Así es el ‘latigazo hidroclimático’ que alimenta los incendios de Los Ángeles: ¿Podría suceder en España?

La abrupta sucesión de lluvias torrenciales y sequías extremas dispara los megaincendios forestales

Los incendios de Los Ángeles tienen su origen en el calentamiento global

Los incendios de Los Ángeles tienen su origen en el calentamiento global / AFP

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Una investigación que acaba de hacerse pública por parte de la Universidad de California (EEUU) apunta como causante de los devastadores incendios que están arrasando el área de Los Ángeles a un fenómeno llamado ‘latigazo hidroclimático’. Consiste en oscilaciones abruptas y extremas entre sequías severas y lluvias torrenciales, lo cual es intensificado por el calentamiento global que sufre el planeta.

En un artículo publicado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en Nature Reviews Earth & Environment, los autores señalan que el actual proceso de calentamiento está originando eventos naturales cada vez más extremos, alimentándose entre sí y reforzándose mutuamente.

Durante el invierno de 2022-2023, California experimentó lluvias récord, provocadas por una serie de ríos atmosféricos, que causaron inundaciones masivas y grandes acumulaciones de nieves. Pero, en cambio, durante la temporada siguiente de 2024 se produjo todo lo contrario: un verano extremadamente cálido y seco, acompañado por una sequía sin precedentes.

Paisaje de destrucción tras el incendio

Paisaje de destrucción tras el incendio / tayfun

Ha sido precisamente este contraste lo que ha disparado la proliferación de incendios forestales de gran magnitud. La vegetación, que había crecido de forma muy considerable por las lluvias anteriores, pero ahora estaba seca por la sequía, se ha convertido en material inflamable a causa de las elevadas temperaturas.

Daniel Swain, climatólogo de la UCLA, explica en el citado estudio que “la atmósfera puede contener un 7% más de humedad por cada grado centígrado que se calienta el planeta”. Este hecho no solo intensifica las precipitaciones, como pasó en California durante los inviernos de 2022 y 2023, sino que también multiplica las condiciones de sequía extrema, generando así un círculo vicioso de lluvias torrenciales seguidas de calor extremo, favorecedor de incendios gigantescos.

Swain señala que “el cambio climático está aumentando la combinación entre las condiciones de vegetación extremadamente seca y los episodios de fuertes vientos”. También ve una conexión directa entre el calentamiento global que sufre el planeta y el desastre que atraviesa California.

La investigación de la UCLA añade que esta situación no es exclusiva de esta parte del mundo, puesto que este fenómeno del ‘latigazo hidroclimático’ aumenta en todo el planeta entre un 31% y un 66% desde mediados del siglo XX, y las simulaciones informáticas dan por seguro que el problema irá al alza.

¿Podría afectar a España?

Aunque se hacen referencias específicas a España, el estudio destaca que regiones muy cercanas a la Península Ibérica, como el norte de África (además de Medio Oriente, sur de Asia y Pacífico tropical) son áreas especialmente vulnerables a este tipo de situaciones. De hecho, la fuerte DANA registrada a finales de 2024 hunde sus orígenes precisamente en fenómenos parecidos al que ha desencadenado la tragedia de Los Ángeles.

La DANA de Valencia fue impulsada también por el cambio climático

La DANA de Valencia fue impulsada también por el cambio climático / Efe

La sucesión brusca desde veranos extremadamente cálidos, como los que ocurren en el sur de España, y lluvias torrenciales, como las caídas en el Levante, son ingredientes para que se produzcan incendios de gran magnitud.

Incluso zonas que tradicionalmente han tenido una cierta estabilidad climática ven aumentar las oscilaciones peligrosas entre inundaciones y megaincendios. Y es que, como añade el autor del informe, “cada fracción de grado centígrado de calentamiento acelera el poder destructivo de estas transiciones” desde lluvias torrenciales a incendios devastadores.

Para los científicos, la única manera de frenar este tipo de desastres extremos producidos por un clima en transformación reside en cumplir con el Acuerdo de París y limitar el calentamiento global a 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, 2024 fue el primer año de la historia en que se rebasó ese tope y podría ir sucediendo lo mismo en años sucesivos si no se frenan las emisiones de efecto invernadero.

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s43017-024-00624-z

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