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Inglaterra arrasa entre la infamia de la FIFA y la valiente dignidad de los iraníes

La selección de Southgate aplasta con facilidad de Irán (6-2) en un encuentro marcado por el veto al brazalete con la bandera arcoíris y las protestas de jugadores y aficionados iraníes contra su gobierno

Resumen, goles y highlights del Inglaterra 6 - 2 Irán de la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022

Mediapro

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

El Estadio Internacional Khalifa, en el que este lunes Inglaterra goleó a Irán en el partido de la infamia, es el único que estaba en pie antes de que una red de sobornos llevará el

Mundial hasta Qatar. Fue remodelado para la ocasión, pero sus cimientos son los mismos que motivaron su construcción en 1973, en tiempos del emir Bin Amad al-Thani, abuelo del actual gobernante del país, que accedió al poder tras un sangriento golpe de Estado contra su propio primo.

Construir a las afueras de Doha este estadio, sede recurrente de la selección nacional, fue una de las decisiones de sus primeros años de gobierno. Representa el Estadio Khalifa, en fin, al Qatar más genuino y tradicional y tiene sentido que haya sido aquí donde la vergüenza del Mundial se haya terminado de consumar, donde la

FIFA ha instaurado la censura, en connivencia con el régimen qatarí.

Harry Kane querría haber jugado contra Irán con el brazalete de 'One Love' en el brazo. Una enseña con la bandera arcoíris para defender los derechos de las personas LGTBI en un país que se los niega y frente a otro, Irán, que los tritura todavía más. Un gesto que iban a secundar al menos otras seis selecciones europeas (aunque no España) y que cuatro horas antes de la disputa del partido quedó vetado por FIFA, so pena de que los capitanes que osaran contradecir su cobarde decisión verían tarjetas amarillas.

Kane no portó el brazalete LGTBI, en su lugar llevó el de la campaña 'No Discrimination' de la FIFA. Estaba prevista ese iniciativa para cuartos de final, pero en un torpe, desconcertante y vergonzoso intento por maquillar su propia imagen, el organismo que preside Gianni Infantino anunció instantes antes del partido que la adelantaba a todo el torneo. El bochorno no deja de crecer.

Protestas de Irán

La dignidad solo la salvaron los jugadores de Irán al negarse a cantar el himno de su país, en protesta por la represión que practica su gobierno. En las gradas, los fervorosos hinchas iraníes abuchearon los acordes musicales e incluso se animaron con peinetas, en apoyo al gesto de sus jugadores y en protesta contra sus dirigentes. Una brizna de esperanza en medio de tanto acobardamiento.

Inglaterra - Irán | El doblete de Bukayo Saka

MEDIAPRO

Y después comenzó el fútbol, que era para lo que unos 45.000 hinchas se desplazaron hasta el partido de la infamia, en el que las gradas prácticamente se llenaron tras muchos minutos de suspense por un problema informático en la lectura de las entradas.

También hubo espera hasta que el partido se calentó, y no porque el aire acondicionado estuviera convirtiendo la cálida Doha en un congelador (que también), sino porque el partido estuvo detenido durante unos diez minutos por un fuerte golpe del portero Beiranvand contra uno de sus defensas. Al final, el pobre hombre, tuvo que irse del campo a los 18 minutos.

Vendaval inglés

Inglaterra, algo amodorrada en los primeros compases, se empezó a calentar cuando se retomó el partido con nuevo portero en el arco contrario. Sin el sensacional Phil Foden en la alineación,

la selección de Gareth Southgate

enseguida se iba a dar cuenta de que Irán era una sección trémula y desordenada, dispuesta a caer a la lona al primer soplido.

Y así fue como, entre el minuto 35 y el 46, Inglaterra marcó tres goles, todos con envíos laterales. Bellingham anotó el primero de cabeza, tras un centro de Shaw desde la izquierda; Saka fue el autor del segundo, aprovechando una poderosa peinada de Maguire en un córner; y Sterling firmó el tercero, rematando con la espuela un centro a media altura de Kane.

El partido había quedado visto para sentencia al descanso, al que llegó tras un añadido de récord: 14 minutos. Por mucho que Carlos Queiroz quisiera cambiarle la cara a su equipo con tres cambios en el intermedio, Irán ya estaba más que muerta en vida.

Saka, con su segundo gol del encuentro, lo certificó pasada la hora de choque tras pasarse media tarde recortando en el área antes de batir sin complicaciones a Hosseini. Taremi puso el del honor para Irán poco después, tras un pase al hueco magistral de Gholizadeh, pero Rashford atajó enseguida la felicidad iraní, marcando el quinto de Inglaterra un minuto después de salir desde el banquillo.

Pasión iraní

Desde entonces (minuto 71) hasta el final, lo más emocionante que ocurrió fue ver a Queiroz jaleando a los aficionados que estaban en las gradas y mandándoles besos, como un líder político saliendo de un multitudinario mitin, solo que con ya 5-1 en el marcador. Grealish pondría el sexto en el descuento, pero qué más daba.

Los iraníes respondieron recuperando la motivación en sus cánticos que habían ido perdiendo durante el partido. No podían celebrar una victoria, pero sí la libertad. Celebrar un gol de penalti en el descuento (pitado desde el VAR, marcado por Taremi) fue su premio de consolación.