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El dinero vuelve a dar dinero, incluso puede batir a la inflación en poco tiempo

Vista de la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania).

Vista de la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania). / EFE/Frank Rumpenhorst

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El dinero vuelve a dar dinero. Es una frase cacofónicamente terrible, pero que refleja que, de nuevo, la inversión en activos monetarios y renta fija puede ser rentable. Incluso, a pesar de la inflación, que ronda cotas del 10%. Algunos bonos a 2-3 años de duración están ofreciendo ya un 2%-3%. Si las previsiones de corrección inflacionaria de los bancos centrales son buenas, al vencimiento, podrían obtenerse retornos positivos incluso en términos reales.

Antes que nada, conviene no olvidar algunos asuntos de una importancia capital, diluidos para la sociedad por la ingente cantidad de noticias del día a día:

Desde 2016, se dio un fenómeno no visto hasta el momento: los tipos de interés negativos. Remontándose algo más, tras la crisis de Lehman Brothers y demás rescates (financieros y soberanos), una de las principales víctimas de esta operativa fue el ahorrador. Con las bajadas de tipos de interés, que llegaron casi al 0% en poco tiempo, el activo libre de riesgo dejó de ofrecer retorno (dejó de existir, por tanto), lo cual se trasladó a las cuentas bancarias. Era imposible invertir y obtener algo, por poco que fuera, con total seguridad.

Para empeorar la situación, en la segunda mitad de la pasada década se dio el fenómeno de los tipos negativos, que acarrearon que los países emisores pasasen a cobrar a sus inversores por colocarles su deuda. Inaudito.

Ahora es distinto. “Casi todo empieza a pagar, al menos en términos nominales, a unos tipos aceptables”, señala David Ardura, uno de los mejores expertos en Renta Fija de España, desde la entidad en la que opera, Finaccess Value AV. “Los triples B (bonos de emisores con calificación crediticia investment grade) en Europa están dando a un año cerca del 2%. A 4-5 años, entre el 3%-3,5%. Con ese retorno, junto a las expectativas de inflación, ya puede pensarse en inversiones con tipos reales positivos”.

Es cierto que, con una inflación actual en las zonas del 10%, “sigue vislumbrándose algo de riesgo”. Pero ya sale el sol para el ahorrador.Hay que mirar más adelante, pensando en que esa inflación se normalizará. Todas las casas de análisis tenemos esa duda, pero entendemos que ese 10% es una situación excepcional. Habrá que ver si corrige a objetivos de los bancos centrales, entre el 2% y el 3%. La duda es si será en 12, 24 o 36 meses. Eso condiciona la inversión en Renta Fija”. Pero hay expectativas razonables para el ahorrador que quiere invertir sin riesgo, para ganar algo en términos reales, por escaso que sea su retorno.

¿ES UN BUEN MOMENTO PARA LA RENTA FIJA?

¿Es este un buen momento, por tanto, para entrar ahora en Renta Fija? “Sí. El que lo hizo hace dos o tres años está sufriendo y en el mejor de los casos, tiene que esperar a los vencimientos para obtener el principal. Compró a tipos negativos o a cero, y eso va a recibir. Los que compren ahora pueden tener un 2%-3% que, en términos nominales, de entrada, ya están bien”. Al margen de lo que pueda ocurrir con la inflación.

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La clave del éxito (obtener ganancias en renta fija no sólo nominales, sino reales) reside en acertar el timing de entrada. A cortísimo plazo no se va a batir la inflación, pero quizá sí en el corto-medio. “En cuanto el Banco Central Europeo (BCE) suba tipos, la inflación corregirá más. Por eso, ahora es un buen momento de plantear inversión en Renta Fija”, afirma Ardura. Sin olvidar los depósitos bancarios, que comenzarán a ofrecer retornos relevantes en cuanto el BCE vuelva a subir tipos. El organismo emisor está sufriendo mucha presión para ello, aunque “habrá que ver el desplome del crecimiento cuando lo haga, en un entorno de demanda ajustándose, renta disponible menor y crédito para el consumo sube. Es lo que veremos en los próximos meses”.

A más largo también hay oportunidades, pero el riesgo se incrementa. La volatilidad puede ser mayor y, de hecho, la curva está invertida en el entorno de los 10 años. Ardura insiste: “Donde vemos punto de equilibrio es en tipos a 2-3 años, en activos de buena calidad. No hace falta ir a high yield”.