Cifras flojas en las divisiones de inversiones de las grandes casas internacionales

 Ha comenzado el reporte de resultados, y como es habitual, entre los primeros en hacerlo son los grandes grupos financieros norteamericanos, y por consiguiente, se dan a conocer los resultados de la banca de inversión.

Desde el comienzo del año han estado lidiando con un colapso en las colocaciones primarios o IPOs, así como por una significativa menor emisión de deuda y acciones en lo que va del año, resultado de la inestabilidad económica y financiera, provocando caídas abultadas en los activos financieros, así como por el pesimismo de una potencial recesión generada por políticas monetarias más restrictivas y que están frenando el crecimiento.

Fuertes descensos en los ingresos de la banca de inversión

En el caso de Morgan Stanley, la división de banca de inversión obtuvo ingresos de 1.070 millones de dólares en el segundo trimestre (un descenso del 55%), quedándose cortos en 400 millones respecto a las estimaciones de los analistas (que ya se habían estado recortando en las últimas semanas). El trading de renta variable generó unos ingresos de 2.960 millones de dólares trimestrales (por encima de las estimaciones de 2.770 millones), cuando los ingresos de trading de la renta fija fueron de 2.500 millones de dólares (muy por encima de estimaciones de 1.980 millones). También se generaron menores comisiones de gestión en la división de gestión de patrimonios debido a la caída en el valor de los activos. En la gestora de inversiones los ingresos cayeron un 17%.

Por su parte, los beneficios del segundo trimestre de Goldman Sachs cayeron un 48% hasta los 2.790 millones de dólares, resultado de la reducción de los ingresos de la banca de inversión. Los ingresos cayeron un 23%, aliviados en cierta forma por un aumento del 55% en los ingresos de renta fija, tipos de interés, materias primas y divisas. Los ingresos por gestión de activos cayeron un 79% respecto al año anterior, hasta 1.080 millones de dólares, superando la estimación de 924,4 millones. El descenso se debió a las pérdidas en las acciones cotizadas y a las menores ganancias en las participaciones privadas, según el banco. Los ingresos por consumo y gestión patrimonial aumentaron un 25%, hasta los 2.180 millones de dólares, igualando básicamente las estimaciones de los analistas, gracias al aumento de las comisiones de gestión, los saldos de las tarjetas de crédito y los depósitos en su negocio de banca digital. Sin embargo, avisa que podría reducir las contrataciones y cortas costes si la situación económica empeora.

Por su parte, la gestora suiza GAM alerta sobre sus beneficios alegando las turbulencias del mercado y la cautela de los inversores que han llevado a reducción de sus activos bajo gestión, con lo que espera registrar pérdidas en el primer semestre de 2022. La compañía espera reportar pérdidas antes de impuestos de unos 15 millones de francos suizos, en comparación con beneficios de 800.000 francos en el primer semestre de 2021.

En cuanto a BlackRock, ante una sorprendente reducción de activos, ya que los inversores minoristas retiraron unos 10.000 millones de dólares en el trimestre (la primera caída desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020), las ventas brutas de fondos de inversión se mantuvieron fuertes. Sin embargo, comentaron que los reembolsos en renta fija de larga duración, HY y renta variable de crecimiento fueron abultados. Los AuM de BlackRock cayeron 11%, hasta los 5,5 billones de dólares vs el año pasado y también respecto a los 10 billones del cuarto trimestre del 2021, en donde el dólar jugó un papel importante. Fink comentó que los clientes están aumentando sus posiciones en liquidez como refugio, “que con una curva invertida el cash no es solo un safe place, pero también uno un lugar más rentable para los inversores”.

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Un poco más de lo mismo en Bank of America, donde las las comisiones de la banca de inversión cayeron un 47% hasta los 1.100 millones de dólares, al reducirse las operaciones de listar nuevas compañías y las actividades de trading debido a la volatilidad en los mercados de capitales.

En términos generales, negocios presionados por el miedo a una recesión y a que en estos momentos la liquidez juega un papel importante como munición ante una mejora súbita del mercado.