Logran replantar más de 4.000 gorgonias, coral amenazado, en aguas de Girona

Las gorgonias son una especie de corales marinos, que crecen en forma de arbusto y que están en peligro, entre otras cosas, por determinadas artes de pesca que las destruyen. Sin embargo, los científicos han demostrado que es posible restituir estos organismos a su hábitat. En los últimos cinco años se han replantado 4.000 ejemplares de gorgonias frente a las costas catalanas.

Este verano, los proyectos de mitigación (MITICAP) y restauración (RESCAP) del Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) en el Cap de Creus (Girona) han devuelto al mar más de 1.200 gorgonias que habían quedado enganchadas en las redes de pesca y han conseguido modificar con éxito las artes de pesca artesanales de la zona, reduciendo así el impacto sobre las comunidades bentónicas.

A lo largo de los cinco años que han durado estos dos proyectos, las investigadoras e investigadores del ICM-CSIC han trasplantado, en una zona de casi dos hectáreas, más de 4.000 gorgonias entre los 30 y los 90 metros de profundidad en el Parque Natural del Cap de Creus y el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de los cañones del Golfo de León y de la Red Natura 2000. Durante este último año, además, se han realizado acciones de restauración y mitigación en la reserva marina de Es Freus de Ibiza y Formentera.

Según se ha podido comprobar con robots submarinos, el índice de supervivencia de las gorgonias trasplantadas supera el 90%, y su tasa de reproducción es muy similar a la de las que no han salido nunca del medio natural, lo que demuestra la rápida adaptación de las colonias una vez trasplantadas.

El papel de los pescadores

Además del retorno al mar de las gorgonias, durante estos cinco años los equipos científicos han participado en más de 200 jornadas con los pescadores en las que se han testado varias modificaciones de sus artes de pesca. De todas, la más exitosa ha sido la ampliación de la luz de malla de las redes artesanales de trasmallo, empleado para la captura de langosta. Su efectividad se ha testado con éxito con los pescadores de las cofradías de Formentera, Port de la Selva y Cadaqués.

Por otro lado, al igual que en años anteriores, se han llevado a cabo varias jornadas de recuperación de artes de pesca perdidos con la colaboración de voluntarios y pescadores implicados en el proyecto MITICAP. Estas acciones buscan reducir la pesca fantasma, es decir, los artes de pesca abandonados, y concienciar tanto al sector pesquero como a la sociedad general sobre la necesidad de conservar el medio marino. Gracias a estas jornadas, este año se han podido recuperar 21 nasas, 1 trasmallo y 1 palangre perdidos, así como 700 kg de basura marina.

“Con las de este año, ya son más de 4.000 las gorgonias devueltas al mar de forma satisfactoria gracias a la estrecha relación con los pescadores artesanales de las cofradías de Port de la Selva, Cadaqués y Formentera”, celebra Stefano Ambroso, a la cabeza del proyecto RESCAP, que añade que “a medida que han ido pasando los años, la implicación de los pescadores ha sido mayor y hemos notado una mejora y adaptación de las metodologías con la experiencia acumulada”.

Por su parte, la responsable técnica del proyecto MITICAP, Patricia Baena, apunta que “A lo largo de estos cinco años se ha establecido una valiosa sinergia y una relación de confianza entre dos colectivos con visiones tradicionalmente opuestas: los científicos y los pescadores. Baena confía en que esta confianza sirva ahora para trabajar conjuntamente con el objetivo de asegurar el mantenimiento y la sostenibilidad a largo plazo de estos ecosistemas.

La importancia de la concienciación

Tanto MITICAP como RESCAP se desarrollan con la colaboración de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por la Fedeación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y se preocupan por la sensibilización y concienciación de la ciudadanía en cuanto a la conservación de los ecosistemas marinos y la pesca sostenible. Por ello, durante estos años se han realizado diversos talleres teórico-prácticos, así como charlas para todos los públicos, en las que han llegado a participar más de 1.000 personas.

También se ha trabajado en la concienciación del sector pesquero, a quien se ha transmitido la idea de que existe otra manera de faenar, igual de eficaz, pero menos invasiva. Gracias a ello, se ha observado un cambio de actitud en la mayoría de los pescadores, lo que refuerza la necesidad de seguir apostando por proyectos de colaboración entre el sector pesquero y los centros de investigación para trasmitir con eficacia mensajes y aprendizajes que resulten en un mayor interés y compromiso en la conservación del medio marino por parte de los pescadores.

Ahora, los dos proyectos han llegado a su fin, pero el objetivo del ICM-CSIC es darles continuidad tanto en el Cap de Creus como en Formentera y exportar el modelo a otras comunidades autónomas. Y es que, las medidas de mitigación y restauración del medio marino son claves en el escenario actual, pues según los expertos, conseguir un impacto cero de la actividad pesquera es prácticamente imposible.

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