Renovables

La energía solar en bloques de pisos empieza a despegar en España

Ya hay 200 instalaciones de autoconsumo comunitario en el país

Edificios con energía solar

Edificios con energía solar / Pixabay

Ramón Díaz

Producir y compartir. El camino hacia la generación de energía renovable y sostenible pasa por las comunidades solares y el autoconsumo comunitario. Cada vez son más los grupos de personas que se unen en España para compartir la electricidad generada en sus tejados o en otros edificios por cubiertas fotovoltaicas. Energía limpia, cercana y cooperativa con costos ajustados. Son ya varias las comunidades autónomas que impulsan el autoconsumo eléctrico. El futuro ya está aquí.

Con cierto retraso con respecto a la mayoría de los países de la Unión Europea (hasta2018 el autoconsumo compartido no se permitía en España) comienzan a funcionar las primeras comunidades energéticas del país. De hecho, ya existen cerca de dos centenares de comunidades solares en España.

La Ley de Autoconsumo de 2019 permite producir electricidad en común, volcar la energía sobrante a la red y cobrar por ella. En el caso de edificios particulares, la normativa actual contempla que es necesario un acuerdo del 33% de una comunidad para instalar placas solares fotovoltaicas, independiente del número de personas que lo vayan a disfrutar. 

Autoconsumo colectivo

Autoconsumo colectivo / Pixabay

El último proyecto de comunidades solares acaba de hacerse público en Asturias. El Gobierno del Principado, el Ayuntamiento de Aller y Repsol han suscrito un convenio para el desarrollo de dos comunidades solares de autoconsumo colectivo de energía eléctrica renovable en ese municipio.

En Aller instalarán paneles fotovoltaicos en los colegios de las localidades de Moreda y Cabañaquinta para abastecer a los propios centros, así como a comercios y residentes en un radio de 500 metros.

Lucha contra la ‘pobreza energética’

Además de la contribuir a la descarbonización, el proyecto persigue también luchar contra la “pobreza energética”. De ahí que se anuncien descuentos adicionales a residentes en viviendas sociales y a pequeños comercios.

Las comunidades solares de Aller permitirán que una parte de las necesidades de energía eléctrica de los usuarios sea 100% renovable, lo que rebajará su factura. Algunos estudios apuntan que este tipo de instalaciones suponen un ahorro cercano al 40% para los usuarios. Es la primera experiencia de cooperación público-privada para el despliegue de comunidades solares de autoconsumo en Asturias. Las autoridades aspiran a extender este modelo a otras zonas de la comunidad autónoma.

“Estamos convencidos de que este proyecto será exitoso porque conjuga varios elementos: la lucha contra el cambio climático y la pobreza energética; la concienciación en materia energética y medioambiental, al estar ubicado en un centro educativo, y la generación de actividad económica ligada al territorio”, resaltó el consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández.

Pero el de Aller es solo uno de los muchos ejemplos de comunidades solares impulsados en los últimos meses en España. Uno de los más singulares es el del estadio de San Mamés, sede del Atletic Club de Bilbao.

El estadio de ‘los leones’ acoge la primera comunidad solar de la liga española de fútbol y suministrará energía 100% renovable a todas las viviendas de la zona que lo deseen y que se encuentren como máximo a 500 metros de distancia.

Alianzas vecinales

En la cubierta de la instalación deportiva se han desplegado 300 equipos solares con una potencia total de 100 kW. Una cifra que permite no solo cubrir las necesidades de todas las instalaciones del estadio, sino abastecer al vecindario.

El proyecto viene a demostrar que para consumir energía solar no es necesario poseer una vivienda unifamiliar e instalar placas fotovoltaicas en el propio tejado, un requisito difícil de cumplir en un país donde el 66,5% de la población vive en pisos situados en bloques de edificios, según datos de Eurostat.

Paneles en un bloque de pisos

Paneles en un bloque de pisos / Pixabay

Otra fórmula que se está extendiendo en España para consumo de energía solar es la surgida de alianzas vecinales para crear cooperativas, que se encargan de construir y gestionar una planta fotovoltaica comunitaria. Este tipo de iniciativas se engloban en lo que se conoce como ‘generación distribuida’. En Madrid, por ejemplo, el colegio San Viator se ha adherido a este modelo energético.

Los usuarios de estos modelos siguen conectados a la red eléctrica, lo que garantiza el suministro en todo momento, incluidas las noches y los días de lluvia.

Las cooperativas de generación renovable suponen un paso más en la lucha contra el cambio climático y en el empoderamiento de los ciudadanos, ya que los consumidores consiguen tener un papel activo en la gestión de las instalaciones yen la generación de su propia energía.

El éxito de este tipo de modelos energéticos queda demostrado al comprobar que el año 2020 se cerró con la instalación de 4.639 MW de nueva potencia renovable, de los cuáles 623 MW correspondieron a instalaciones de autoconsumo, el 13,5% del total, según un estudio de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).

Ahorro en la factura eléctrica

Según este colectivo, el autoconsumo, desde un punto de vista práctico, permite a los usuarios “favorecer la transición energética y la lucha contra el cambio climático mientras ahorran en su factura eléctrica”.

El autoconsumo fotovoltaico se basa en el aprovechamiento de la radiación solar para producir electricidad. Para ello, se aprovecha el efecto fotoeléctrico, que es un fenómeno por el que, en algunos materiales, al recibir un cierto nivel de radiación, los electrones se excitan y saltan a un estado energético mayor, generando una diferencia de potencial.

Instalaciones comunitarias

Instalaciones comunitarias / Pixabay

En este caso, se utiliza silicio como material base, y se le aplica un tratamiento para convertirlo en semiconductor de dos tipos diferentes. La combinación de ambos materiales ofrece unas características idóneas para la circulación de corriente.

La fotovoltaica presenta una ventaja diferencial: es la forma de generación más simple y modular que existe. Basta con un simple módulo y un inversor para obtener electricidad, lo cual dota de un atractivo indudable a esta tecnología, con enorme potencial, tanto para la generación a gran escala como para el autoconsumo.

Gracias al recurso solar del que goza la mayor parte España (es el país con mayor radiación solar de Europa), la fotovoltaica es la forma de autoconsumo renovable más extendida.

Guía de tramitación del autoconsumo: https://www.appa.es/wp-content/uploads/2019/04/2019_04_10_guia_autoconsumo_v1_IDAE.pdf