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ENERGÍA

El desaire de la OPEP+ con Occidente y el efecto de sus decisiones: el petróleo seguirá al alza

Los analistas creen que el recorte de la producción anunciado el lunes deja claro que los países del cártel no están dispuestos a aguantar presiones para incrementar su producción y no van a permitir que los precios del crudo bajen mucho más de sus actuales niveles

Los ministros de los países de la OPEP+ han acordado volver a reunirse el próximo 30 de junio.

Los ministros de los países de la OPEP+ han acordado volver a reunirse el próximo 30 de junio. / EFE

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Declaración política y mensaje simbólico. Así es como definen los expertos la última decisión de la OPEP+ de aplicar un pequeño recorte de la producción. Una medida que es “como una suma cero” para el mercado y que es más un desaire político que acabará con una subida de los precios.

El lunes, el grupo anunció un pequeño recorte de la producción de petróleo de 100.000 barriles diarios para reforzar los precios. Justo el mes pasado, la OPEP+ decidió aumentar la producción de petróleo en el mismo objetivo de 100.000 barriles diarios. "Esencialmente, es como una suma cero para el mercado", dijo Ellen Wald, presidenta de Transversal Consulting. "El aumento de la producción del mes pasado también fue casi nulo... y ahora estamos hablando de quitarlos".

Una experta que reconoció a la CNBC que el mensaje subyacente es más significativo que el propio recorte. "El significado simbólico de este recorte es, creo, mucho más importante para el mercado", dijo Wald, añadiendo que el precio del crudo Brent "subió mucho" tras la decisión.

Tras la decisión los precios del petróleo subieron alrededor del 3% aunque poco a poco han perdido fuelle y han reducido ganancias. El barril de crudo Brent se sitúa en torno a los 95 dólares por barril mientras el West Texas Intermediate ronda los 88 dólares.

El movimiento del lunes de la OPEP+, no del todo inesperado, deja bien claro dos cosas: i) que los países del cártel no están dispuestos a aguantar presiones para incrementar sus producciones con el objetivo de que baje el precio del crudo, ni del presidente de EEUU, Biden, ni de nadie; y ii) que tampoco van a permitir, ahora que han recuperado parte de la capacidad de fijación de precios, perdida a manos de los frackers norteamericanos en la última década, que los precios del crudo bajen mucho más de sus actuales niveles. “Por tanto, las economías desarrolladas tendrán que convivir con estos precios de la mejor forma posible”, aseguran los expertos de Link Securities.

En este sentido, el consenso cree que la medida que ha llevado a cabo la organización "es más bien un desaire político al presidente [Joe] Biden, así como a la Unión Europea, señalando que la OPEP va a seguir su propio camino y que quieren proteger esos precios más altos", dijeron los expertos de Lipow Oil Associates, quien también mencionó que el recorte era "bastante mísero". Ambos analistas se mostraron escépticos sobre la eficacia de los topes de precios del petróleo ruso.

La semana pasada, los países del G-7 acordaron limitar los precios del petróleo ruso para reducir los fondos que llegan a las arcas de Moscú y reducir el coste del petróleo para los consumidores. ″[No] parece que la India esté realmente dispuesta a firmar aquí. Y tampoco China", dijo Wald. Explicó que aunque algunos países se pongan de acuerdo en no comprar petróleo a Rusia, otros países como India y China podrían comprar esos barriles con un descuento. Francia dice que la propuesta de limitar el petróleo ruso debería ser una iniciativa global.

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"No veo que esto funcione de ninguna manera, excepto para terminar subiendo el precio del petróleo para todos, excepto para aquellos que siguen comprando petróleo ruso", aseguran en la firma de materias primas.

Del mismo modo, cada vez hay más voces que dicen que el tope de precios es inviable porque tanto China como India "ya se benefician del petróleo ruso con grandes descuentos" y no tienen nada que ganar subiéndose al carro. El tope de precios protege a los consumidores de pagar precios más altos en lugar de reducir la demanda de petróleo. Lo que significa que los gobiernos van a imprimir más dinero para enviarlo a los consumidores y se van a endeudar más.