Estreno deslumbrante

Cinco claves de la exhibición de España: el zurdo y el embudo

Luis Enrique apostó por no tirar un centro al área, extremos a pie cambiado, un mediocampo feroz en defensa y audaz en ataque y un único zurdo en ataque con libertad de movimientos en ataque

Marco Asensio trata de zafarse de un rival costarricense.

Marco Asensio trata de zafarse de un rival costarricense. / Abedin Taherkenareh

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

España goleó a Costa Rica en el primer partido del Mundial de Catar 2022. El asturiano sorprendió con apuestas tácticas poco convencionales para desarticular el sistema defensivo de los ‘ticos’. “El equipo de Luis Enrique”, como le gusta presumir al seleccionador, deslumbró en su estreno en Qatar. Estas son las cinco claves del partido que explican la exhibición de España en el debut.

1. Ni un centro al área

Apostó Luis Enrique por Asensio, porque Morata está ‘entre algodones’, y acertó de pleno. El mallorquín se movió lejos de Duarte y Calvo, los centrales de Costa Rica, que se quedaron huérfanos de arietes al que marcar. Jugó bajo el radar todo el partido, llegando en segunda oleada con mucho peligro. Además la apuesta provocó una consecuencia muy significativa: España no metió un centro al área en todo el partido (más allá de los córners). Con ello el seleccionador español desactivó a los zagueros ‘ticos’ y rentabilizó el espectacular momento del madridista. Después salió Morata y el atlético hasta marcó, cerrando la goleada.

2. Hambre en ataque

Había muchas alternativas en ataque, pero Luis Enrique compró hambre. Puso a tres jugadores que no son titulares en sus equipos por diferentes circunstancia. Asensio, que pide paso en el Madrid, tiene la puerta cerrada por Valverde, Vinicius, Benzema y Rodrygo. Queda libre en junio y se va a convertir en una de las joyas del mercado el próximo verano. Ferran es suplente en el Barcelona chupando rueda de Dembelé, Raphinha y Lewandowski, y su ‘suegro’ le apuesta ciegamente por él, algo que agradeció con dos goles. Y por último, Dani Olmo llegaba de recuperarse de una lesión que había llegado a cuestionar su participación en el Mundial.

3. Dar cera-pulir cera

El engranaje del mediocampo funcionó como el de un reloj suizo. Gavi y Busquets daban cera mientras Pedri pulía el juego. A los ‘ticos’ no les daba tiempo a pensar con la pelota en los pies y los tres azulgranas se convertían además en cómplices perfectos en los espacios para sus compañeros de ataque. Como cuando Gavi apareció en el minuto 11 para tirar una pared con Dani Olmo que acabó suponiendo el primer gol. O cuando el sevillano apareció en el área para poner el 5-0. España completó 549 pases en el primer tiempo, el mayor número de pases de cualquier selección en cualquier partido en toda la historia de la Copa del Mundo. Al final completó 1059 pases y una posesión del 72%. No siendo el rival más exigente, la intensidad del equipo español delató la concentración del mediocampo, que se apoderó de la pelota y organizó un rondo de 90 minutos. La prueba exigente llegará el domingo ante Alemania.

4. Un zurdo y un embudo

La disposición ofensiva de España, y quizás lo que explique por qué Luis Enrique necesitaba a un lateral zurdo de la presencia ofensiva de Jordi Alba, era un ataque formado, de mediocampo en ataque, por cinco diestros y un solo zurdo. Y encima el zocato, Marco Asensio, jugaba descolgado en ataque moviéndose por donde le pareciera para asociarse y romper cortinas defensivas. En el mediocampo la orden era abrir el campo al máximo para generar espacios, y de ahí en adelante la idea era estrecharlo lo máximo posible generando un embudo hacia el área de Keylor Navas. Por eso colocó a dos diestros en las bandas, pero con Dani Olmo en la izquierda para que encarase hacia adentro. Como hizo en el primer gol.

5. Rodri y Unai, espectadores

En defensa llamó la atención la apuesta por Rodri en el eje de la zaga. Se explica porque esperaba a una Costa Rica muy defensiva y con poca presencia arriba. Eso le permitía colocar a un mediocentro con buena salida como el pivote del Manchester City para acelerar el trasiego de la pelota desde la zaga a la medular. Lo cierto es que ni él ni Unai Simón tuvieron que romper a sudar porque el encuentro fue un monólogo ofensivo de los de Luis Enrique. El asturiano encontró soluciones creativas en la pizarra. Costa Rica no realizó ni un disparo, ni a puerta ni fuera.