MUNDIAL QATAR 2022

¿Por qué la FIFA ha designado a 28 de los 33 hombres y a ninguna de las tres árbitras?

Stephanie Frappard, Yoshimi Yamashita y Salima Mukansanga esperan su turno cuando la fase de grupos ya alcanza su última jornada y la FIFA inexplicablemente no les da la alternativa

Stéphanie Frappart, en la final de la Supercopa de Europa de 2020.

Stéphanie Frappart, en la final de la Supercopa de Europa de 2020. / Reuters

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Por primera vez en la historia, la FIFA designó a seis árbitras mujeres para un Mundial: tres colegiadas y tres asistentes. Se trata de un hecho histórico, especialmente en un país como Qatar en el que los derechos de la mujer no se respetan precisamente. Tres mujeres llegaron la Copa del Mundo con la vitola de colegiadas: la francesa Stéphanie Frappart, la japonesa Yoshimi Yamashita y la ruandesa Salima Mukasanga, mientras que otras tres lo hacían como asistentes: la brasileña Neiza Back, la mexicana Karen Díaz Medina y la norteamericana Kathryn Nesbitt). 

28 hombres y ninguna mujer

Después de dos jornada de la fase de grupo de tres, solo Frappart y Back debutaron en el Mundial masculino, como cuarta árbitra y asistente reserva, respectivamente, en el México–Polonia. A Qatar llegaron 36 árbitros, 33 hombres y tres mujeres. De los 33 ya han debutado 28 dirigiendo alguno de los 32 partidos que se han jugado, mientras que las tres árbitras esperan su momento pacientemente. Resulta sospechoso que ninguna de ellas haya sido designada para dirigir algún partido del Mundial masculino, porque están acostumbrados a arbitrar partidos de hombres en su ya dilatada carrera como colegiadas.

Luka Modric saluda a la árbitra Stéphanie Frappart el inicio del partido ante el Celtic. 

Luka Modric saluda a la árbitra Stéphanie Frappart el inicio del partido ante el Celtic.  / Rodrigo Jiménez I Efe

Stephanie Frappart

Esta francesa de 38 años se convirtió en 2014 en la primera mujer en arbitrar un partido profesional masculino al dirigir en la segunda división francesa. Tras cinco temporadas, dio el salto a la Ligue 1 en 2019, consolidándose en la élite del arbitraje francés. Ese mismo año fue designada para arbitrar la final de la Supercopa de Europa que disputaron el Liverpool y el Chelsea. Poco después, en 2020, fue la primera mujer en arbitrar un partido de Champions League (Juventus-Dinamo Kiev) y en estar en una Eurocopa, en este caso como asistente del holandés Danny Makkelie en el Turquía-Italia que abrió el torneo en 2021.

Yoshimi Yamashita, durante un encuentro de la Copa de Asia.

Yoshimi Yamashita, durante un encuentro de la Copa de Asia. / FIFA

Yoshimi Yamashita

Japonesa, internacional desde 2015, inició su relación con el arbitraje cuando entró a la Universidad, y desde 2018 , cuando arbitró el Mundial femenino sub-17, ha protagonizado un ascenso fulgurante que le llevó a ser la primera colegiada en dirigir un partido un partido de la Copa de Asia masculina y otro de la Champions League asiática masculina, ambos en 2019.

Salima Mukasanga amonestá a Cissé en la Copa África.

Salima Mukasanga amonestá a Cissé en la Copa África. / EFE

Salima Mukansanga

A sus 34 años, creció en Ruanda, se licenció en enfermería y obstetricia, y se dedicó al baloncesto, pero le resultó complicado crecer en el mundo de la canasta por la falta de medios. En la carrera se inició en el arbitraje arrancó porque le pidieron que arbitrara un partido de niños en la Escuela Secundaria St Vincent de Paul Musanze. Luego se animó con partidos de Segunda División masculina y la primera nivel femenina de Ruanda. Y cuatro años después pitaba por toda África. Hoy dirige con frecuencia partidos de primer nivel masculinos de clubes y selecciones en África.