Crisis climática

El Ártico y la Antártida aceleraron su derretimiento en 2022

Los últimos informes científicos confirman la pérdida de hielo en ambos casquetes polares

El Ártico y la Antártida aceleraron su derretimiento en 2022

El Ártico y la Antártida aceleraron su derretimiento en 2022 / alaskaworldaffairs

Joan Lluís Ferrer

Los casquetes polares del planeta, reguladores del clima mundial y de los que depende el futuro de la humanidad, aceleraron en 2022 su preocupante evolución. El Ártico ha perdido ya el 40% del hielo que tenía hace 44 años, mientras que la Antártida, que parecía más o menos a salvo de estos estragos, presentó el año pasado su mínima cobertura de hielo desde que existen registros.

Si hay un lugar en el planeta donde todo está cambiado a velocidad de vértigo es el Ártico. En ningún lugar como allí el clima está transformándose tanto, a consecuencia del calentamiento global provocado por el hombre. Una de las manifestaciones más visibles de este cambio es la fuerte reducción de su capa de nieve y hielo.

Un nuevo informe de la Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA), que examina la evolución del Ártico a lo largo de 2022, confirma que esta región se está calentando cuatro veces más rápido que el conjunto del planeta. Esto está provocando una pérdida de hielo y nieve realmente alarmante, al ritmo de un 20% cada década.

El Arctic Report Card, como así se llama el informe, señala además que cada vez llueve más y nieva menos en el Ártico. Gran parte de estas lluvias se producen durante el invierno, una época totalmente gélida en la que hasta ahora nevaba pero no llovía.

Descenso del hielo marino en el Ártico

Descenso del hielo marino en el Ártico / NOAA

Este hecho, además de alterar la vida silvestre de la zona, acelera también la pérdida de hielo marino.

Mientras tanto, la capa de hielo de Groenlandia acelera su derretimiento, como han confirmado recientemente otros estudios. Como resultado de este proceso, entra en el mar cada vez más agua dulce, lo que provoca un aumento neto del nivel del mar, además de alterar las corrientes oceánicas.

¿Por qué llueve en el Ártico?

Pero ¿por qué llueve más ahora en el Ártico? En realidad, todo es una cadena que se retroalimenta. Cuanto más disminuye el hielo marino, más superficie de agua queda al descubierto, con lo que se aporta más humedad a la atmósfera.

De hecho, los satélites han detectado que en los últimos 44 años toda la región ha perdido más del 40% de la extensión de hielo marino durante el verano.

Además, la propia atmósfera del Ártico se está calentando más que el resto del planeta, y un aire más cálido tiene más facilidad para provocar lluvia.

Y hay más: el propio suelo ártico se va fundiendo. El llamado permafrost, que no es sino suelo congelado sobre el que se asientan muchas poblaciones e infraestructuras, se está derritiendo y pone en peligro así estas construcciones. También amenaza el sustento de poblaciones indígenas.

El propio color blanco de la nieve ayuda a asegurar la temperatura fría del Ártico, puesto que refleja gran parte de la radiación solar y la devuelve al espacio. Si esta zona tiene menos nieve, su superficie es más oscura y, por tanto, absorbe más esa radiación, no la refleja, calentando así más el Ártico.

Paisaje ártico

Paisaje ártico / Pixabay

Lo que, en definitiva, está sucediendo es que el Ártico está perdiendo su capacidad de regular el clima del mundo, y las consecuencias serán, por tanto, globales.

La Antártida registró un mínimo de hielo en 2022

Sin embargo, no terminan aquí los problemas. En el lado opuesto del globo, en la Antártida, que hasta ahora parecía a salvo de una situación como esta, se ha observado en 2022 la mayor pérdida de hielo desde que hay registros, en 1978.

A diferencia del Ártico, el hielo antártico ha aumentado cerca del uno por ciento por década desde finales de 1970.

Pero en 2017 esta tendencia se rompió y el hielo marino del hemisferio sur registró un mínimo histórico que en 2022 se repitió.

El 25 de febrero de 2022, al final del verano en el hemisferio sur, los datos mostraron que había una cantidad de hielo significativamente inferior a la normal en los mares de Bellingshausen/Amundsen, el mar de Weddell y el sector occidental del océano Índico.

Además, en toda la región, la extensión del hielo marino era un 30% inferior a la media del período de referencia de tres décadas 1981-2010.

Retroceso del hielo de la Antártida en dos momentos diferentes del año

Retroceso del hielo de la Antártida en dos momentos diferentes del año / NOAA

En los últimos años se han propuesto muchas causas para explicar la variabilidad del hielo marino antártico, pero todavía no hay consenso científico y el fenómeno sigue siendo teórico y sin explorar.

La aparición de un nuevo mínimo en la extensión del hielo marino en un periodo de tiempo tan corto llevó a los investigadores chinos a estudiar qué había pasado y por qué.

Tras analizar los datos del satélite observaron que en verano la termodinámica domina los procesos que provocan el deshielo del mar produciendo anomalías en el transporte de calor hacia el polo en los mares de Bellingshausen/Amundsen, el océano Pacífico occidental y el mar de Weddell oriental, en particular.

También crecen la radiación infrarroja global, la luz, la temperatura y el albedo (la «blancura» de una superficie, pues cuanto más blanca es, mayor es la reflexión de dicha radiación, y cuanto más oscura, mayor es la absorción).

El agua generada por el deshielo en la Antártida ingresa en el mar y contribuye de forma directa a subir el nivel de los océanos en todo el planeta.

Estudio de referencia: https://www.arctic.noaa.gov/Report-Card/Report-Card-2022/ArtMID/8054/ArticleID/993/Precipitation

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