Naturaleza

¿Por qué plantar árboles no siempre es la mejor estrategia en la lucha contra el cambio climático?

Convertir pastizales y sabanas en bosques provoca una "pérdida inmediata de hábitat"

Bosque caducifolio.

Bosque caducifolio. / Pixabay

Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) son cada vez partes más importantes de la estrategia para lograr emisiones netas de carbono cero y frenar el cambio climático. Sin embargo, promover el crecimiento de árboles en áreas previamente forestadas (reforestación) o en áreas no forestadas (forestación) y plantar cultivos bioenergéticos puede ayudar o dañar la biodiversidad en el proceso.

Un estudio publicado en la revista ‘Science’ ha analizado los efectos de ambas acciones y ha concluido que tanto la forestación como la reforestación tienen efectos positivos en la biodiversidad al reducir el cambio climático, pero los efectos locales a través de la conversión del hábitat son mucho más fuertes.

Los resultados son claros: debido a que la mayoría de las especies modeladas habitan bosques, el crecimiento forestal tiene un efecto positivo medio, mientras que los cultivos bioenergéticos tienen un efecto negativo medio.

La conclusión es que la reforestación beneficia habitualmente a muchos vertebrados, pero los modelos climáticos sugieren que para la mayoría de las áreas no forestales, no hacer nada es mejor para la biodiversidad que la forestación o los cultivos bioenergéticos.

Los autores del estudio sostienen que los responsables de las políticas y los funcionarios de conservación deberían considerar los impactos sobre la biodiversidad al evaluar las herramientas más efectivas para mitigar el cambio climático.

Variuedad de animales en la sabana africana.

Variuedad de animales en la sabana africana. / Pixabay

"A medida que se aceleran los esfuerzos para abordar el cambio climático, es urgente garantizar que al aplicar LBMS (estrategias de mitigación basadas en la tierra, que utilizan plantas para almacenar carbono) no pongamos en peligro inadvertidamente la biodiversidad", recoge el texto.

Estrategias de mitigación

Muchos planes de emisiones netas cero exigen la aplicación de estrategias de mitigación basadas en plantas en millones de hectáreas de terreno. Las acciones más comunes son las tres ya citadas: reforestación, forestación y cultivos bioenergéticos. Hasta ahora, ha sido un desafío predecir los impactos de estas estrategias sobre la biodiversidad, porque afectan a las especies de maneras múltiples y complejas.

El estudio, protagonizado por investigadores de la Universidad de Princeton y del Jardín Botánico de Nueva York, es el primero de su tipo en evaluar los posibles impactos en la biodiversidad de esas tres estrategias de mitigación del cambio climático a nivel mundial. El equipo de científicos, dirigido por Jeffrey Smith, modeló el impacto de estas estrategias de mitigación en más de 14.000 especies animales.

3 Aves en un espacio protegido.

3 Aves en un espacio protegido. / EFE / Jeffrey Arguedas

La mayoría de los países del mundo, se han comprometido a utilizar estos métodos para alcanzar sus objetivos climáticos. Sin embargo, como señala Beaury, "las estrategias de mitigación basadas en plantas no tienen el mismo efecto sobre el clima o la biodiversidad en todos los lugares donde se aplican. Nuestra investigación sugiere que no podemos asumir que las soluciones basadas en plantas siempre reducen indirectamente la crisis de la biodiversidad", añade.

El equipo de científicos, que también incluía a Jonathan Levine y Susan C. Cook-Patton, descubrió que la reforestación beneficia a muchas especies tanto a nivel local, al aumentar el hábitat, como a nivel mundial, al mitigar el cambio climático. Entre ellas se encuentran muchas especies forestales emblemáticas, desde anfibios y aves de vientre rojo hasta grandes mamíferos.

Una solución que beneficia a todos

Los resultados de la plantación de monocultivos de plantas bioenergéticas o la conversión de sabanas y pastizales naturales en bosques no tienen resultados tan alentadores. Si bien estas iniciativas pueden ayudar a abordar el cambio climático y reducir las amenazas climáticas a la biodiversidad, también conducen a una pérdida inmediata de hábitat.

Reemplazar praderas ricas en biodiversidad por cultivos bioenergéticos sería enormemente perjudicial para especies como el urogallo o el alce. De manera similar, convertir las sabanas en bosques provocaría la disminución de especies emblemáticas como los avestruces y los leones.

4 Plantación de eucaliptos.

Plantación de eucaliptos. / Agencias

El estudio encontró que la pérdida de hábitat debido a la forestación y la bioenergía sería mucho mayor que el beneficio que proporcionarían a la biodiversidad al ayudar a mitigar el cambio climático a nivel mundial.

Aunque los ecologistas han sospechado durante mucho tiempo que algunas de estas intervenciones significarían menos hábitat para la vida silvestre, este estudio les da la razón y proporciona la primera evaluación cuantitativa de los impactos potenciales.

"La reforestación es una solución que beneficia a todos, obviamente, a la biodiversidad", afirma Beaury, ecóloga y biogeógrafa especializada en plantas invasoras. "La restauración de los bosques perdidos proporciona hábitat y reduce los impactos del cambio climático", concluye.