Tirón de orejas de la ONU a Europa: debe reducir emisiones, residuos y pérdida de biodiversidad

Europa no está cumpliendo sus compromisos para hacer frente a la triple crisis medioambiental que asola el planeta: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación. De ahí que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya dado un tirón de orejas a los 54 estados del continente: deben reducir las emisiones, los residuos, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.

Solo algunos países se han esforzado en los últimos años por rebajar sus emisiones. Otros, en cambio, siguen aumentándolas. El resultado final no es el esperado. La ONU ha advertido de que la extracción de minerales y su procesamiento está en la raíz de la pérdida de biodiversidad, contribuye al estrés hídrico y triplica el impacto de cambio climático.

"Así no se puede continuar. La economía circular y el desarrollo sostenible son la clave para conseguir los retos", señala el organismo que capitanea António Guterres.

Un nuevo informe de la ONU recientemente presentado al máximo órgano paneuropeo de política medioambiental, que abarca 54 países, reclama un mayor compromiso y medidas contundentes para afrontar el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación. Las soluciones, según la ONU, llegarán centrándose en la "economía circular" y en "infraestructuras sostenibles".

El llamamiento se produjo durante la novena Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente para Europa, y se recogió en el informe elaborado por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (UNECE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

"Las conclusiones de esta evaluación deben ser una llamada de atención para Europa", señala la responsable de UNECE, Olga Algayerova. "La histórica sequía a la que se enfrentó la región este verano, anunció lo que debemos esperar en los próximos años y muestra que no hay más tiempo que perder", añade.

Un futuro limpio y verde

Aunque el informe reconoce "algunos avances", subraya que la contaminación atmosférica sigue siendo "el mayor riesgo para la salud en la región".

Así, pese a que 41 países europeos registraron una reducción del 13% en las muertes prematuras por exposición a partículas finas a largo plazo, "los niveles de concentración siguen superando las directrices de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud de 2005", advierte la ONU.

Según la ONU, son necesarias "medidas adicionales"; entre ellas, "las mejores estrategias disponibles para recortar las emisiones y reducir las procedentes del tráfico rodado".

"La ciencia es inequívoca", indica la directora de la agencia para el medio ambiente, Inger Andersen. "La única manera de avanzar es asegurar un futuro limpio y verde", destaca.

Es cierto que las emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido en Europa occidental –sobre todo entre 2014 y 2019–, pero esa caída se está compensando con los aumentos en el resto del continente. Y aunque el uso de energías renovables ha aumentado en 29 países, la región sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, que representan alrededor del 78% del consumo energético, alerta la ONU.

El informe anima a los gobiernos a eliminar o reformar los subsidios perjudiciales y a desarrollar incentivos para promover la descarbonización mediante la reorientación de las inversiones hacia las energías renovables.

De otro lado, las cuencas fluviales, los lagos y los acuíferos europeos están sometidos a múltiples presiones, y el cambio climático plantea retos adicionales como las inundaciones, las sequías y las enfermedades transmitidas por el agua, señala el informe, que aboga por una mayor conservación del agua y por soluciones basadas en la naturaleza. 

Temperaturas récord

"Sabemos lo que tenemos que hacer, y debemos actuar juntos", comenta Andersen. "Mientras los ciudadanos se enfrentan a facturas de energía más altas que nunca, ven temperaturas récord y sus depósitos de agua se reducen, los países deben mostrar que hay un plan", declara.

"Una economía circular y más eficiente, en la que la producción y el consumo se sostengan mutuamente y se centren en la eficiencia de los recursos, ayudará a hacer frente al aumento de los residuos y el uso de recursos", detalla el informe.

Intensificar la prevención de residuos en la producción, el consumo y la refabricación, incluso mediante incentivos financieros como la desgravación fiscal es una de las propuestas de la ONU. Otra, crear una asociación paneuropea de gestión de residuos electrónicos para recuperar recursos valiosos.

Pero hace falta dar el paso ya, porque incluso allí donde existe un fuerte compromiso político con la economía circular, como en la Unión Europea, los residuos generados siguen creciendo.

Las extracciones de minerales, por ejemplo, se han triplicado en el último medio siglo, y su procesamiento es responsable de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico, así como de cerca del 50% de los impactos del cambio climático.

"Como se recoge en el informe, la ONU ha desarrollado múltiples herramientas y enfoques para reducir la contaminación, intensificar la protección del medio ambiente, reducir el uso de recursos y fomentar el cambio a una economía circular. Su aplicación debe acelerarse significativamente", recuerda Algayerova.

"Esto requerirá un compromiso político urgente y audaz, y cambios de comportamiento por parte de todos nosotros antes de que sea demasiado tarde", añade. 

Documento de referencia:

https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/40733/EESPEEA.pdf

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