LOS OTROS MUNDIALISTAS (IX). INGLATERRA 1966

Pak Doo-ik, el falso dentista norcoreano que humilló a Italia y fue ídolo inglés

Corea del Norte firmó un triunfo histórico en el Mundial de 1966 ante Italia que le permitió clasificarse para los cuartos de final en Middlesbrough, que se volcó con la 'chollima'

La prensa transalpina difundió el falso rumor de que el delantero, autor del gol que eliminó a la 'azzurra', era odontólogo, algo que provocó la ira de los aficionados italianos

Pak Doo-ik, en la acción del gol que provocó la clasificación de Corea del Norte ante Italia.

Pak Doo-ik, en la acción del gol que provocó la clasificación de Corea del Norte ante Italia. / EPE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Los objetivos de las selecciones en los Mundiales son dispares. Para algunas, solo importa el camino hacia la copa y cualquier tropiezo es una mancha. Otras simplemente buscan competir y poner su bandera en el mapa futbolístico. Cuando se enfrentan ambiciones tan dispares y acaban triunfando los del segundo bando se producen episodios históricos como el que Corea del Norte, una selección amateur, protagonizó ante Italia en Inglaterra 1966.

En su primera participación en la cita internacional, el combinado asiático derrotó al que por aquel entonces era bicampeón del Mundo. Lo hizo con un gol de Pak Doo-ik (Pyongyang, 1942), un cabo del ejército norcoreano al que promovieron a sargento después el triunfo. La prensa italiana atacó de modo furibundo a los suyos, que fueron recibidos en su regreso con una lluvia de tomates y huevos.

PROFESOR DE GIMNASIA

Los rotativos transalpinos afirmaron, despectivamente, que el héroe del encuentro era dentista en su país. Un mito que creció hasta hacerse palabra de ley y que servía para humillar, aún más, a los azzurri. El documental The Game of Their Lives (2002), dirigido por Daniel Gordon, se ocupó de desmontar ésta y otras leyendas al entrevistar en Corea del Norte a diferentes componentes de aquella plantilla norcoreana.

"Después de la guerra de Corea trabajé como obrero en una imprenta y ahí empecé a jugar al fútbol. En 1957 fui llamado para el equipo de Pyongyang y me hice profesional, con 20 años. Dos cursos después me convocaron para la selección", comenta en el film Pak Doo-Ik, quien después de su gesta en Inglaterra se marchó del ejército y se hizo profesor de educación física, además de héroe eterno.

A los pocos visitantes que traspasan las fronteras del país asiático se les muestra, en un recorrido limitado y guiado, emblemas que tienen que ver, sobre todo, con la dinastía Kim que gobierna con mano de hierro Corea del Norte, pero en el recorrido hay una parada para ver el hogar del delantero que eliminó a Italia.

Pak Doo-Ik jugó toda su vida en el Moranbong SC y defendió la camiseta de la chollima en 87 ocasiones que tuvieron su punto de partida en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. Corea del Norte no se había clasificado para el Mundial de Inglaterra, pero la retirada masiva de selecciones de Asia, África y Oceanía, en protesta por los cupos de la FIFA, le llevó a presentar su candidatura.

MIDDLESBROUGH CON COREA

Terminó jugándose la clasificación en unos playoffs a doble partido contra Australia. Los socceroos se presentaron con una selección de británicos asentados en Oceanía, seguramente más talentosos, pero incapaces ante la fuerza colectiva norcoreana, que les asestó dos goleadas.

El equipo norcoreano quedó encuadrado en el grupo D, junto a la afín URSS, además de Chile e Italia, su gran víctima. Todos los partidos se disputaron en Middlesbrough, una ciudad industrial al norte de Inglaterra que, en un principio se tomó mal tener que acoger a dos selecciones comunistas. Con el paso de las jornadas, la población local acabó cogiéndole cariño a los pequeños norcoreanos, que empezaron perdiendo ante los soviéticos por 3-0. Ambas selecciones habían disputado varios amistosos antes del Mundial.

Sin margen de error, en el segundo partido frente a Chile, la selección de Corea del Norte igualó a dos minutos para el final con un tanto de Pak Seung-Zin que evitó la eliminación. La afición inglesa celebró el empate como si fuera suyo e invadió el campo para felicitarlos. "Tenían un estilo ofensivo. Eran todos bajitos, parecían un equipo de jockeys", señala un seguidor inglés entrevistado para The Game of Their Lives

Con esta atmósfera favorable afrontaron los norcoreanos el partido decisivo de la fase de grupos contra la Italia de Mazzola, Rivera, Faccheti o Albertosi. Dos años después de este batacazo, los italianos ganarían como locales la Eurocopa de 1968 y alcanzarían el subcampeonato en el Mundial de 1970 tras perder frente a la Brasil de Pelé. Sanaron rápido las heridas, pero aquella jornada en Middlesbrough salió la sangre a borbotones del cuerpo italiano.

RODEADOS DE CRUCIFIJOS

La Nazionale vivió una tarde de terror. Cometieron fallos de modo continuo. Para colmo, tuvo que jugar con diez por la lesión de Bulgarelli. El tanto de Pak Doo-ik confirmó la tragedia. Corea del Norte avanzaba a cuartos de final e Italia encajó un desastre que sirve para mencionar todos sus varapalos futbolísticos. Como el sufrido ante Macedonia del Norte que le dejó por segunda vez consecutiva sin Mundial. "Otra Corea" para la lista, como recordaban en el país transalpino.

Pak Doo-ik y sus compañeros quedaron emparejados en los cuartos de final de Inglaterra 1966 con Portugal, que venía de eliminar a Brasil. Se desplazaron hasta Liverpool, donde se alojaron en un retiro católico que había reservado previamente Italia. El entorno no le sentó bien a los chollima, incómodos con tanto crucifijo. "Nos daba miedo ver la capilla con la imagen de Jesús crucificado. No conseguimos dormir bien", recordaba Pak Doo-ik.

Sin embargo, Corea del Norte, que había llegado a Inglaterra con la simple misión de competir, se puso 3-0 para alegría de los 3.000 aficionados que viajaron desde Middlesbourgh para alentar a los norcoreanos. Entonces despertó Eusebio, capaz de anotar cuatro tantos. El astro luso decantó un encuentro que terminó con un 5-3 que puso fin al sueño norcoreano. Pero aquella aventura quedó grabada a fuego en la historia de una nación que desde entonces solo se ha vuelto a clasificar para un Mundial, el de 2010, donde no pasaron de fase de grupos.

OBRA PARA EL RECUERDO

Los jóvenes de las academias norcoreanas de fútbol, que se han expandido por todo el país, sueñan con ser como Pak Doo-ik, que en 2008 llevó la antorcha olímpica en el relevo de los JJOO de Pekín. En el documental, el héroe chollima se jactaba de que los guardias no le multaban cuando le reconocían.

El estadio Ayresome Park, donde protagonizó su proeza, fue demolido en 1997 y en su lugar se construyó una urbanización. En honor al gol, en el jardín delantero de una de las viviendas que se levantaron, se colocaron de forma permanente unas huellas de botas de fútbol diseñadas por el artista Neville Gabie. Justo el punto desde donde Pak Doo-ik armó el disparo para su inolvidable anotación.