Francia defiende su corona con Benzema y Mbappé, pero sin Pogba y Kanté

Espanta más que alienta, y con razón, el título de vigente campeona del mundo cuando se acerca el momento de revalidar esa condición. Y es lógico que así sea. Veamos: en 2018, Alemania quedó última de su grupo; en 2014, España fue tercera del suyo, que en la práctica es lo mismo; en 2010, Italia fue colista frente a Paraguay, Nueva Zelanda y Eslovaquia, la madre de todas las debacles; en 2006, una rareza de los tiempos modernos, Brasil llegó hasta cuartos de final; y en 2002, Francia se marchó a casa con un solo punto.

Es precisamente la selección francesa quien se enfrenta ahora a esta maldición reciente de las selecciones con escarapela aún brillante. Recogiendo toda la hemeroteca, solo dos combinados nacionales han logrado engarzar dos títulos: Italia en 1934 y 1938 y Brasil en 1958 y 1962. Y, pese a todo, no hay manera de excluir a Francia de la lista de favoritas para lograr el oro en Qatar. De las máximas favoritas, de hecho.

El momento de Mbappé

¿Por qué? Se acumulan los motivos, a decir verdad. El primero ha de ser, por jerarquía, la presencia en la plantilla de Didier Deschamps del vigente Balón de Oro, un Karim Benzema ya reintegrado con naturalidad en Les Bleus tras su larga exclusión por el caso Valbuena. Cierto es que el ariete del Real Madrid ya estuvo presente en la Eurocopa del año pasado y que el techo de Francia entonces fue los octavos de final, eliminada por Suiza. Pero también lo es que Benzema es hoy, casi 35 años, incluso mejor futbolista que entonces y que su presencia está ya más y mejor asimilada en los planteamientos colectivos de su selección.

A su lado, Kylian Mbappé oposita a ser una de las sensaciones del Mundial, como ya lo fue en el de 2018. No se discute su condición de rutilante estrella, pero debe dar un paso al frente para instalarse en el imaginario como un futbolista de época. Qatar es una gran oportunidad para ello. El tridente ofensivo de lujo lo completa Antoine Griezmann, con las alternativas de Dembélé, Coman, Nkunku y un Giroud siempre imprescindible para Deschamps.

Cambios en la medular

Donde más renovada está Francia es en el centro del campo y en buena medida por obligación. Paul Pogba y N’Golo Kanté, piezas básicas en Rusia, son baja por lesión y Blaise Matuidi ya está fuera del radar de la selección. En su lugar aparecen futbolistas jóvenes de la talla de los madridistas Tchouaméni y Camavinga, además de Guendozi y Fofana. El portero seguirá siendo Lloris y en defensa las opciones son de máxima calidad, especialmente en la parcela central, pese a la baja confirmada este mismo lunes de Kimpembe.

Encuadrada en el grupo D, Francia debuta contra Australia el martes 22 y proseguirá su trayecto frente a Dinamarca el sábado 26 y contra Túnez el miércoles 30.