mentales tengan un impacto económico mundial de 6 billones de dólares para 2030

Crear un ambiente cómodo es fundamental para los trabajadores

Solo un 25% de los empleados se atreven a hablar de salud mental en el trabajo.

Solo un 25% de los empleados se atreven a hablar de salud mental en el trabajo.

María G. San Narciso

María G. San Narciso

El confinamiento por la pandemia del coronavirus supuso una especie de 'Me too' de la salud mental. Cual caja de pandora, mucha gente se abrió para poner encima de la mesa toda la angustia, ansiedad y estrés que estaban sufriendo. Colectivizamos todos esos 'fantasmas de la cabeza', como llegó a denominarlos la gimnasta Simone Biles. Vimos a políticos, profesionales sanitarios, deportistas y artistas hablando sin pudor de ello. Ya no eras débil por sentirte mentalmente exhausto. Lo raro, parecía, era no estarlo. Pero, todos esos pasos que se dieron no parecen haber sido suficientes cuando llegan al plano laboral.

Una encuesta entre expertos de diferentes sectores vinculados a la salud mental y a la pequeña y mediana empresa (pymes) -que representan el 90% del mercado laboral- reveló que solo uno de cada cuatro trabajadores habla de salud mental en el trabajo. "En realidad, creo que serían aún menos", asegura el Dr. Benedikt Amann, uno de los líderes del del proyecto Mental Health Promotion and Interventional in Ocupational Settings (MENTUPP) que está detrás de este trabajo, del que es el autor principal.

El psiquiatra del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, investigador del IMIM y del Cibersam, está seguro de que existe un gran estigma en las empresas sobre estos temas. Los empleados tienen miedo de sentirse excluidos. Y es normal. En muchas organizaciones cuesta imaginarse a uno mismo llegando a la mesa del jefe o de la jefa para confesarse con un: "No puedo más, siento que no llego a todo y eso me está provocando un estrés que va a más". A saber las represalias que esto podría tener.

"Normalmente se asocia a locura. Mucha gente no lo vincula con dificultades en el día a día, sino con trastornos de gran seriedad", apunta Isabel Aranda, vocal de Psicología del Trabajo y Organizaciones y RRHH del Colegio Oficial de la Psicología.

Una cuestión de salud y económica

Pero hablar de salud mental, y sobre todo conociendo ciertos problemas, es beneficioso para todos. Lo primero, y más importante, porque así podemos ponerle solución. Lo segundo (que es algo que podría interesar a los gestores y a los propios empresarios) porque también es un tema económico. "Uno de cada cinco empleados, por lo menos, sufre ansiedad, depresión o estrés alto. Esto supone un coste brutal a nivel anual, tanto por los costes de salud, como de absentismo y productividad baja", explica el Dr. Amann.

Como exponen en el trabajo, se prevé que las enfermedades mentales tengan un impacto económico mundial de 6 billones de dólares para 2030. Yendo al caso concreto de España, la ansiedad y la depresión implican un gasto para el sistema de 23.000 euros, es decir, un 2,2% del PIB. Frenar estos problemas a tiempo, dotando de herramientas a las organizaciones (especialmente a las pymes, que no suelen tener presupuesto para incorporar programas de mejoras de bienestar psicológico) es crucial para ahorrar.

Los jefes deben ser aliados

Conseguir revertir esta situación pasa, según los expertos, por que los jefes se conviertan en aliados. O que, al menos, sepan un poquito de salud mental. En el proyecto internacional en el que participa el Dr. Amann desarrollan una herramienta online para que los empleados puedan mejorar su bienestar psicológico a través del ordenador.

Cada uno tiene su acceso individual. Acceden a información sobre el estrés, el burn-out, respiraciones o mind-fulness, para que mejoren el bienestar psicológico. "Otra parte es más clínica. Desarrollamos herramientas para informar de qué es el trastorno de ansiedad y de depresión, qué podemos hacer, cómo puede un jefe de una pyme tratar a un empleado y hablar con él... Nosotros recomendamos que se dediquen 15 o 20 minutos semanales durante seis meses. También pedimos a las empresas que faciliten el tiempo para que usen el programa de manera regular", relata el doctor.

Consiguieron reclutar a empresas de tres sectores. Uno de ellos es salud, donde hay más riesgo de suicidio. El segundo es el de la construcción, "una área muy masculina, con mucho estigma, lo que dificulta la intervención". Por último está el sector de las nuevas tecnologías, también con riesgo algo de problemas de salud mental. "En él trabajan muchas personas de forma individual, a una gran velocidad y, cada vez, con más volumen de trabajo. Les cuesta desconectar. Tienen mucho riesgo de burn-out, pero también de depresión y ansiedad", aclara el doctor.

Aunque este estudio, que se desarrolla en ocho países europeos y en Australia, es piloto, los datos que están estudiando muestran que "hay señales de que esta herramienta funciona". Por eso, el psiquiatra ve fundamental que los jefes se impliquen. Si desde 'arriba' se conciencian de que todo el mundo es vulnerable a la hora de sufrir un problema de salud mental, los empleados serán más capaces de abrirse y de pedir ayuda antes de que su situación empeore.

Se necesitan líderes que creen un escenario de trabajo amable

También es igual de importante crear una atmósfera sana. "Las relaciones que tú tienes en el trabajo vienen marcadas por cómo es el líder. Si este plantea un escenario de trabajo amable, las relaciones son más fáciles, pero si es en términos de dureza, de competición, de win-loss, es todo muy complicado", apunta por su parte Aranda.

La psicóloga explica que aquí entraría el concepto de la sostenibilidad humana: "Cualquier decisión que se tome en las organizaciones tienen que pasar por que la haya. Si, por ejemplo, solo te basas en los índices de ventas pero no estás teniendo en cuenta la cantidad de horas que está echando tu gente, o si los estás sobrecargando, el equipo te va a decir que hasta aquí". Por eso, piensa que cualquier decisión debe pasar por el equipo humano. Algo que, como muestran las tasas de personas con burn-out, no pasa siempre.