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El euribor alcanza máximos de 2012, ¿merece la pena cambiar una hipoteca fija a variable?

La inflación y la subida de tipos de los bancos centrales llevan a muchos hipotecados a plantearse si merece la pena cambiar su hipoteca, mientras los bancos comienzan a retirar de su oferta comercial las de tipo fijo o a acompasar la subida de tipos a los intereses del préstamo

Una calculadora y una escritura de compraventa de una hipoteca.

Una calculadora y una escritura de compraventa de una hipoteca. / EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS

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El euríbor sigue su tendencia al alza este 2022. La referencia para la mayoría de hipotecas a tipo variable en España se situó el pasado viernes en el 1,896%, lo que supone su nivel más alto desde el 6 de enero de 2012. En abril alcanzó cifras positivas y desde agosto acumula una subida de alrededor de 100 puntos básicos desde el comienzo de agosto.

Estas alzas llegan aparejadas a la normalización monetaria que impulsa el Banco Central Europeo (BCE) con el objetivo de frenar la inflación. El índice de precios al consumidor (IPC) de la eurozona cerró agosto en el 9,1% y se sitúa por primera vez en la historia de la moneda común por encima del 9%. La inflación subyacente se situó en el 4,3%, tres décimas por encima de lo previsto, y el encarecimiento de los precios se extendió a los servicios.

Este escenario inflacionista obliga al BCE a ser más agresivo con la subida de tipos, en línea con lo que ya está haciendo la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra. El pasado 21 julio, el organismo monetario elevó los tipos de interés por primera vez desde 2011 hasta el 0,5%. Este jueves se espera que el instituto emisor eleve los tipos otros 50 puntos básicos hasta el 1%, aunque en los últimos días gana fuerza la posibilidad de ver un alza de 75 puntos básicos en septiembre.

Las perspectivas del BCE apuntan a una inflación “más alta y más persistente, impulsada por el aumento de los precios de la energía y los alimentos, la escasez de suministro mundial y los efectos de la reapertura de la economía. Tendrá una media del 6,8% en 2022, antes de descender al 3,5% en 2023 y converger hacia el objetivo de inflación del BCE en 2024”.

En este contexto muchos hipotecados se plantean si merece la pena cambiar su hipoteca variable a fija. Ambas modalidades presentan ventajas y desventajas, pero lo que es cierto es que los bancos están empezando a retirar de su oferta comercial las hipotecas fijas o a acompasar la subida de tipos en los intereses a cobrar. Un ejemplo de ello es Kutxabank que acaba de retirar de su plan comercial la hipoteca fija o la subida de la Tasa Anual Equivalente (TAE) del 1,88% de la hipoteca fija de Abanca, del 1,75% de Openbank, del 1,62% de MyInvestor o del 1,59% de Bankinter.

“Entre las ventajas de cambiar de hipoteca variable a fija se encontrarían que, si lo hacemos en un momento de tipos de interés por debajo de los tipos futuros, al mantenerse la cuota fija a lo largo del préstamo hipotecario, habríamos logrado un coste de financiación inferior, con mayor certidumbre y estabilidad de gastos”, apunta Pablo del Barrio, agente de grandes patrimonios de Bankinter.

El tipo fijo supone menor riesgo y un horizonte de pagos predecible, aunque normalmente también supone un coste normalmente más alto que un tipo variable. La evolución del euríbor marca a las hipotecas variables, muy relacionado con el coste del dinero que fija el BCE que va a seguir muy pendiente de lo que ocurra con la inflación.

“No hay que olvidar las desventajas de cambiar de hipoteca variable a fija, como son que puedes perderte bajadas del Euribor desde los niveles actuales, así como que hay algunos costes adheridos a la operación (por novación o subrogación, cancelación anticipada…) al tiempo que el coste de financiación suele redundar en un salto inicial”, añade Del Barrio.

Para poder pasar una hipoteca fija a una variable debemos tener en cuenta lo que diga el contrato y de la fórmula que utilice el hipotecado: novación, subrogación o cancelación y apertura de una nueva. Desde el comparador Kelisto estiman que para una hipoteca pendiente de 100.000 euros contratada hace dos años, con la opción más barata (la novación), tendrías que abonar 150 euros, con la intermedia (la subrogación), 450 euros, y con la más cara (cancelar y abrir un nuevo préstamo), 1.024 euros.

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Con la oferta actual de hipotecas en España las hipotecas a tipo fijo más baratas rondan el 2%. Miquel Riera, experto de HelpMyCash, considera que "una hipoteca fija al 2% se puede considerar muy atractiva, por esto mismo. Cabe destacar, además, que el interés de las hipotecas fijas ha sido históricamente mucho más alto, de más del 4% o el 5%".

Con el euríbor en el 1,89% y un diferencial del 0,79% de media entre las hipotecas a tipo variable que se comercializan en España los expertos indican que los hipotecados pueden tener una oportunidad para lograr un crédito fijo al 2% antes de que en los próximos meses los intereses se eleven todavía más.