VIDA ÍNTIMA

Los 5 mitos sobre los juguetes más extendidos, ¿tú también crees en ellos?

Muchas personas aún no dan el paso para incluir los juguetes sexuales en su vida íntima porque hay tabús y falsos miedos que rodean al sexo

Cada vez más personas utilizan juguetes sexuales en sus relaciones.

Cada vez más personas utilizan juguetes sexuales en sus relaciones.

Rosa Cabrera

Lo desconocido, asusta en muchas ocasiones, pero si además se repiten los discursos de pánico a controlar la sexualidad (especialmente la femenina) se quedan en la memoria colectiva y dificultan su erradicación. Y los juguetes sexuales aún tienen muchos mitos que 'desmentir' para que se normalice su uso y no tengan una estela de tópicos o falsas creencias que están basadas en la desinformación y el desconocimiento.

La sexóloga Valérie Tasso, sin embargo, dice que habría que ir un paso más allá e impartir educación sexual en los colegios desde temprana edad. Una materia en la que no solo se enseñase salud sexual y se aprendiese a aceptar y respetar al otro y a uno mismo. Unos prejuicios que conviene echar abajo cuanto antes y cuya clave está en la educación, labor que, a día de hoy, están asumiendo empresas de bienestar sexual y juguetería erótica como LELO.

Aportando nuestro granito de arena a la causa, aquí te dejamos una serie de mitos sobre los juguetes sexuales que deberías desterrar definitivamente y cuanto antes de tu mente.

1. Los juguetes sexuales no sustituyen a la pareja

“Se olvidan de un aspecto fundamental, el erotismo jamás podrá ser sustituido por un objeto", señala Valérie Tasso. El erotismo es estar en contacto con el otro, es lo que nos humaniza”. Los juguetes eróticos nos permiten incentivar la intimidad dejando atrás miedos, tapujos y vergüenza. Un complemento que suma y diversifica, pero no sustituye.

Los juguetes sexuales son solo un elemento más para tener una vida sexual saludable.

Los juguetes sexuales son solo un elemento más para tener una vida sexual saludable. / EPE

Su inseguridad les impide darse cuenta de que los juguetes sexuales son solo un elemento más para tener una vida sexual saludable, un complemento, no un reemplazo. Cuando sus parejas plantean añadir juguetes sexuales a la relación, muchas personas, especialmente hombres heterosexuales, se sienten amenazados y temerosos de no ser suficiente.

2. Los juguetes sexuales no causan infecciones ni problemas de salud

La higiene en la zona íntima es muy importante porque es muy sensible a alergias e infecciones. Sin embargo, los juguetes sexuales están fabricados con materiales seguros y de buena calidad, testeados y aprobados por las autoridades sanitarias. Todos los juguetes de marcas como LELO son hipoalergénicos, están elaborados con silicona premium antibacteriana y se adaptan perfectamente a la anatomía humana.

Los succionadores como SILA™ Cruise no chupan ni tienen contacto directo con el clítoris.

Los succionadores como SILA™ Cruise no chupan ni tienen contacto directo con el clítoris. / EPE

Los succionadores como SILA™ Cruise no chupan ni tienen contacto directo con el clítoris, sino que emiten ondas sónicas completamente inocuos (las mismas que se utilizan para hacer ecografías a las mujeres embarazadas) que consiguen estimular las más de 8000 terminaciones nerviosas del clítoris sin irritarlo, provocando orgasmos inolvidables.

Eso sí, como con cualquier otro hábito, con los juguetes sexuales también se debe mantener el cuidado y la higiene de los mismos, lavándolos con agua y un jabón con PH neutro antes y después de cada uso.

3. El uso de juguetes sexuales está abierto a todos

Los juguetes eróticos no están reservados solo a un grupo de personas en particular y su uso no depende ni del género ni de la orientación sexual" “Eso es cosa de homosexuales, de pervertidos, de mujeres insatisfechas, solo lo usan personas que no tienen pareja.

Compartir orgasmos con la ayuda de los juguetes sexuales es la manera perfecta de experimentar, romper la monotonía y mejorar la comunicación con la pareja. El vibrador TIANI™ DUO con doble potencia y estimulación por dentro y por fuera o el anillo vibrador TOR ™ 2 son solo dos ejemplos de cómo enriquecer la relación e intensificar el placer a ritmo de dos.

Los juguetes sexuales permiten disfrutar estando solteros o en pareja, pero es importante recordar que tener una vida sexual en pareja no implica dejar de disfrutar la propia.

El vibrador TIANI™ DUO tiene doble potencia y estimulación por dentro y por fuera.

El vibrador TIANI™ DUO tiene doble potencia y estimulación por dentro y por fuera. / EPE

El intento por controlar la sexualidad femenina ha sido una constante a lo largo del tiempo y la costumbre de tachar de “guarras” a las mujeres que usan juguetes sexuales es una prueba más de que el placer femenino siempre se ha considerado subsidiario del masculino. Ello sin tener en cuenta que el sexo es mucho más que una simple interacción con un hombre y que el orgasmo no solo proviene del coito. Muchas personas alcanzan también el clímax a través del sexo oral, juegos de rol, estimulación de otras zonas erógenas que no sean los genitales, etc…

De igual forma, se insiste en propagar la falsa idea de que si una persona utiliza juguetes eróticos es porque no tiene pareja. Como no puede practicar “sexo completo”, se consuela con un juguete, olvidándose de que la masturbación es una interacción sexual más, esta vez con nosotros mismos y que es absolutamente fundamental para conocerse y saber qué nos gusta y qué no.

4. Usar juguetes sexuales no provoca la pérdida de sensibilidad en el clítoris

Hay que 'desmentir' falsas creencias. La idea de que, si una mujer usa con frecuencia un estimulador que vibre, después no sentirá nada al tener sexo con su pareja es otro de los mitos más extendidos, aunque no hay ningún estudio o evidencia que avale esta afirmación.

Muy al contrario, el uso de estos accesorios ayuda a las mujeres a aumentar su sensibilidad, ya que hacen que la sangre fluya con mayor rapidez hacia los genitales gracias a la excitación del clítoris. Con el paso de los años, la vagina se atrofia y el suelo pélvico se debilita, lo que retarda y alarga la respuesta sexual, pero el uso de juguetes ayuda a evitar este inconveniente.

De esta forma, estos productos son recomendados para mujeres con falta de lubricación vaginal, pero también para cualquiera que quiera aumentar la excitación y el placer sexual. También el uso frecuente de un juguete erótico favorece que los hombres controlen sus ritmos de eyaculación y aumenten su rendimiento sexual.

El uso frecuente de un juguete erótico favorece que los hombres controlen sus ritmos de eyaculación.

El uso frecuente de un juguete erótico favorece que los hombres controlen sus ritmos de eyaculación. / EPE

5. Los juguetes sexuales no crean adicción

El uso de los juguetes sexuales está extendido. La Universidad de Almería realizó recientemente un estudio con mujeres de entre 18 y 70 años que nunca antes habían utilizado un succionador de clítoris. Muchas de ellas apenas se habían autoexplorado y seguían convencidas de que el sexo es solo el coito y los orgasmos se alcanzaban solo a través de la penetración. Tras dos meses de uso frecuente del vibrador SONA™ Cruise™, la vida sexual de estas mujeres mejoró considerablemente. Aumentó su deseo y excitación sexual y un número significativo de ellas alcanzó junto a sus parejas orgasmos más intensos.

Este estudio viene a reforzar la idea de Tasso, para la que “el juguete sexual, más allá del placer, es un objeto terapéutico, un elemento de transición para el autoconocimiento propio que abre camino al disfrute con los demás”.

La idea de que el uso habitual de juguetes sexuales puede generar adicción y que, a raíz de ello, se dejará de querer tener relaciones sexuales con otras personas es solo un mito más tras el que, nuevamente, se esconde el miedo atroz a ser sustituido por una máquina.

El sexo es una forma más de comunicación y no hay nada que nos impida hacer de él una actividad lúdica con la que divertirnos, relajarnos y conectar con nosotros mismos o con otra persona. Lo importante es darse la oportunidad de explorar y conocer la sexualidad propia de una manera libre, superando las barreras mentales de la culpa y la vergüenza. Para ello los juguetes sexuales no son imprescindibles, pero, desde luego, sí pueden convertirse en unos grandes aliados.