Medio ambiente

Murcia ruge de rabia por el Mar Menor y reclama soluciones

Miles de personas llenan las calles de la ciudad en defensa de la laguna salada

Imágenes de la marcha que salía desde el Palacio de San Esteban.

Imágenes de la marcha que salía desde el Palacio de San Esteban. / Israel Sánchez

Alejandro Lorente

Murcia se ha convertido esta tarde en la capital de la indignación social por el mal estado del Mar Menor y por la ineficiente y descoordinada gestión de la Política Nacional y regional para revertir la situación. Miles de personas, provenientes de toda la geografía regional pero también de diversos puntos de fuera de la Región, acudían a la llamada de auxilio lanzada por diversos colectivos, entre ellos Pacto por el Mar Menor, SOS Mar Menor, ANSE, Ecologistas en Acción, Grupo ILP Mar Menor y la Federación de Vecinos de Cartagena y Comarca. Estos son solo algunos de los convocantes de la multitudinaria manifestación en defensa del Mar Menor que ha colapsado la capital.

La protesta ha recorrido el centro de Murcia desde sus dos puntos de partida, la sede del Ejecutivo regional en el Palacio de San Esteban y la Delegación del Gobierno Central en la avenida Teniente Flomesta, hasta la Consejería de Agua y Medio Ambiente en Ronda de Levante. Las principales demandas que se han podido escuchar estaban vinculadas al cumplimiento de las leyes en vigor y a la demanda, muy generalizada, de un diálogo real y productivo entre el Gobierno de España y la Comunidad para salvar la laguna salada.

Decenas de pancartas, globos, pitos y consignas han llenado el aire de Murcia, al ritmo de las batucadas, con las reclamaciones de los manifestantes, y con una constante crítica al frustrante papel que está jugando la clase política, que mantiene desde hace meses una pugna competencial.

La marcha, con un acusado carácter festivo y reivindicativo, ha estado salpimentada con actuaciones teatrales por parte de algunos colectivos participantes; una de estas performances simbolizaba la muerte del Mar Menor. "Responsables dimisión, ecocidas a prisión", "Lo que mata el Mar Menor, es la prevaricación", "No hay trato con los nitratos", o "Nos han robado la belleza", son algunos de los lemas y consignas que se han podido escuchar o leer en las pancartas durante la marcha.

Actuar en origen, exigen los convocantes

Encabezando la manifestación se encontraba Ramón Pagán, portavoz de Pacto por el Mar Menor. "La laguna no ha cambiado, está exactamente igual desde la anoxia y la mortandad masiva de 2019 o desde 2016, cuando tuvimos la 'sopa verde', la eutrofización generalizada del Mar Menor", sostiene Pagán, que asegura que mientras que el Gobierno regional "no nos escuche, no se ponga a trabajar en origen, y no solucione la contaminación (que no es solo desviar las aguas de la rambla del Albujón hacia el Mojón), actuando en la agricultura intensiva y en el drenaje de sus cultivos, hasta que todo eso no se consiga, no podremos salvar el Mar Menor".

Por su parte, el coordinador de Ecologistas en Acción, Pedro Luengo, lamenta "la descoordinación total entre las administraciones públicas; no se está trabajando de manera leal y coordinada, se tiran la pelota el uno al otro, y aunque es cierto que el Gobierno regional tiene más competencias para afrontar los problemas del Mar Menor, también es cierto que el Gobierno central tiene sus propias competencias y debe ejercerlas".

Por decisión expresa de los organizadores, la mayoría de los representantes políticos partieron desde San Esteban, mientras que la principal cabecera de la manifestación partió desde Delegación del Gobierno. Según pudo saber esta Redacción, los convocantes tomaron esta decisión para evitar la instrumentalización política de la manifestación ante los medios. 

Esta protesta, en la que han participado un total de 185 colectivos sociales, vecinales y sindicales, se produce tras dos años de reivindicaciones ante el estado crítico en el que se encuentra la laguna. El último episodio de mortandad masiva de especies, tras un grave episodio de anoxia este verano, reactivó las protestas que han desembocado en esta marea humana cuyo principal objetivo es visibilizar el desastre ambiental de la laguna, una de las grandes joyas naturales de la Región de Murcia y de España.

Al margen de colectivos e ideologías, el corazón y el grueso de la movilización ha sido fundamental social y vecinal

Indignación vecinal

“No esperábamos mucho de nuestros gobernantes, pero lo que estamos viendo con el Mar Menor es una vergüenza, ¿es que ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en las causas de este desastre?”, se pregunta Antonio, un vecino de 63 años de Nuevo Baztán, un pequeño pueblo al sureste de Madrid.

“Llevo 20 años veraneando con mi señora y mis hijos, y hemos ido viendo cómo cada año la calidad de las aguas era cada vez peor; lo han dejado morir, pero si estamos aquí hoy, que hemos venido expresamente para estar con los murcianos, es porque creemos que todavía tiene una oportunidad de resucitar, que todavía podemos salvar el Mar Menor”, asegura Antonio.

Carmen tiene 54 años y vive en La Azohía: “Estuve en la manifestación de octubre de 2019 en Cartagena y, mientras pueda, seguiré apoyando estas protestas porque creo que hasta que los políticos no vean con sus propios ojos el enfado de la gente, no van a hacer nada para solucionarlo; con el Mar Menor no se juega a los votos”. Para Carmen es especialmente indignante “que no sean capaces de ponerse de acuerdo, y establecer un plan conjunto, pero no, prefieren seguir jugando a la estrategia política, y mirar solo por su propio interés". 

A David, vecino del Barrio del Carmen, lo acompaña su hijo, de solo diez años y que porta una cartulina en la que puede ver un dibujo del Mar Menor con muchos peces de colores. “Así es como era el Mar Menor antes, como lo ha dibujado mi hijo, y es lo que queremos que vuelva a ser”, señala este profesor de Secundaria de 43 años.

“Ojalá que cuando sea mayor, piense con orgullo que estuvo aquí, en la manifestación que logró que todo empezara a cambiar, el punto a partir del cual, el Mar Menor comenzó de verdad a recuperar su verdadera alma”, afirma David, que no puede evitar emocionarse.