Solución controvertida

¿Cómo es el controvertido proyecto para oscurecer la atmósfera y frenar el calentamiento global?

La iniciativa consiste en esparcir millones de toneladas de partículas en la atmósfera para bloquear parte de la luz solar

¿Cómo es el proyecto para oscurecer la atmósfera y frenar así el calentamiento global?

¿Cómo es el proyecto para oscurecer la atmósfera y frenar así el calentamiento global? / Nasa

Joan Lluís Ferrer

Esparcir millones de toneladas de partículas de algún compuesto en la atmósfera para así bloquear parcialmente la llegada de luz solar y enfriar el planeta. Esta es la controvertida propuesta que cada cierto tiempo va surgiendo para frenar el calentamiento global que amenaza la Tierra. Ahora, una climatóloga argentina ha detallado cómo sería el proyecto, aunque confía en “no tener que usarlo nunca”. No todo son ventajas en este sistema.

La crisis climática se agrava año tras año sin visos de una rápida solución. Por ello, científicos de todo el mundo han comenzado a estudiar e investigar la posibilidad de crear una especie de penumbra alrededor del planeta, con el objetivo principal de que llegue una menor cantidad de radiación solar a la Tierra y así pueda “enfriarse”.

A partir de los últimos informes elaborados por la ONU, los especialistas temen que el panorama sea peor de lo inicialmente previsto para fin de siglo, ya que “la temperatura global no debe superar los 1,5º C” si se quiere evitar que siga empeorando la crisis climática y sus consecuencias ambientales catastróficas. Sin embargo, todo indica que para entonces la temperatura probablemente será 2,8º C más alta que antes de la Revolución Industrial.

Argentina forma parte del grupo de especialistas que trabaja en este proyecto, entre los cuales se encuentra la doctora en Ciencias de la Atmósfera Inés Camilloni (UBA). Explicó que según los avances que han logrado hasta el momento, “en 10 o 15 años la penumbra estará lista para ser creada en la estratósfera”, aunque reconoció que llegar a ese punto “hablaría muy mal de la humanidad”, porque dejaría en evidencia que no se ha hecho o contribuido lo suficiente “para frenar el calentamiento global”.

La climatóloga Camilloni, en una conferencia

La climatóloga Camilloni, en una conferencia / Tedx

Antes que nada, cabe aclarar que la citada penumbra en realidad serían millones de partículas que disminuirían solo en un 1% o 2% la energía solar que llega al planeta. Sin embargo, según explicó la investigadora, todavía no está definida cuál será la sustancia que constituirá esas partículas. Camilloni añadió que están trabajando en encontrar alguna que sea lo menos dañina posible para la capa de ozono.

Entre las investigaciones que todavía deben concretarse, será necesario realizar un experimento de campo. Inés Camilloni describió que esto consistiría en lanzar una sustancia a la estratósfera para evaluar algunas características, por ejemplo, qué transformaciones químicas se generan o de qué manera se dispersan las partículas.

Para materializar esta penumbra artificial se necesitarán aviones que alcancen los 20 km por altura y desde allí inyectar en la estratósfera las partículas.

Como una erupción volcánica

La especialista citó a modo de ejemplo el funcionamiento de una erupción volcánica: “La idea es replicar el efecto de erupción volcánica, ya que cuando se produce la erupción se liberan cenizas que llegan a esta capa de la atmósfera y tapan la luz solar. Por eso es que parece que está nublado o más oscuro, así llega menos radiación”.

Aunque este sistema lograría bajar la temperatura del planeta y las olas de calor y las lluvias intensas serían menos frecuentes, los científicos plantean más de un obstáculo.

La idea es imitar lo que sucede en una erupción

La idea es imitar lo que sucede en una erupción / Pinterest

Y es que, a pesar de ese logro, se alteraría el promedio de los ciclos del agua, porque llovería más en algunos lugares que en otros, lo cual afectaría notablemente a los ecosistemas, a la producción de alimentos e incluso a la salud humana.

Otra de las preocupaciones que supone esta innovación es que “debe ser sostenida en el tiempo y en todos los lugares del planeta”. En palabras de Camilloni, “no se puede dejar de enviar esta partículas de un día para el otro, porque generaría un aumento de la temperatura muy rápido”.

Asimismo, si no hubiera un sistema de gobernanza en todo el mundo y esto solo lo implementara un país en una zona puntual del planeta, habría problemas, porque sería una parte del mundo que estaría ‘tuneando’ la temperatura global, decidiendo cuánto se enfría a la Tierra y con afectación a todos”.

En definitiva, se trata de un procedimiento que entraña numerosos riesgos para el conjunto del planeta.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es