Biodiversidad

Benidorm, santuario de serpientes venenosas incautadas al tráfico ilegal

Tres especies altamente peligrosas viven ya en el parque de Terra Natura

Una de las tres serpientes incautadas y trasladadas a Benidorm

Una de las tres serpientes incautadas y trasladadas a Benidorm / Terra Natura

F. J. Benito

El parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm ha acogido en sus instalaciones a tres serpientes venenosas, que habían sido incautadas por las fuerzas de seguridad del Estado en Madrid. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) buscaba un centro de animales especializado en el manejo y cuidado de estas especies de reptiles, consideradas como muy peligrosas debido a la letalidad y potencia de su veneno.

Los herpetólogos del parque benidormense, que cuenta con amplia experiencia en la gestión de especies venenosas y con un banco de antídotos, se desplazaron hace unos días hasta Madrid para recoger a las tres serpientes y llevarlas a Benidorm.

En concreto, se ha recibido a una mamba verde (Dendroaspis jamesoni) de unos dos metros de largo, cuyo veneno es capaz de matar a un ser humano en pocas horas; una víbora de fosetas azul (Trimeresurus insularis); y un falso coralillo oscuro (Xenodon pulcher), cuyo veneno es algo más suave que el resto de especies recuperadas.

Los tres ejemplares ya se pueden observar en los terrarios de la exposición permanente de criaturas venenosas de Terra Natura Benidorm, ubicada en el área inspirada en Pangea. Se han adaptado perfectamente a sus nuevas instalaciones y se les ha realizado un examen veterinario para confirmar su correcto estado de salud.

El responsable del departamento de Herpetología de Terra Natura Benidorm, David Martí, incide en "la gran responsabilidad que conlleva la tenencia de estos animales y el daño que pueden causar en manos de personas que no están capacitadas para su manejo". "Estas especies pueden acabar con la vida de un ser humano en pocas horas, por lo que su manejo es extremadamente peligroso", ha explicado Martí.

España, "puerto de entrada" a la UE de especies protegidas

España cuenta desde 2018 con una estrategia estrategia para luchar contra el tráfico ilegal de especies de animales y plantas, el tercer crimen organizado que más dinero genera a nivel mundial -mueve hasta 26.000 millones de euros anuales- y una de las mayores amenazas para la conservación de la naturaleza.

Una de las serpientes que ya están en Benidorm

Una de las serpientes que ya están en Benidorm / Terra Natura

Científicos y conservacionistas consideran «vital» que España cuente con una estrategia de estas características para luchar contra esta lacra para la biodiversidad y el desarrollo humano en los países pobres, ya que, por su localización geográfica, nuestro país supone «el puerto entrada» a la UE de especies procedentes de África y de América.

WWF España calcula que a través de grandes puertos, como Algeciras, Valencia y Canarias, llegan a España miles de animales y plantas víctimas del tráfico de especies.

Esta organización estima que solo entre los años 2013 y 2014 se abrieron expedientes para 9.500 ejemplares de animales (mamíferos, aves, reptiles y peces) procedentes del tráfico ilegal y 10.000 plantas; mientras que entre 2005 y 2014 se incautaron en 13.838 animales vivos. Según el portavoz de WWF en esta materia, Luis Suárez, los animales y productos derivados de los mismos procedentes del trafico ilegal más comunes en España son los reptiles (iguanas, lagartos y todo tipo de serpientes y pitones), cuyas pieles suelen llegar para ser vendidas a coleccionistas y talleres de marroquinería dentro y fuera del país.

Abundan aves exóticas, sobre todo loros de América del Sur, y, aunque no es lo que más abunda, también se incautan partes de grandes mamíferos a los que el tráfico ilegal está llevando al borde de la extinción, como es el caso de los macacos, tigres, rinocerontes o elefantes, de los que se incautaron 70 colmillos enteros recientemente.

Serpiente venenosa en Terra Natura

Serpiente venenosa en Terra Natura / Terra Natura

Entre la fauna y flora autóctona víctima del tráfico de especies destacan las anguilas, que se capturan de manera ilegal en lugares como las marismas del Guadalquivir (Andalucía) para venderse a China.

Entre las 16 medidas que recoge el plan, realizado en trasposición de la normativa europea en la materia, de 2016, destacan el aumento de los fondos para campañas de sensibilización que reduzcan la demanda interna de productos procedentes del tráfico ilegal de especies; la limitación del comercio de marfil; o el incremento de la actividad diplomática en esta materia para abordar el problema en origen.

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