Cambio climático

España se seca: la Península Ibérica, la región europea que sufrirá mayor desertificación

Las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías más intensas y frecuentes, que dificultarán garantizar suficiente agua

Zona afectada por la sequía.

Zona afectada por la sequía. / pixabay

Ramón Díaz

El cambio climático existe, ya esta aquí, ha llegado para quedarse y en un 99,9% está provocado por el ser humano. Hay consenso científico. Nadie ni nada está libre. Pero hay grados. La península Ibérica será la región más afectada del continente por sequías extremas, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. Los modelos climáticos predicen desafíos y cambios extremos aún mayores que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua. Habrá zonas peninsulares que vivirán bajo estrés hídrico severo. España se seca. El desierto avanza.

WWF España juzga necesario incrementar la inversión pública e impulsar acciones urgentes para enfrentar esta grave amenaza. Porque más de 9 millones de hectáreas ya están catalogadas en España como zonas con un riesgo alto o muy alto de desertificación, principalmente en el tercio sur y los dos archipiélagos.

Las causas de la desertificación de España son: la sobreexplotación de acuíferos y el crecimiento insostenible del regadío; el abandono de tierra y la degradación del suelo; y la intensificación de los periodos de sequías extremos, como consecuencia del cambio climático

Varios estudios científicos prevén una reducción de las precipitaciones, especialmente en las cuencas atlánticas, la del Guadalquivir y el sur peninsular, unido a un aumento constante de temperaturas medias de hasta 2 grados más para el año 2040.

Sin embargo, pese a la extrema vulnerabilidad frente a la sequía y del riesgo de desertificación, WWF denuncia que España ha apostado por un modelo de gestión ‘suicida’ que prioriza el agua para los cultivos de regadío intensivo e industrializados. "El regadío se bebe el 80% de este recurso de nuestras cuencas, sin contar con el agua que se consume de forma ilegal", alerta la ONG.

Efectos devastadores

También Greenpeace alerta sobre la desertificación en la Península. Resalta que siete de las diez cuencas hidrográficas con mayor sequía crónica de toda Europa se encuentran en España. Señala también como causas principales la sobreexplotación de los recursos hídricos, la agricultura intensiva y la urbanización irracional. Y demanda un cambio en las políticas hidráulica, forestal y agrícola.

La desertificación y la sequía, además de tener efectos devastadores para el medio ambiente y la biodiversidad, pueden tener graves consecuencias sociales y económicas (obliga a la población a abandonar las zonas afectadas, genera pobreza, problemas de salud…).

Las Tablas de Daimiel, devastadas por la sequía, a vista de dron.

Las Tablas de Daimiel, devastadas por la sequía, a vista de dron. / WWF

El riesgo de desertificación y sequía es especialmente grave en el sur de Portugal, España y el sur de Italia, el sureste de Grecia, Malta, Chipre y las zonas ribereñas del mar Negro en Bulgaria y Rumanía.

Los datos son muy preocupantes: entre el 75% y el 80% de España está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo, según el Ministerio de Medio Ambiente. Y un tercio de España ya sufre una tasa de desertificación muy alta. Si no se toman medidas urgentemente, esa superficie árida seguirá creciendo. 

El anterior Ministerio de Medio Ambiente preveía un escenario futuro en el que el total de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas en España llegará a los 37,4 millones de hectáreas de las 50,5 millones del total del territorio. Estas magnitudes no dejan lugar a dudas, éste es un fenómeno que no afecta solo a la mitad sur peninsular, se va abriendo camino hacia el norte.

“Ante el riesgo acuciante de desertificación y sequía en España, y los devastadores problemas asociados, sólo hay una solución: frenar el cambio climático y fortalecer el medio rural”, indica Julio Barea responsable de aguas de Greenpeace.

Apoyar la cultura del ahorro de agua 

Frente a las sequías, cada vez más intensas y el avance de la desertificación hay que adaptar las demandas humanas a los recursos hídricos realmente disponibles para reducir la exposición al riesgo de la población y los sectores productivos ante un periodo de escasez de recursos, y apoyar la cultura del ahorro del agua en España, frente al agua para todo sin límite.

Para hacer frente a esta situación, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico está diseñando la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, que tiene como objetivo mitigar sus efectos y restaurar las zonas degradadas.

Cauce seco a causa de la ausencia de lluvias.

Cauce seco a causa de la ausencia de lluvias. / unspalsh

“Aunque supone un hito importante, consideramos que este plan carece de un presupuesto definido y de medidas concretas para los próximos ocho años. Es imprescindible que el Ministerio impulse una línea de financiación específica para abordar esta crisis si realmente queremos ganarle la batalla a la desertificación”, resalta WWF.

La ONG considera que con su actual agenda, la estrategia del Gobierno llegará tarde para detener el avance imparable de la desertificación en España.

Estima “imprescindible” que los objetivos, medidas y las recomendaciones de la Estrategia de Lucha contra la Desertificación en España se integren adecuadamente en otros planes relevantes para abordar este problema, como las ayudas vinculadas a las Política Agraria Común, los programas de medidas aprobados en los planes hidrológicos de demarcación o los fondos Next Generation.

WWF reclama asimismo una Ley de Protección de los Suelos para evitar su continua erosión y degradación.